BREVE HISTORIA DE NUESTRA IGLESIA EN VILLARTA DE SAN JUAN (II) por José Muñoz Torres

Desde el año 1603, fecha en que se inicia el libro de registros de matrimonios, hemos podido seguir la cronología de los párrocos de nuestra iglesia, al menos los titulares, porque los denominados «thenientes» de cura eran suplentes del titular nombrados la mayoría de las veces por el Prior o párroco de la única parroquia de Villarta de San Juan y que, normalmente, suplían las ausencias del Prior titular aunque la mayoría de las veces actuaban para la celebración de las misas que eran ofrecidas por los difuntos en sus testamentos eclesiásticos. Sin que podamos determinar cual fue la fecha de toma de posesión de los diferentes Priores o párrocos, se podemos dar como fecha de su inicio de su trabajo como cura animarum (curador o sanador de almas). La relación hasta la actualidad es la siguiente:

1603    Frey Gonzalo de la Cueva

1608    Frey Juan Gómez Maroto

1609    Frey Pedro Gallego Mexias

1609    Frey Francisco Escudero

1614    Frey Juan Diaz Calvo

1620    Frey Jerónimo de Quirós

1630    Frey Alonso Mudarra

1642    Frey Jerónimo Maroto Romero

1648    Frey Pedro de Peralta y Verdugo

1654    Frey Diego Zarco Ortiz

1661    Frey Francisco Angel López Nieto (Prior también de Sta. María del             Monte)

1672    Frey Joaquin Cobos y Sotos

1679    Frey Pedro Peralta Verdugo

1692    Frey Juan Manuel Figueroa y Cervantes

1703    Frey Felipe Martinez de Mayorga

1710    Frey Juan Gómez Calcerrada

1715    Frey Julian Malagón Burrio

1726    Frey Francisco Antonio Calero Velasco

1738    Frey Andrés Arias Ortiz

1758    Frey Antonio Folgar  y Torres

1782    Frey Francisco Gregorio de Tejada

1799    Frey José Menchero de Almagro

1800    Frey Blas Olmedillas

1813    Frey José Diaz Pavón (Teniente de Cura)

1816    Frey Juan Alfonso Almeyda

1813    Frey Rafael Moro Guerrero (exclaustrado )

1821    Frey Pedro Malpica y Cabellos

1845    D. José Rodríguez Bujalance

1846    D. Celedonio Rodríguez

1879    D. Epifanio Villanueva

1896    D. Juan de Iznaola

1896    D. Pedro Asensio Romero

1898    D. Pablo Blanco y González

1900    D. Ramón Diaz Crespo y González

1901    D. Marcelo Corrales y Asensio

1903    D. Rogelio García Villanueva

1905    D. Teodosio Cañizares Paz

1918    D. Rogelio García Villanueva

1918    D. Juan José García-Escribano Gallego

1927    D. Manuel Carrillo Baeza

1928    D. José María Mayor Macías (Asesinado en Ciudad Real 1936)

1933    D. Matías Álvarez Rivera (Hasta Julio de 1936. Asesinado en Daimiel)

1939    D. Rogelio García Villanueva (Durante la Guerra civil permaneció en Villarta)

1947    D. Pedro Muñoz Fernández

1951    D. Juan Julián Núñez Almodóvar

1956    D. Pablo  Cea Perea

1962    D. Diego Tercero Salido (Hasta junio de 1962)

1962    D. Pablo Cea Perea (Reingreso desde junio de 1962)

1964    D. José María Moncada Ramos

1969    D. Luis Cavadas Rubio

1976    D. Manuel López de la Nieta Martín-Pozuelo

            P. Felipe Ortuño Marchante, padre Mercedario, párroco de Villarta de San Juan durante la             enfermedad de Don Manuel

1996    D. Valentin Vicente Sánchez Rojas

2007    D. Juan Carlos Pérez Troya

2019    D. Vicente Fernández-Espartero González-Mohino

2021    D. Oscar Martin Biezma (Actual Párroco)

            A lo largo de estos libros-registros parroquiales, aparecen innumerables nombres, unas veces como padrinos otras como testigos, de personas que por su cargo o por su posición, eran dignos de reseñar. Asi, entre otros, aparecen nombres de alcaldes, regidores, escribanos, sacristanes, etc. Algunos de estos nombres son: Juan Ximenez, alcalde ordinario en 1608; Andrés Romero, alcalde en 1621; Antonio de Mayorga, regidor en 1699; El Bachiller Soria, en 1604; Francisco Flores de Paredes, administrador del Portazgo, en 1623; la presencia del apellido Cervantes: Catalina de Mora y Cervantes, Esteban Figueroa Cervantes (1669) o Saavedra: Marina Saavedra (1696), Yepes Saavedra (1752), etc.

            La organización administrativa de las parroquias era la siguiente: Parroquias de Término ( La de mayor categoría), de segundo ascenso, de primer ascenso y parroquias de entrada o primer destino. La parroquia de Villarta pertenecía a esta última categoría, siendo la de Herencia de término, por ello no es raro que el destino inmediato de los párrocos de Villarta, bajo la dependencia de la Orden de San Juan, fuese esta localidad. Así tenemos los casos de Frey Andrés Arias o Frey Pedro Malpica. En el orden jurisdicional, mientras permaneció la Orden de San Juan, Villarta pertenecía a la Vicaría de Alcázar, dentro del Priorato de la Orden y dependencia del Arzobispado de Toledo.

            La organización administrativa del siglo XiX, conlleva una nueva reordenación del territorio eclesiástico, creándose el Obispado Priorato de las Ordenes Militares que coincide con la provincia de Ciudad Real, con motivo de lo cual se abandonan las antiguas Vicarías y se reordena el territorio en Arciprestazgos. Es asi como en 1883, aparece el Arciprestazgo de Alcázar de San Juan, al cual se adscribe la Parroquia de San Juan Bautista de Villarta de San Juan, calificada de primer ascenso (1a). Siendo Obispo-Prior, D. Casimiro Piñera, tiene lugar el Arreglo Parroquial que si bien lleva fecha de 22 de noviembre de 1902, no se lleva a la práctica hasta el 1 de mayo de 1904(26). En este Arreglo, se vuelve a la clasificación antigua de parroquias de entrada, ascenso y término, quedando incluida la de Villarta como de entrada dentro del Arciprestazgo de Alcázar. Con dichos Arreglos a los párrocos se les asigna una retribución en función de la categoría de su parroquia, siendo la de la Parroquia de Villarta de 900 ptas. anuales. Esta organización permanece invariable hasta el arreglo del Obispo Estenaga el 2 de febrero de 1925 (Decreto «Sobre la actuación de los Arciprestes y aumento de arciprestazgos»). Esta reordenación supone la desmembración del antiguo territorio de la Orden de San Juan, asumida en la provincia de Ciudad Real por el Arciprestazgo de Alcázar, pasando a depender desde ese momento, la parroquia de Villarta  del arciprestazgo de Daimiel. Sin embargo, el 19 de mayo de 1971, el Obispo D. Juan Hervás, procede a una nueva reordenación, volviendo nuevamente la parroquia de Villarta a su arciprestazgo primitivo de Alcázar. Finalmente, siendo ya Obispo D. Rafael Torija, se efectúa una nueva reordenación que, como principal caracteristica, contempla los arciprestazgos como territorios, sin capitalidad fija, creandose, en lo que nos afecta, el Arciprestazgo Mancha-Oeste, con un territorio equiparable al antiguo de Daimiel, al que pertenece desde entonces Villarta. La capitalidad del mismo está en función del párroco elegido como arcipreste y por tanto en los últimos años, han sido cabecera de nuestro arciprestazgo, Daimiel, Villarrubia y Malagón.

            A la vista del patrimonio inmueble de la Parroquia de Villarta, no mucho mayor en otros tiempos, se puede afirmar que la Iglesia en Villarta sólo ejerciese un poder sobre las voluntades, sin que el mismo pudiese forzar un poder sobre los bienes. Esta puede haber sido una de las razones por las que, salvo la última guerra civil, la iglesia como institución no haya sufrido presiones, sino que simplemente ha sido aceptada y respetada. Otra razón es que la Iglesia, a nivel nacional, se haya visto eminentemente protegida por los poderes públicos, subordinando muchas actuaciones civiles al cumplimiento de normas y observaciones religiosas. Sin embargo, es curioso, y sería necesario analizar el hecho incoherente, de que cuanto más protegida se encontraba la iglesia, menor era la presencia de fieles.

            En cuanto al patrimonio, ya hemos dicho que el mismo era muy escaso tal y como se desprende del Catastro del Marqués de la Ensenada: unas pocas tierras de escaso valor, que en cualquier caso fueron desamortizadas. El patrimonio quedó reducido a la casa parroquial, a la propia iglesia y a los terrenos del antiguo cementerio, que posteriormente fueron donados al ayuntamiento. En cuanto a las alhajas e imágenes que, como hemos visto, debía asegurar el sacristán, desconocemos su valor e importancia, aunque podemos asegurar que la mayoría de las destruidas en 1936, serían posteriores a 1813, después de la Guerra de la Independencia. No obstante por los datos recogidos en los diversos registros parroquiales hemos de hablar de la existencia, al menos de las siguientes imágenes:

            Año 1575 (Relaciones de Felipe II):

                        San Gregorio Nacianceno (Se le celebra procesión)

                        Ntra. Señora de la Concepción

                        Ntra. Señora de la Paz.

            Año 1653 (Libro de Colecturia)

                        Virgen del Rosario (Misa de difuntos en su altar)

            Año 1752 (Catastro)

                        Santiago Apóstol

            De otras joyas queda constancia a través del testamento de D. Juan José de Austria

» En efecto, y en la fecha de 3 de julio de 1685, don Antonio Ortiz de Otalora, caballero de la Orden de Santiago y secretario del Consejo de Indias, en nombre de los testamentos de don Juan José de Austria con Simón Navarro «platero de Cámara de la Reina nuestra señora», para que realizara «diferentes piezas de platta blanca y dorada de que necesittan las yglesias de los prioratos de San Juan, que eran del cuidado de Su Alteza el darlas». Las piezas y los pueblos fueron los siguientes:Para la Yglesia de Villartta a de hacer dicho Simón Navarro(27) un caliz de plata sobre dorado que no exceda su pesso de quatro marcos y medio»(28).

            El mes de julio de 1936 fueron destruidas todas las imágenes existentes, desconociendo el paradero de los objetos preciosos, cálices y otros objetos de metal, que posiblemente fuesen recogidos por la Junta de Patrimonio ya que al menos uno de los cálices fué devuelto después de la guerra a nuestra parroquia. El impacto de la guerra civil y sus terribles consecuencias fué el motivo para que después de la misma se desencadenase una necesidad de manifestar lo más publicamente posible la religiosidad de cada familia, lo que originó un número considerable de donaciones, especialmente imágenes que se amontonaron en nuestras iglesias, hasta que las conclusiones del Concilio Vaticano II, mal interpretadas, terminaron suprimiendo dichas imágenes y almacenándolas en sacristía o lugares sin culto. (Hay noticias de que la Junta Delegada del Tesoro Artístico de Madrid en la provincia de Ciudad Real se solicitó que el grupo de Ciudad Real «desviaran su trayecto por Villarta de San Juan para hacerse cargo de un cuadro del siglo XVII con un magnífico marco». IPCE Junta Central del Tesoro Artístico. Correspondencia, Manzanares, 9-IV-1938″ En cualquier caso pienso que el cuadro debería ser del siglo XIX y posiblemente obra de Narciso Gónzalez Velazquez, el cual pintó para la iglesia de Villarta de tres cuadros: Uno de San Juan Bautista, otros de San Francisco de Asis y otro de San Carlos Borromeo. Por esa fecha había pintado el cuadro de la Purísima de Herencia En cualquier caso en los informes remitidos por los responsables parroquiales después de la Guerra Civil, se dice categóricamnte que la Iglesia de Villarta no sufrió daño alguno remitidos.

NOTAS:

 (26) JIMENO CORONADO, JOSÉ.- Cien años del Obispado-Priorato de las Ordenes Militares. IEM. Ciudad Real, 1977. Pág.270

(27) Simón Navarro era un platero madrileño que se convirtió en platero de Cámara de la reina Mª Luisa de Orleans, esposa de Carlos II. (28) BARRIO MOYA, JOSÉ LUIS.- Los objetos de plata regalados por D. Juan José de Austria a iglesias del antiguo Priorato de San Juan.- Cuadernos de Estudios Manchegos. Nª 16 Págs. 191-192.- Ciudad Real 1985.

José Muñoz Torres, Cronista oficial


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