Estoy convencido de que los pueblos pequeños que, aunque antiguos, no han sido importantes en la historia de una nación, tienen mucha dificultad para poder mostrar su antigüedad o su pequeña historia que todos los pueblos tienen, de mayor o menor importancia. Y digo que es muy difícil, por ello, hallar el punto justo para poder demostrarlo, porque se corre el riesgo de escoger, bien el camino de la suposición o bien el de la realidad. El primero es rápido y sólo necesita tener suerte en elegir el momento adecuado o, quizás, como dice vulgarmente el dicho: «mas vale caer en gracia que ser gracioso»[Hay pueblos que caen en gracia, aunque ciertamente han trabajado mucho para ello. Por poner un ejemplo cercano. En un «poyete» de hace pocas semanas hablaba de Puerto Lápice y todas las cosas que se le atribuyen, incluidas entre ellas comentarios como el artículo que en el mismo citaba de que ya en la edad moderna no se conocía ningún camino a Puerto Lápice, procedente de Villarta o la mención sobre el puente romano en ese pueblo, cuya imagen ya hemos incorporado en algún «poyete» y los esfuerzos ímprobos de algunos historiadores o arqueólogos intentando por todos los medios negar la romanidad del puente de Villarta de San Juan y es que «cayendo en gracia» se lleva mucho camino adelantado»]; el segundo es más lento y requiere mucho esfuerzo y paciencia para poner las cosas en su sitio y al final van apareciendo documentos, relativamente sin importancia que de alguna forma demuestra la antigüedad, o relativa importancia, como es en nuestro caso, de nuestro pueblo: Villarta de San Juan.
Dª Magdalena de Ulloa Toledo y Ossorio, mujer de Luis Mendez de Quesada ( Fuente: El desván de mis libros. Pilar de Cavía)
A veces son cosas, tan sin importancia, que da hasta cierto reparo acudir a ellas para hablar de antigüedad o de otras cosas de los pueblos. Preparando el «poyete» ya el número XXI de la serie «Libros en los que algo se dice de Villarta de San Juan», me encuentro con un libro escrito en el año 1723 que trata de la vida de Doña Magdalena de Ulloa Toledo Ossorio y Quiñones, conocida como la Limosnera de Dios en el que se decribe el traslado de los restos de su esposo en 1572 desde el convento de los Jerónimos de Baza hasta Villagarcia de Campos en Valladolid. En la página 89 de este libro se dice: «…. y llegando a la noche a la villa de Quesada, se depositó el cuerpo en la Iglesia de los Padres de Santo Domingo, que le recibieron con religiosa solemnidad; y partiendo a la mañana siguiente, llegó el acompañamiento a dormir a la ciudad de Ubeda, en cuya noche se puso el cuerpo en el convento de Religiosas de San Nicasio, Orden de San Francisco, que le recibieron cantando un solemne Responso; de dónde al día siguiente se caminó hasta Santistevan del Puerto, en cuya villa, y en el Convento de San Francisco los nobles huesos, que conducidos despues por Mançanares, Villaharta, Madrigalejos (hemos de entender que se trata de Madridejos), Tembleque, Yepes, Mostoles, el Campillo, Guadarrama, el Espinar, Lavajos, Martín-Muñoz, Montejo, Ornillos, Baldestillas y Peñaflor, llegaron finalmente a Villagarcía, en donde fueron recibidos con gran solemnidad; aviendo con religiosa magnificencia llegado el gasto, que se hizo en los sufragios del camino, y acompañamiento del cadaver, hasta cerca de dos mil ducados« [PADRE JUAN DE VILLAFAÑE.- La limosnera de Dios. Relación Histórica de la vida y virtudes de la Excelentísima Señora Doña Magdalena de Ulloa Toledo Ossorio y Quiñones, mujer del Excelentísimo Señor Luis Mendez Quixada Manuel de Figueredo y Mendoza. Salamanca, Imprenta de Francisco García Onorato, 1723]. (Este matrimonio fue el encargado por orden de Carlos V de ser los educadores de Don Juan de Austria, el hijo ilegítimo del emperador y hermanastro de Felipe II, conocido por Jeromín y que dio lugar a una novela del Padre Luis Coloma que fue llevada al cine con ese nombre de Jeromín). Desconocemos los motivos del largo camino del féretro, discurriendo por parte de caminos no muy transitados pero si era norma u obligación que estos desplazamientos de cadáveres, aparte del gasto que suponía, la narración habla de cerca de dos mil ducados, debían realizar un sufragio o responso por cada parroquia que atravesase por lo cual hemos de pensar que la vida de un pequeño pueblo, como Villarta de San Juan, se conmocionase brevemente, al contemplar un cortejo tan importante y de tanto acompañamiento. En la Iglesia de Santa María la Mayor, todavía no se habían instaurado los registros parroquiales ( el primero es del año 1603) y por tanto no hay constancia escrita del paso o celebración del sufragio.
Portada del libro sobre la vida de Dª Magdalena de Ulloa y Toledo ( Fuente: Biblioteca Digital de Castilla y León)
Así que hecha esta, al menos curiosa introducción nos adentramos en el apartado que hemos denominado: Libros en los que algo se dice de Villarta de San Juan.
PINKERTON, JOHN. A general collection of the best most interesting voyages and travels in all parts of the world. Impreso por Logman, Hurst, Rees and Orme. Londres, 1809
Villalta: Pág. 560
Pag. 560. «Al cabo de tres leguas en un pais llano sin ninguna variación, se llega a Puerto Lápiche, un pequeño lugar al pie de dos colinas, cerca del cual fue armado caballero Don Quijote, al comienzo de sus aventuras. En Villalta se fabrican gruesas telas de algodón. Antes de llegar allí, se cruza un puente de piedra largo y estrecho, a cuyos lados existe una charca muy grande de agua estancada cubierta de plantas pantanosas. Esta especie de ciénaga es el río Guadiana que, a cierta distancia de allí, oculta sus tranquilas aguas por completo bajo tierra y vuelve a aparecer después en un lugar llamado los Ojos del Guadiana. Va hacia Extremadura y atraviesa una parte de Portugal y luego llega al mar, separando ambos reinos. Cinco leguas grandes separan Villalta de Manzanares, una de las ciudades mas grandes de la Mancha». (Como vemos en esta reseña, el autor da una nueva denominación a Villarta de San Juan: Villalta)
CHEVALIER DE BOURGOANNE. Travels in Spain; containing a new, accurate, and comprehensive view of the present state of that country. Edición de M. Peyron. Volumen II. Impreso por G.G. J. and J. Robinson. Londres, 1789
Villalta; Págs.: 370-371
Pag. 370-371: » Esta llanura lleva a Puerto Lápice, un pequeño pueblo cercano a donde Don Quijote, al comenzar sus aventuras, fue armado caballero andante. Se situa en la extremidad de dos colinas, sobre las que se encuentran dispersos unos pocos naranjos. Las colinas se reducen gradualmente hacia una especie de desfiladero, donde las vastas llanuras manchegas se estrechan para luego ampliarse y extenderse hasta los pies de Sierra Morena. Villalta es una villa a dos leguas de este último donde se hacen telas bastas con lana de la zona. Antes de llegar allí se cruza un puente de piedra largo y estrecho en reparación por su mal estado. A los lados del mismo hay un pantano con aguas estancadas y malezas. El viajero se sorprende cuando se entera de que esta especie de pantano es la corriente del río Guadiana que, a poca distancia del puente, esconde sus perezosas aguas bajo tierra.
Mapa del itinerario del autor donde aparece el camino de Madrid a Cadiz y en él figura Madridejos,Villarta y Manzanares
BOLETIN MENSUAL DE LA SOCIEDAD GEOGRAFICA DE BERLIN.- Director T.E.Gumprecht. Edición:Bei Simon schropp und. Comp. Berlin 1850
Villaharta: Pág. 174
Pág. 174. «…Al igual que ayer nos fuimos a la medianoche. Manzanares es una ciudad tolerable con una hermosa iglesia que podemos avistar en el crepúsculo. La próxima población, Villaharta, en un campo fértil de cereales (Se cultiva bastante azafrán). Está en Castilla la Nueva en un campo de olivos. El Gigüela tiene poca agua. Es un afluente del Guadiana. El origen de la corriente es peculiar. Nace en la Sierra de Alcaraz, es decir en Castilla la Nueva; de repente desaparece después de un corto curso en los pantanos de Alcázar de San Juan. Entre Villaharta y Ciudad Real hay numerosas lagunas que son los Ojos del Guadiana llamadas así a causa de corrientes fluviales que forman de nuevo el río. Lo correcto sería considerarlo como el río Gigüela. Villaharta ha sufrido un desastre durante la guerra de liberación (Guerra de la Independencia) a causa de la valerosa resistencia que opusieron sus habitantes al General Dupont en su camino hacia Andalucia. Fue saqueada y parcialmente quemada.
TALBOT DILLON, JOHN.– Travels through Spain with a view to illustrate the natural history and physical geography of that kingdom in a series of letters. Impreso por S. Price, W. and H. Whitestone. Dublin 1781.
Villarta: Página 446.
Pág. 446: «.. De aquí que sea una hora de viaje al Lugar-nuevo ( Argamasilla de Alba), a orillas del famoso Guadiana, y a solo tres leguas de su origen; hay muchos lagos por aquí que se comunican unos con otros, producidos por fuentes cuyas aguas forman un río, que después de haber recorrido algunas leguas desaparece en unos prados cerca de Alcázar de San Juan. En el verano este río es insignificante pero en invierno ya es necesario cruzarlo por el puente de Villarta. El río reaparece y se hace ver de nuevo a unas cuantas leguas en otros lagos llamados los Ojos de Guadiana (The eyes of Guadiana) por lo que se ha llegado a decir que es un puente donde pacen muchas vacas que están en constante pastoreo.»
QUIN, MICHAEL J. .- A visit to Spain ( Una visita a España). Impreso por Hurst, Robinson and Co. Londres, 1823
Villarte: Pág. 283
Pag. 283: «… Naturalmente miré a mi alrededor para ver los molinos de viento pero no pude descubrir mas de uno o dos que podían existir desde la época de Cervantes. A poca distancia encontramos a dos viajeros armados que nos acompañaron a través de unos campos llenos de olivos ya que el camino tenía fama de ser peligroso para los viajeros.Llegamos a Villarte a las once y media de la mañana. Villarte era antes una población importante pero los franceses la convirtieron en un montón de ruinas a causa de la resistencia que le opusieron sus habitantes. Las casas quedaron sin techo y la metralla hizo añicos sus paredes. Desde entonces algunas de las casas han sido reconstruidas. El resto de la población, en su estado actual, tiene un aspecto miserable. [Asi por encima parece una exageración del escritor pero por estas fechas tiene lugar el viaje «forzoso» de Fernando VII a Andalucia, -digamos que un suave destierro de la Corte-, y en vez de seguir el camino Real de Andalucia por Villarta siguió camino hacia Villarrubia y de allí el camino que llevaba a Manzanares siguiendo el habitual camino de Andalucia. De estos viajes y su vuelta ya con más poder hay suficiente documentación incluso noticia, de peridodicos que hemos publicado en uno de los «poyetes», de su estancia y audiencia al Ayuntamiento de Villarta. Tenemos aqui una nueva denominación de Villarta: Villarte aunque se trataría de un descuido del escritor]
ESTRADA, JUAN ANTONIO.- Población general de España. Sus reynos y provincias, ciudades, villas y pueblos, islas adyacentes y presidios de Africa (Nueva Edición corregida). Imprenta de Andrés Ramirez. Madrid, 1768
Villa-Alta. Página 291
Página 291: «….Villa-Alta. Pueblo y aldea dos leguas de Manzanares, con 100 vecinos en una Parroquia, está cerca del puerto de Lapiche. Son sus frutos trigo y cebada. [Desde 1648 era villa, de acuerdo a la concesión real. 16 años antes se había producido el Catastro del Marqués de la Ensenada, donde se establecía una población de hasta ciento y sesenta vecinos, con indicación de nombre y apellidos del cabeza de familia o vecino, razón por la cual habría que poner muy en duda el dato que aparece en el libro citado. De nuevo aparece otro nombre distinto al real de la villa. ].
HISTORIA DE LAS CAMPAÑAS DE LAS FUERZAS BRITANICAS EN ESPAÑA Y PORTUGAL emprendidas para ayudar a esos paises de la usurpación francesa… Impreso por T. Goddard. Londres, 1812
Villalta, Villa Harta: 156
Pág. 156: «… Sigue Madridejos, con su paseo de álamos blancos y pequeños grupos de árboles. Luego Puerto Lapiche, un pequeño pueblo al pie de dos colinas. Cruzando por un largo y estrecho puente de piedra el Guadiana*, -en su curso a Extremadura, hasta la frontera portuguesa y el mar-, llegamos a Villalta donde se fabrican paños de algodón. [* En el pequeño pueblo de Villa Harta se ha pretendido que el curso del Guadiana desaparece; los geógrafos han asegurado que se oculta antes en unas montañas de otras localidades].
CONCA Y ALCARAZ, ANTONIO.– Descrizione odeporica della Spagna in cui spezialmente si da notiziadelle cose espetantti alle Belle Arti degne dell’attenzione del curioso viaggiatore. Imprenta Real, Parma 1795.
Villarta: Página: 97
Pág.97: «… Casi a la mitad de las cinco leguas que hay hasta Villarta se cruza un pequeño pueblo llamnado las Ventas de Puerto Lapice, famoso por el encuentro de Don Quijote, ya armado caballero, con los monjes benedictinos. Se encuentra entre colinas sembradas de trigo y olivos asi como de viñas plantaciones mas abundantes a lo largo del camino. Antes de llegar a Villarta se cruza por un puente largo y estrecho el arroyo Gijuela que forma en el invierno con abundantes aguas , una especie de laguna que hace muy peligroso el viaje».
LÓPEZ, JUAN.– Traducción del libro tercero de la geografía de Estrabón que comprehende un tratado sobre España Antigua. Imprenta de Viuda de Juan de Ibarra, Hijos y Compañia, Madrid 1789
Villaharta, Giguela. GuadianaPag. 26
Pág. 26: ««… Rio grande de España. Los latinos le conocieron bajo el nombre de Ana, y a este añadieron los moros las dos primeras sílabas del nombre moderno. Nace, según el abate Vairac, en Castilla la Nueva; cerca de Cañamares en una vasta campiña, nombrada por los españoles CAmpo de MOntiel. Sale de ciertos lagos, que llaman en el país Lagunas de Cuadiana o de Ruidera; se pierde debajo de tierra un poco después, y renace por las aberturas u Ojos de Guadiana, desde donde va hacia Calatrava. Allí se engruesa con el río formado por el encuentro de los de Tiansares y Záncara; como también por los de Giguela y Bedija, que tienen una misma corriente desde Villaharta.«
FERNÁNDEZ-GUERRA Y ORBE, AURELIANO. Biblioteca de Autores Españoles. Obras de Don Francisco de Quevedo y Villegas. M. Rivadeneyra, impresor Madrid,1859
Villa-harta de San Juan: 657, 658
Página 657: «… Confinando con los Celtíberos, extendíanse ( en mi opinión) los Oretanos desde Minaya, por Villarrobledo, Peñarroya y Castillo de Cervera hasta Villa-harta de San Juan. Partían lindes con los Carpetanos en el sitio de las Labores, subiendo luego cerca de Urda y bajando por la orilla de los rios Bullaque y Guadiana hasta la desembocadura del Zuja…»
Página 658 «… el fabulador Obispo de Oviedo don Pelayo. Con la Parroquia de Bastra ( Villa-harta de San Juan) tocaba al Oretano; quedándole a este Pulixena o mejor dicho Pólis-tena, ahora dehesa de Zaca-tena. Con Lila, tal vez la casa de Lipa, al sur de Villarrobledo, llegaba a la linde de la diócesis Ergavicense..»
CORTÉS Y LOPE, MIGUEL.- Diccionario Geográfico de la España Antigua. Tomo III. Imprenta Real, Madrid, 1836
Villarta, Murum, Página 215
Pág. 215: «… MURUS. En el camino que detallael itinerario de Antonino desde Laminio a Toledo, la primera mansión puesta en acusativo seguido de la preposición tácita Ad, es Murum, cuyo caso recto debe ser Murus, nombre latino, que significa la pared exterior de una ciudad , que la aprieta, la ciñe y la coarta a cierto y determinado terreno fuera del cual no tiene ni defensa ni refugio, La distancia de las millas es muy varia en diversos códices. En unos VII millas, en otros XXVII, y en otros XVII. Esta es la verdadera medida que se debe adoptar desde Daimiel a Villarta, que es la llamada Murum, y en el Ravenate Moroin. Villarta trae su nombre de villa murada, arctada o ceñida; por esta razón los muros de una ciudad son llamados Cíngulos : porque la ciñen, la aprietan y la coartan. De Daimiel a Villarta hay 4 leguas que son las 17 millas. En el número siguiente desde Villarta a Consuegra en lugar de XXVIII se debe escribir XXXVIII. Asi salen las 95 millas que hay desde Daimiel a Toledo; iguales a 23 y1/2 leguas. Es indicio indubitable de que la calzada iba por Villarta, el puente Romano que hoy mismo se pasa en esta villa sobre el Guadiana; pues tanto los antiguos españoles como los cartagineses y romanos procuraron edificar puentes sobre los rios caudalosos, por los puntos donde iban los caminos , para el más expedito tránsito de las tropas. Entre esta villa y la venta Quesada hay un despoblado en que se conservan indicios de población que sería algún pago o aldea de la ciudad de Murus».
La bibliografía sobre un tema determinado, en este caso, sobre Villarta de San Juan es un apoyo para todos los que estén estudiando algo concreto, pero hay que dejar bien claro que no hay elección en los libros que señalamos sino exclusivamente citamos todos aquellos libros en «los que algo se dicen de Villarta de San Juan», sean para bien o para mal, porque creemos que asi debería escribirse la historia para que sea aceptada. De momento estamos incluyendo las citas que aparecen en los citados libros aunque todos ellos pueden «bajarse» por internet solo marcando los datos que indicamos, pero hay muchos más ya de gran amplitud de los cuales solo podremos dar el titulo por lo gran amplitud en que en ellos se cita a Villarta de San Juan. En cualquier caso en todos los que llevamos incluidos en esta serie de «poyetes» hay un gran coincidencia sobre las opiniones de los diversos autores sobre el puente Romano sobre el Gigüela, así como tambien una información muy coincidente sobre la situación en que quedó Villarta después de la Guerra de la Independencia, aunque esta, curiosamente, casi siempre aparece citada por autores extranjeros y muy pocas veces por autores españoles. Es curiso ¿no?.
José Muñoz Torres, cronista oficial.