Hijosdalgo de Villarta de San Juan, por José Muñoz Torres

Ministerio de Cultura. Gobierno de España.
Pergamino perteneciente al Archivo de la Real Chancillería de Valladolid Ministerio de Cultura. Gobierno de España.

Una imagen viene hoy al «poyete» para ilustrar un estamento muy importante de las pequeñas villas o lugares: el Hidalgo. La imagen  se corresponde con la segunda página del expediente por el que el rey Felipe II concedió el título de hidalgo ad perpetuam rei memoriam  –«para perpetuo conocimiento»-  a D. Pedro Mexia. En la imagen se representa al citado hidalgo arrodillado -junto a su esposa Dª Isabel de Ocampos y sus dos hijos- a los pies de Ntra. Sra. del Rosario. [La elección de esta advocación mariana por parte del hidalgo no es caprichosa sino que se debe a la gran devoción que dicha imagen tenía en Villarta. Todavía en el año 1752 -según declaración de su administrador, Manuel Alonso Romero, para el Catastro del Marqués de la Ensenada- disponía de un patrimonio rústico de 12 fanegas y media de tierras de secano que le permitían pagar los gastos de mantenimiento de su altar en la iglesia de Santa María, así como la celebración de 16 procesiones que se hacen con dicha Santa Imagen y que importaban 88 reales de vellón. Igualmente se hacía una ofrenda a dicha imagen el día de las Candelas por importe de cincuenta reales  y se atendía igualmente al gasto de cintas, alfileres, tocas, etc.]

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Portada del expediente de concesión del título de hidalgo a Pedro Mexía. Escudo de armas del hidalgo. (Real Chancillería de Valladolid)

El hidalgo era un estamento, el último de la nobleza, y por ello se trataba de una nobleza no titulada. Para acceder a la nobleza -o para su mantenimiento- era necesario no ejercer oficio «mecánico», es decir, manual, y disponer de, al menos, un caballo para ponerse a disposición de su señor natural en caso de guerra [En el caso de Villarta del Gran Prior de San Juan]. Pero estas obligaciones se veían gratamente compensadas con la exención de toda clase de tributos o cargas, a diferencia del resto de población, los «pecheros«, que eran los que soportaban, –pechaban-, con toda clase de impuestos o tributos. No todos los hidalgos tenían la misma categoría ya que mientras unos eran hidalgos de sangre (aquellos que eran descendientes de hidalgos desde tiempo inmemorial) otros podían ser hidalgos de privilegio (en virtud de nombramiento concedido por el rey en razón de algún hecho importante); podían ser hidalgos de ejecutoria ( aquellos que eran reconocidos como hidalgos por haber litigado  y haber probado su hidalguía mediante escrituras o juicio de ejecutoria) o bien podían ser hidalgos de solar conocido ( aquellos que tenían casa solariega e incluso en ella su conocido escudo de armas); podían ser hidalgos de devengar quinientos sueldos ( en aplicación de legislación antigua por la cual cobraban esa cantidad para compensar agravios sufridos) y curiosamente podían ser hidalgos de bragueta, aunque mas que nombramiento se trataba del reconocimiento de un derecho en relación con un hecho concreto como el de tener seis hijos varones seguidos (como premio de natalidad, aunque debían ser hijos varones).

En Villarta entre finales del siglo XVI y mediados del siglo XVII hemos podido localizar los siguientes hidalgos: Francisco Flores de Paredes ( Administrador del Portazgo del puente), Balthasar de Soria (alcalde por el estado de los hijosdalgo en 1576), Alonso de Soria, Pedro Mexía, Pedro Mexia Bocanegra ( hijo del anterior), Francisco de Henares, Juan Carrillo de Albornoz ( Casado en Arenas con Josefa Díaz Pinel de Oviedo. Su hijo, Juan Carrillo de Albornoz Díaz Pinel de Oviedo y Bocanegra fué investido en 1650 como caballero de la Orden de Calatrava) y finalmente D. Cristobal Mexía Bocanegra y Soria que llegará a ser mariscal de campo de los ejércitos españoles y gobernador y capitán general de la isla de Puerto Rico, del que hablaremos en otra ocasión mas detenidamente.

Las dos familias, tanto la Mesía Bocanegra como la de los  Soria eran las dos familias mas importantes y poderosas de Villarta a finales del siglo XVI y asi parece confirmarlo la declaración del anteriormente citado Don Juan Carrillo de Albornoz. Este en su declaración para investir Caballero de Santiago a Don Cristobal Mexia de Bocanegra, en 1625, dice: «… se acuerda de haber oído decir a sus padres que son ya difuntos que el dicho Alonso de Soria era muy principal y honrado hidalgo y que si algún caballero o título pasaba por este lugar [Villarta] le llevaba a su casa y trataba con mucha ostentacion y siendo este que declara muy niño se acuerda que le advertían sus padres que no anduviese con otros sino con los hijos de Cristobal Mexia y sus parientes que eran nobles y principales..» [AHN.- Sección Ordenes. Santiago. Exp. 5260. Pruebas de Caballero de Cristobal Mexía Bocanegra].

Coincidiendo con el sentido de la anterior respuesta está el testimonio del acompañante del Cardenal Rodrigo de Castro, arzobispo de Sevilla, en su viaje a Madrid en 1598: «.. Jueves 3 [1598], salió de Membrilla a las tres de la tarde y llegó a Villaharta, cinco leguas de alli, a las nueve de la noche; posé en casa de Dª Inés de Bocanegra, viuda de Pedro Mexía ..» [COTARELO VALLEDOR, ARMANDO.-Jornada que el Cardenal mi señor hizo de Sevilla a Madrid y lo que pasó hasta que partió a Valencia].

La linea materna del hidalgo no es menos importante y de ello hay pruebas suficientes que encontramos en las contestaciones dadas por el Concejo de Villaharta a las preguntas de las Relaciones de Felipe II. (Son contestadas a cinco días del mes de enero siendo alcalde por el estado de los hijosdaalgo Balthasar de Soria). Decía asi: «48. Al cuarenta y ocho capitulos dixeron que hay una iglesia parroquial que se dice Santa Maria la Mayor y una capilla y enterramiento en ella que es de Alonso de Soria..» [ Aunque hablaremos de la iglesia muy pronto, la capilla citada parece ser la que se ha puesto a la vista en las actuales obras con dibujos y pinturas muy deterioradas por la humedad]. Otro testigo de las pruebas para nombrar caballero de Santiago -en 1625- a Cristobal Mexia, Catalina López, dice: «… sabe tambien que los padres y abuelo están enterrados en una capilla muy honrada que tienen en la iglesia del lugar…» .

Del estudio del expediente de hidalguía de Pedro Mexia, cuya transcripción terminaremos en poco tiempo, podemos resumir que se trata de un hidalgo que lo es de sangre y de solar conocido; que lo es de los cuatro costados y de devengar quinientos sueldos.   Finalizamos con un párrafo del repetido expediente que dice: «.. Jusepe de Quirós en nombre de Pedro Mexia vecino de Villarta jurisdicción de la villa … [ tachada en el original] de la Orden de San Juan digo que mi parte es hijosdalgo notorio de padre y abuelo y bisabuelo, de solar conocido, de devengar quinientos sueldos según fuero de España y en tal posesion mi parte y el dicho su padre y abuelo han estado de inmemorial tiempo hasta el presente en la dicha villa y en las otras villas y lugares de estos reinos donde han vivido y tendido bienes y exentos  de todos los pechos y derramas reales y concejales que se han legado y repartido entre los hombres llanos pecheros de que han sido libres y exentos los hidalgos y se les han guardado las honras y  las franquezas de tales y que los vecinos que mi parte tiene para probar son muy viejos y enfermos y si se muriesen antes de decir sus dichos la justicia de mi parte podría perecer por defecto de franco por tanto a vuestra Señoria Suplico que recibida información de las dichas causas de vejez y enfermedad que estoy presto a dar mande que ad perpetuam rei memoriam se examinen los dichos..»

Es muy posible que en el proceso del litigio quedara su fortuna muy mermada y como decíamos con motivo de la inauguración de la plaza de Cervantes, quizás el escritor, a su paso por Villarta (¡que seguro que pasó!), hablara con el viejo hidalgo apoyado en la solanera de una pared de la plaza y ambos llegarían a la conclusión de lo difícil y desagradecida que había sido su vida. Uno soñaría con su libro y otro con su nieto que ya no volvería a Villarta pero a donde si llegaban noticias de sus hazañas.

Ver más:

MUÑOZ TORRES, JOSÉ.- Don Cristobal Mesía Bocanegra, un hidalgo de Villarta de San Juan e ilustre militar en la convulsa España del Siglo XVII.

DICCIONARIO BIOGRAFICO DE  LA REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA. José Muñoz Torres.- Biografía de Cristobal Mesía Bocanegra

 


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