En el libro 4 de Bautismos de la Parroquia de San Juan Bautista de Villarta de San Juan, se recoge en el folio 212v la siguiente nota: » Haviendose quedado yermo este pueblo con motivo de la invasión de los franceses principió su formación en el año de mil ochocientos trece y desde la partida siguiente regenta esta parroquia como cura teniente con todas las facultades del propio. Frey José Díaz Pavón».
Diez años después, en 1823, -con motivo del viaje que el rey Fernando VII pensaba realizar a Andalucía-, se planteó el recorrido del mismo incluyendo el paso por Villarta pero esta posibilidad fue desestimada por la razón de que el pueblo «destruido y quemado por los franceses en la última guerra solo hay unas cincuenta casas y estas muy miserables y todo lo demás es ruina todavía y un recuerdo perenne de los bienes que traen a los infelices pueblos los ejércitos extranjeros».
Este hecho, -la destrucción de Villarta- , que la mayoría de los historiadores españoles omiten, si fue citada, -de manera sistemática- por los historiadores franceses. Va a ser el propio Fernando VII, -forzado por un escrito del Ayuntamiento de Villarta-, el que a través de su ministro de Gracia y Justicia, D. Pedro Macanaz, reconoce este hecho en el año 1825. Dirigiéndose al párroco Frey Pedro de Malpica, al ayuntamiento y al Comandante de los voluntarios realistas de Villarta, dice: « … lo mucho que desde el principio de la guerra ha contribuido esa villa y las pérdidas que por ello ha sufrido principalmente en el año de 1809 con motivo de la resistencia que hizo a la caballería enemiga que cargó sobre ella después de la batlla de Uclés, de cuyas consecuencias murieron muchos vecinos y fue reducida a cenizas la población, S.M., enterado de todo y accediendo a la solicitud se ha servido resolver que se construya en esa villa la parroquia bajo un plan arreglado hecho por arquitecto aprobado y presentado para su aprobación por todos los que perciben diezmos concediendoles al mismo tiempo la exención de toda clase de contribuciones […] y también concede S.M. a esa villa de que pueda usar desde ahora el titulo de Leal Villa» [AHN. Legajo 1623. Villarta. Expediente formado en uso de Real Orden remitiendo a consulta del Consejo una exposición del Ayuntamiento, cura párroco y comandante de los voluntarios realistas].
Para hacernos una idea de esta destrucción basta señalar que en el año 1752, en el Catastro del Marqués de la Ensenada se indicaba que el número de casas era de «ciento treinta casas, cinco deterioradas y una inhabitable» . Por tanto, la destrucción total supuso mas del 62% de la población. Desde hacía meses, Villarta, se había convertido en centro de operaciones del ejército francés o del español, según el desarrollo de la guerra lo aconsejaba. Es así como se produce el éxodo inevitable de su población.
Desde la muerte del primer villartero, Segundo Castellanos, el día 28 de julio de 1808, que «murió de un valazo que le dieron los franceses», según certifica el párroco Frey D. Blas Olmedilla en el correspondiente libro de defunciones, la población de Villarta busca acomodo y seguridad en las casas de campo, lejos del camino real de Andalucía y, sobre todo, en casas de amigos o familiares de los vecinos pueblos de Arenas, Herencia y el lugar de Las Labores.
El estudio del archivo parroquial de Arenas -en la copia digitalizada por familysearch- nos viene a confirmar esta teoría. En el libro de fallecimientos de la parroquia de Ntra. Sra. de las Angustias aparecen registrados los siguientes fallecimientos de villarteros: Antonia Sánchez, casada con Luis Valencia (05-04-1809), Eulogio Villalba (06-04-1809), Francisco Valencia (23-09-1810), Gregorio Aguirre, casado con María Villalba (04-02-1811), María Muñoz, viuda de Francisco Bravo (28-02-1811), Alfonso Moreno, marido de Ana Mayorga (15-03-1811) y Bernardo Díaz, alias el Chulo (16-11-1811).
De igual forma, en el libro de matrimonios de la citada parroquia, aparecen los siguientes vecinos de Villarta: Fausto Melchor Úbeda (03-03-1810), Francisco Úbeda (13-03-1810), Margarita Corrales (07-05-1810), Fausta Luisa Sánchez (08-06-1810), Mario Molina (18-08-1810), Alejandro Úbeda (15-10-1810), Antonio Alfonso Sánchez (13-11-1810), Mauricia Bravo (18-02-1811), Eugenio Rojo y Angela Sánchez (23-05-1811), Antonia Aguirre (11-08-1811), Francisco Serrano (30-10-1811) y Patricio Sánchez (21-11-1812).
El que este pueblo, Arenas, se convierta en el nuevo destino de los villarteros, lo viene a demostrar el hecho de que, -incluso los muertos en guerra-, son enterrados en la iglesia del citado pueblo. En este sentido hemos localizados los siguientes enterramientos de villarteros fusilados por los franceses o muertos en lucha contra ellos. Por su innegable interés los transcribimos íntegramente:
- En la iglesia parroquial de Sta. María de las Angustias de esta villa de Arenas de San Juan en el día 5 del mes de febrero del corriente año de mil ochocientos nueve se dio sepultura eclesiástica a Angel Negrillo vecino que fue de Villarta a quien mataron los franceses. Recibio el santo sacramento de la penitencia en la cárcel donde lo pusieron y a seguido lo sacaron y afusilaron. No pagaron rompimiento por ser pobre. Y lo firmé Frey D. Gabriel Redondo Verdugo.
- En la iglesia parroqquial de Sta. María de las Angustias de esta villa de Arenas de San Juan en el día 20 y ocho del mes de abril del corriente año de mil ochocientos y nueve se dio sepultura eclesiástica a Antonio Tabasco pobre por cuia razon no pago rompimiento fallecio el mismo día referido. Y firme Frey D. Gabriel Redondo Verdugo [Al margen: Lo afusilaron los franceses y solo recibio el sacramento de la penitencia en la carcel de donde lo sacaron para quitarle la vida. Los vecinos lo pusieron en la cárcel porque quisieron].
- En la iglesia parroquial de Sta. María de las Angustias de esta villa de Arenas de San Juan en el día veinte y seis del mes de abril del corriente año de mil ochocientos diez se dio sepultura eclesiástica a Thelesforo Bravo Alameda vecino que fue de la viila de Villarta y casado con Rita Sánchez el qual estaba en la partida de guerrilla de que era comandante Francisco Sánchez, alias Francisquete. Fue muerto por los soldados franceses en choque que esta partida hubo con ellos en el sitio de las Parrillas como una legua de este pueblo donde quedo su cadaver que fue conducido a esta villa por varios vecinos de ella en esa noche que fue del dia citado a solicitud de dicha Rita Sánchez su mujer y fue sepultado en esta citada parroquia pagando el rompimiento.
Faltan por revisar los archivos de otros pueblos próximos como Alcázar y Herencia, especialmente este último, en el que por razones familiares buscarían cobijo familias de Villarta. No hemos podido encontrar datos sobre Frey D.Blas Olmedilla, quien posiblemente marchara a su pueblo natal.
Notas:
Pagar el rompimiento: Al enterrarse dentro de la iglesia -Arenas no poseía aún cementerio- se debía proceder a levantar el suelo de la misma (rompimiento) cuyo gasto debían pagar los familiares. Solía oscilar entre los 8 y 10 reales de vellón. En el caso de Thelesforo Sánchez la cantidad fue de 10 reales.
Francisquete: También conocido como el Tío Camuñas. Fue uno de los guerrilleros más conocido de la zona. Su nombre pasó a ser sinónimo de terror. Hasta hace poco tiempo su mote era utilizado para causar temor a los niños: ¡que viene el Tio Camuñas!