EL SORPRENDENTE LAUBURU GRABADO EN LA PILA BAUTISMAL DE LA PARROQUIA DE SAN JUAN BAUTISTA DE VILLARTA DE SAN JUAN, por José Muñoz Torres

Antes de entrar en el tema principal de este «poyete» creo que son necesarias ciertas precisiones sobre el significado de este símbolo o al menos por el significado aceptado por estudiosos del tema. Empecemos con el significado de la palabra LAUBURU:

 El término «lauburu» procede de las palabras en euskera lau = «cuatro» y buru = «cabeza», por lo que su significado en castellano sería «cuatro cabezas». Otras fuentes sugieren la procedencia latina del término, de manera que este sería una adaptación popular del vocablo latino labarum. De este vocablo también procedería la denominación del lábaro cántabro, inspirado contemporáneamente en las Estelas cántabras de origen celta. [Wikipedia].
«El lauburu (“cuatro cabezas”) es una cruz curvilínea, con cuatro brazos en forma de coma, parecida a la esvástica, y uno de los símbolos más característicos de la identidad vasca. En este artículo analizamos su origen y su historia, llena de contradicciones, cambios de denominación y de forma gráfica, sobre todo hasta la Guerra Civil y la II Guerra Mundial. Surgido en el siglo XVII, en el XIX se identificó primero con la unidad de las cuatro provincias vascas y después con una esvástica, casi igual a la usada posteriormente por los nazis, que Sabino Arana, el fundador del PNV, propuso como símbolo nacional vasco. Los nacionalistas la usaron hasta que el ascenso de Hitler al poder hizo que la sustituyeran por el actual lauburu curvilíneo. A lo largo de su historia, este signo ha sido objeto de múltiples y a veces opuestas interpretaciones, incluso entre diversos sectores del nacionalismo vasco».[SANTIAGO DE PABLO, Universidad de Navarra . El lauburu. Política, cultura e identidad nacional en torno a un símbolo del País Vasco. Resumen del artículo publicado en MyC, 12, 2009].

 

 En otros anteriores «poyetes» hemos hablado de las diversas reconstrucciones  que por variadas circunstancias ha sufrido la antigua iglesia parroquial de Villarta, llamada inicialmente de Santa María la Mayor y posteriormente denominada de San Juan Bautista. (La nueva apertura al culto, de forma permanente, aunque no como sede parroquial, ha permitido que vuelva a denominarse con su antiguo nombre de Iglesia de Santa María la Mayor). Hemos ido recorriendo el proceso de incorporación en distintos momentos, -siempre coincidentes con las sucesivas reconstrucciones-, de imágenes, mobiliario, de un valioso órgano similar al que se encuentra en la iglesia de Herencia y, desgraciadamente, también hemos visto, como han ido perdiéndose todos ellos sin que sepamos dónde fueron a parar los que se salvaron de los diferentes expolios (guerra de la independencia o guerra civil).

De  todas las reconstrucciones, además de las propuestas de nueva construccion, -incluso traslado de lugar de la parroquia, que definitivamente se llevó a término en la década de los sesenta del pasado siglo XX-, la más documentada de todas ellas fue la ordenada por Fernando VII, aunque sus obras se llevaron a efecto gracias a los compromisos del Gran Prior de San Juan y del Arzobispado de Toledo. Todo esta exposición inicial es, simplemente, para recordar la evolución tanto arquitectónica como decorativa de nuestra antigua iglesia y para, -a la vista de todo lo que hemos ido recordando-, que hagamos un especial recuerdo a lo que queda de todo ello:  una sencilla pila bautismal que se encargó a los canteros de Alcázar en 1816 y de cuya realización solo hay constancia escrita de «la entrega a cuenta  de la pila bautismal de 80 reales» y el «intercolumnio»  o baranda del coro.  Alguien puede pensar que poco valor pueden tener, tanto económicamente como artísticamente, estas dos antigüedades de nuestra iglesia y es cierto, sino fuese por un grabado curioso y bien realizado en la pila bautismal. Vayamos por partes.

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Pila Bautismal ( En la actualidad en la iglesia nueva de Villarta) . Archivo personal.

La pila bautismal estuvo situada, en el baptisterio de  la antigua iglesia  de Santa María que ocupaba la parte inferior de la torre adosada al edificio de la fábrica de la iglesia. Tenía un espacio aproximado de 4 metros cuadrados (2×2 metros) y se accedía a ella por una pequeña puerta situada bajo el coro. [En la década de los ochenta se sustituyó el antiguo suelo de madera por otro de gres, produciendo la «limpieza» de todos los enterramientos que se habían producido en el interior de la iglesia hasta el último tercio del siglo XVIII, fecha en que se construyó el primer cementerio, situado en el actual parque o glorieta situada a escasos metros de la iglesia].

En la última restauración llevada a cabo bajo la dirección del Arquitecto Juan Pablo García Gómez, con el asesoramiento de las arqueólogas Concha Claros Bastante y Ana Segovia Fernández, se intentó restaurar toda la estructura interior y exterior de la iglesia, principalmente la torre que amenazaba un posible derrumbamiento, así como la techumbre de la única nave de la iglesia. Sin embargo la obra mas importante llevado a cabo fue la limpieza de todos los cruceros de piedra que habían sido, -sin saber fecha exacta-, recubiertos de yeso, así como la capilla de Alonso de Soria que había sido tapiada, quedando en su interior unas pinturas que la humedad ha hecho desaparecer en gran parte quedando claro, sin embargo, que se trataba de un «Arma Christi» que nunca se había citado en ninguna de las numerosas actuaciones a que la iglesia se ha visto sometida.

El «Arma Christi» de la Iglesia Parroquial  formaba y delimitaba claramente el espacio total del enterramiento y capilla de Alonso Soria, antepasado de Don Cristobal Mesía Bocanegra, maestre de campo y capitán general de Puerto Rico en 1648. En la pared del fondo del enterramiento, sobre un revestimiento de yeso, figuraba dibujado un altar con un arco y dos columnas, una a cada lado y un cielo con multitud de estrellas. El arco que abre el enterramiento es un arco carpanel.

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Arco carpanel donde se inscribe, en sus laterales, el Arma Christi, en los momentos en que se produjo la apertura del enterramiento que se encontraba tapiado. La fotografía está tomada en el momento de estar realizándose un limpieza del mismo bajo la supervisión de las arqueólogas. Archivo personal.

Desconocemos el número exacto de «recuadros» en los que se representan los instrumentos de la pasión de Jesús y que integran el Arma Christi pero, por la estructura del arco, hemos de imaginar que no sean menos de cinco. En el mejor conservado de todos ellos se representan dos flagelos cruzados sobre un alfange [Símbolos, los flagelos de la flagelación de Jesús y el alfange, de la actuación de San Pedro sobre uno de los sirvientes del Sumo Sacerdote].

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Recuadro en el que se representa dos flagelos  cruzados sobre un alfange. Archivo personal

A pesar de, en nuestra opinión, la importancia de estas pinturas nadie planteó un estudio detallado del mismo. El arco carpanel, por otro lado está limitado en su reborde exterior por piedras talladas con motivos florales, sustentándose el arco sobre la propia muralla.

Pero el motivo de nuestro «poyete» de hoy, es resaltar, el hecho peculiar de los símbolos grabados en la pila bautismal. Durante  las obras a las que aludíamos anteriormente; la pila bautismal se sacó del baptisterio y se colocó debajo del coro de la Iglesia Vieja (Iglesia de Santa María). Posteriormente, se trasladó a la actual iglesia parroquial de San Juan Bautista colocándola junto al altar, en el lado del evangelio. Está esculpida en un bloque de piedra arenisca roja, más conocida como «moleña» con un diámetro de algo más de un metro de circunferencia. Se encuentra  dividida en ocho partes, a modo de usos triangulares,  en cada uno de los cuales se ha grabado un símbolo o fecha, tal y como puede verse en las fotografías siguientes:

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La pila bautismal en su actual emplazamiento. Archivo Personal

La secuencia de las imágenes grabadas en la pila bautismal es la siguiente:

En primer lugar el símbolo de la cruz de San Juan utilizada por el Priorazgo de San Juan:

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Cruz de San Juan esculpida en la pila bautismal. Archivo personal.

El siguiente grabado, en sentido contrario a las agujas de un reloj, de la pila es el lauburu al que estamos aludiendo en este poyete:

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Lauburu esculpido en la pila bautismal. Archivo personal

A continuación, aparecen otros tres usos triangulares, dónde se indica la fecha de construcción, aunque la interpretación de los mismos, sobre todo el último triángulo, es muy forzada.

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Año
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De Cristo
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18..?

Se vuelve a repetir el símbolo de la cruz de San Juan y el siguiente parece ser un esquema de la flor de lis, símbolo de la casa de Borbón, a la cual pertenecía el Gran Prior D. Carlos Maria Isidro de Borbón y Braganza.

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Representación de una flor de lis?. Archivo personal.

En la siguiente fotografía aparece una flor de lis que puede recordar el grabado anterior que designamos como símbolo de la casa de Borbón.

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Flor de lis

Es evidente que mis conocimientos sobre el tema de simbología son nulos y solo pueden suponer, al menos en el caso de la posible flor de lis, una posibilidad que debería  ser revisada  por alguno de los cotidianos lectores del nuestros «poyetes»que pueda ser experto en el tema (Me refiero más concretamente a los miembros del Grupo de Estudios del Campo de San Juan, que se están esforzando por recuperar historias, arte y costumbres del antiguo Priorato). pero lo que si es evidente y, al mismo tiempo sorprendente, es el lauburu que aparece en la pila bautismal. Es un símbolo muy utilizado, sobre todo en el país vasco, aunque también existan otras utilizaciones concretas, prueba de ello es el siguiente  cuadro de Goya en el que aparece la Marquesa de Santa Cruz que sostiene una guitarra ( aunque no se distingue muy bien el mástil de la misma) dándole la forma de lira. En el citado instrumento, dentro de un circulo, se ve perfectamente dibujado un lauburu.

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Marquesa de Santa Cruz por Goya ( Museo del Prado)

La presencia de estos símbolos son muy frecuentes en el país vasco y en todo el norte peninsular donde los distintos estudiosos le ha dado un significado, no siempre igual, aunque si muy antiguo. Pero en el resto de España también suelen aparecer, aunque el estudio más significativo al que hemos tenido acceso es el de Manuel Fernandez Espinosa, publicado en el blog MUNDIUM bajo el título de Los Lauburus del reino de Jaen.

Lauburu de Huelma (Jaen) [Fuente: mundiumhispanico.blogspot.com Fotografía de Luis López Gómez)

El citado Manuel Fernández Espinosa, comenta al respecto de los lauburus:

Aunque su simbolismo es tan remoto y se vincula con el simbolismo del centro inmóvil alrededor del cual gira todo, la esvástica curvilínea ibérica adquiriría el valor simbólico de Cristo como centro del universo. Es por eso por lo que la podemos encontrar plasmada en templos cristianos de factura románica y gótica; no sólo ocurrió en Hispania, la “Cruz del Verbo”,formada por cuatro “gammas” (cada una de las cuales representa a uno de los cuatro evangelistas) es la versión geométrica del tetramorfos, donde Cristo ocupa el centro y los cuatro evangelistas cada uno de los cuatro brazos. Sin embargo, con el tiempo, el símbolo del “lauburu” va desapareciendo del contexto arquitectónico religioso y “en muchos casos es un simple motivo de decoración”, según nos dice el Padre José Miguel de Barandiarán , aunque el mismo antropólogo vasco no dejará de recordar su carácter sagrado. La misma suerte correría la esvástica en otras latitudes, como ocurre en Lituania y Curlandia, en donde los campesinos dibujaban este símbolo en sus casas a manera de talismán protector. (…) El “lauburu” que encontramos en Huelma puede verse en la clave del dintel de una casa antigua todavía en pie, en lo que se llama hoy la Avenida de Andalucía, pero el emplazamiento corresponde, según Ángel del Moral, a lo que se llamaba en el callejero la Calle Maestre Domingo. Todo hace suponer que el Maestro Domingo que daba nombre a la calle en que se alza esta casa era el Maestro Domingo de Tolosa, pudiendo tratarse de la misma casa del maestro cantero. No sería de extrañar que este cantero que, como hemos dicho más arriba, trabajó con Francisco del Castillo en la erección de la parroquia huelmeña, decorara el dintel de su puerta con un “lauburu”, dado que el Maestro Domingo de Tolosa era guipuzcoano. [MANUEL FERNÁNDEZ ESPINOSA. Los lauburus en el reino de Jaen. Las esvásticas curvas de Jaen. Mundiumhispanico.blogspot.com].

La presencia de maestros de cantería vascos o cántabros en nuestra zona está documentada, entre ellos el autor de las obras de reparos del puente Viejo o romano, Simón Martínez de la Vega, autor al mismo tiempo de la reformas y nuevas trazas del puente de Toledo de Madrid. y que por esas fechas tenía su domicilio en la vecina villa de Herencia. Es por ello que sea posible que descendientes de estos maestros de cantería formasen escuela de canteros en nuestra zona y por tanto su presencia en la Villa de Alcázar fuese segura, aunque sólo hemos podido saber que se trataba de canteros de Alcázar los autores de nuestra pila bautismal, influyendo, -por qué no- un recuerdo a la tierra de sus antepasados de donde es el siguiente lauburu que insertamos en nuestro «poyete» de esta semana.

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Lauburu en una estela del cementerio de Kánala ( Vizcaya) [Fuente: http://www.pinterest.es]
  José Muñoz Torres, cronista oficial

 

 

 


Una respuesta a “EL SORPRENDENTE LAUBURU GRABADO EN LA PILA BAUTISMAL DE LA PARROQUIA DE SAN JUAN BAUTISTA DE VILLARTA DE SAN JUAN, por José Muñoz Torres

  1. Pepe, es una lástima que de estas cosas no queden datos, apuntes, notas… de cuando tuvieron origen en nuestro pueblo, en nuestra iglesia o ermita y ahora tengas que remover cielo y tierra para llegar a alguna conclusión. Gracias por ponernos estas y otras cosas de nuestra historia local mas al alcance de nuestro entender o suponer. Ya he echado un vistazo a fotos fotos que he sacado en algunas excursiones a edificios antiguos por si diese la casualidad de que, sin saberlo, hubiese capturado alguno de esos «lauburus», no he terminado todavía de mirar, si hallo alguno serás el primero en saberlo y en tener la imagen.
    Un abrazo.

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