Con este «poyete», van a ser ya veinte el número de los mismos en los que se habaln y citan libros en los que algo se dice sobre Villarta de San Juan. Por ese motivo quiere recordar uno de ellos que llevaba por título: «Y SIN SABER CÓMO, CUANDO CREEMOS QUE VAN A HABLAR DE VILLARTA (DE SAN JUAN, que se nos olvidó ponerlo), SE HACE UNA PAUSA O UN TRISTE SILENCIO Y…». En él decíamos: » El comentario que me hago cuando encuentro un libro en que se habla de Villarta es: «¡por algo será!». Cuando encuentro numerosos mapas antiguos en el que aparece el nombre de Villarta -bien señalado y con buena letra, a veces con una tipografía mucho mas atrayente que la de otros pueblos vecinos mucho mas importantes- el comentario es el mismo: «¡por algo será!». Al contrario, cuando en nuestra opinión sí debería figurar alguna mención a Villarta y por más que leemos no la encontramos, el comentario es un poco distinto: «¿Por qué será?». ¿Tuvo alguien un interés especial en que ese puente no se terminara? ¿Por qué sería?
Puente de los «malecones» en Villarta. ¿ Sería ahora igual Villarta de San Juan ? (Archivo Personal)
Pero antes de hablar de ese tema, me vais a permitir que comente o recuerde lo que hablando del Hospital de Alcázar decía en otro de los «poyetes» porque creo que el sentido de la historia [ que ahora no hace falta esperar muchos años para que se olvide lo que hicimos ayer,… ] es aprender de errores y olvidos que hemos cometido para no repetirlos. Ese comentario terminaba con un refrán, una definición y una frase:
La salud no tiene precio y el que la pone en riesgo es un necio (Del refranero español).
Conjunto de servicios gubernativos ordenados para preservar la salud del común de los habitantes de la nación, de una provincia o de un municipio (Diccionario de la Real Academia de la Lengua. Acepción 4).
¡Qué tiempos serán los que vívimos, cuando hay que defender lo necesario (Bertold Brech).
Decía así:
Me vais a permitir, para finalizar, que baje al ruedo de lo emocional porque no cabe la menor duda de que la historia del día a día de este hospital la sabéis los que estáis, los que nos hemos jubilado y los que nos dejaron para siempre. Pero además no podéis olvidar que la historia próxima de este centro la tendréis que escribir los que ahora estáis y los que estén en un futuro. Personalmente, yo tuve la gran suerte de venir a un hospitalillo entrañable para adecuarlo al sistema INSALUD y una vez hecho eso, volver a mi lugar primitivo de trabajo (a mi «otro hospital»: «El Virgen de Altagracia», de Manzanares). Pero no fue asi y el «hospital del año que viene» fue para mi una experiencia inolvidable y un lugar donde encontré gente dispuesta a hacer de este centro un gran hospital. Me encontré con gente desinteresada, personas que después de haber montado un servicio, al serle ofrecida su jefatura declinaba ese ofrecimiento porque pensaba que había personas mucho mas capacitadas que él para ejercerlo [Sé que no es muy partidario de que lo diga, pero ese fue el caso concreto del Dr. D. Fernando González del Valle, actual Jefe del Servicio de Oftalmología ¿Cuántos premios internacionales y nacionales lleváis ya, Fernando?]. Personas que supieron hacer su trabajo con ánimo de superación, personas que desde su puesto de celador eran un primer bálsamo [Como olvidar a Victor Castellanos, celador en urgencias] para los enfermos que entraban por la puerta de urgencia, etc. Lo que si es seguro es que muchísimas iniciativas de todos vosotros fueron acogidas por los diversos equipos directivos y buena prueba de ello son las actuaciones que se hicieron como implantes de condrocitos, implantes cocleares, trasplantes de córneas que hicieron de este hospital referencia regional, etc. No puedo olvidar, porque es de estricta justicia, además, de que, de alguna manera, me vi implicado, la actuación del Dr. Sevilla Hernández-Mora en Radiologia, en el tema de imagen digitalizada, conjuntamente con los informáticos del Centro: Julia, Francisco Javier y Agustín que en colaboración con la Corporación Sanitaria Parc Tauli de Sabadell, a través del convenio que el Hospital estableció con UDIAT de la antedicha corporación sanitaria con anterioridad a 2000, hicieron posible el programa IKONOS del SESCAM de proyección internacional sin que, desgraciadamente, se reconocieran como se debía, la autoría del mismo por nuestros compañeros. Perdonad que no cite tantos y tantos momentos, perdonad incluso que no diga nombres que me fueron habituales todos los días, con los que conviví durante todos estos años, con los que luché por este hospital pero podéis estar seguros de que vuestro recuerdo no se borrará. Gracias, en cualquier caso, Lorenzo Molina por tu inestimable ayuda en recopilar datos sobre este tema. Todos coincidimos en que corren malos tiempos para la sanidad, para el hospital y, como la señal del agua tras la tormenta, se ven aún, en las alturas, obras sin terminar como diciendo hasta aquí llegamos,…; pero siempre han existido estos momentos y sólo el trabajo y la ilusión por superarlos es lo que ha hecho que este hospital [Al igual que cualquier otro establecimiento sanitario] esté donde está; pero ¡Cuánto cuesta a un hospital de un pueblo llegar a conseguir sus deseos! Hay muchos proyectos pendientes, incluso proyectos que fueron aprobados aunque no realizados; pues retomadlos, reclamadlos, porque este hospital merece la pena y ninguna de las cosas que se pidieron fueron caprichos y los resultados lo demuestran. No os escudéis en que antes era otra cosa, sino pensad en que el mañana puede ser mejor con vuestro esfuerzo y con vuestra ilusión. No os pido que nos recordéis a los que ya no estamos en la brecha, recordarnos si creéis que merece la pena nuestro recuerdo; pero sobre todo recordad y mirad al que tenéis a vuestro lado. Al que os necesita, al que es capaz de hacer algo nuevo cada día, al que sonríe porque es feliz en su trabajo, al que está triste porque tiene que estar alegre para los nuevos tiempos que sin duda llegarán. Al que cae porque tendréis que levantarlo, al que sube y sube porque tendréis que prepararle para una muy posible caída, al que cree saberlo todo porque tendréis que enseñarle todo cuánto aún no sabe; al que cree no saber nada porque de él tendréis mucho que aprender. Mirad con detenimiento al que calla porque quizá nunca haya sido escuchado; al que tanto habla porque tendréis que enseñarle la bondad del silencio; hacerle ver al que manda que sepa mandar pues a él también le gustará estar bien mandado; comprended bien al que obedece porque tenéis que estar convencidos de que alguna vez puede mandar. Haced ver al que todo lo tiene claro que puede ser el rey de los ciegos; Recordad y haced recordar al que todo lo supedita al venturoso viernes, que el lunes también existe ….Es seguro que pasarán nuevamente otros veinte años, que se celebrará otro nuevo aniversario, pero también es seguro que sin vuestra ilusión, sin vuestro esfuerzo, esos aniversarios serán vacíos. El hospital será el resultado del dinero que pueda y deberá invertirse, que es fundamental, sino también fruto de vuestro trabajo y del apoyo que la sociedad debe daros y no sólo de palabras interesadas del que busca otras cosas ajenas al buen servicio de un sistema sanitario. Y cuando os tengáis que ir, que llegará ese momento, marchad con las maletas henchidas de recuerdos, de buenos y malos que ya tendréis tiempo de olvidar los últimos para recrearos en los buenos. Partid con el recuerdo de ese compañero con el que sólo habéis cruzado un ¡adios! diario durante tantos años. Marchad llenos de esfuerzos compartidos. Partid con el recuerdo de que vuestro esfuerzo ha merecido la pena, porque aunque no os lo creáis merece la pena ser recordado por el trabajo bien hecho por muy sencillo que pueda parecer a pesar de todos los inconvenientes que todo ello os hayan deparados y que a veces los provocan los que por respeto y obediencia deberían ser fieles a unas buenas actuaciones prometidas o juradas.[JOSE MUÑOZ TORRES.Breve historia del Hospital de Alcázar de San Juan: nuestro hospital. «Poyete» del 15 de septiembre de 2018]
Sin que hubiesen variado las circunstancias por las que se aprobó la resolución adjunta del año 1999, las personas que entonces la firmaron ¿lo hubieran hecho en los mismos términos en la actualidad?. Quizás si, quizás no. Aunque pudieran ser iguales casi seguro que ahora no se firmarían.
Hechos estos recordatorios volvamos a nuestros libros. Porque de lo que se trata es de valorar en su punto justo que es lo que pretendemos al hablar tanto de nuestro pueblo o de lo mucho o poco que de él se habla. Y, antes de ninguna otra cosa, hemos de recordar que la historia que se escriba de estos momentos y de lo que de ella pueda entreverse, es simplemente la historia que en estos momentos estamos haciendo, aunque luego, manden quien mande y la escriba quien la escriba, la cuenten interesadamente de una forma o de otra. En lo que se refiere a Villarta de San Juan (perdonad que insista llamado de muchas otras forma: Villa Harta de la Orden de San Juan, Villaarta de San Juan, entre otras muchas formas que se escribieron a causa de errores ortográficos o simplemente porque alguien confundió los carácteres con los que el nombre correcto de Villarta se había escrito) no se ha sabido, querido o podido explicar su verdadero interés. Pero la verdad es que hay datos que se han omitido, porque a la historía general que hoy pueda contarse no parece interesarles las pequeñas circunstancias y esas pequeñas circunstancias han podido ser origen de actuaciones erróneas, como mínimo, que a veces han sido interesadas. Si alguien se molestase en analizar, sin buscarle «tres pies al gato», todas las circunstancias, que están escritas, podría encontrarle explicaciones a lo interesadas de algunas obras viarias que a lo largo del tiempo se han realizado en nuestro entorno. La última que no llegó a realizarse es la que ya hemos comentado en otras ocasiones. Me refiero a una de las alternativas para el desarrollo de la autovia de Andalucia a su paso por Villarta. El autor de la misma, explicando la barbaridad de su propuesta, comentaba que era una de las posibilidades (pero es evidente que podían haberse estudiado mas barbaridades). En resumen esta posibilidad totalmente desechada era la de que una de las dos vias para cruzar Villarta era la que pasase por el propio pueblo ( siguiendo la misma trayectoria de la antigua carretera). Por algo sería que las reparaciones del puente viejo o romano, tuviesen tantas repercusiones fuera de nuestras fronteras. Las obras de una de estas reparaciones fue pregonada no solo en lugares vecinos al nuestro sino hasta en las villas del cantábrico, donde se consideraba la patria de los maestros canteros.¿Por que no se terminó el puente iniciado en el año 1805 sobre el Gigüela? ¿Por qué se desecaron las «tablas de Arenas-Villarta? ¿Por qué se construyó la carretera desde Puerto Lápice a Ciudad Real por Daimiel y no desde Villarta a Ciudad Real pasando por Daimiel? ¿Por qué…? Pues las razones de tantos y tantos por qué se pueden llegar a saber dandoles el valor necesario a pequeñas noticias que permanecen escondidas en archivos.
Así que citamos algunos de estas publicaciones en las que la única razón posible sería contestar a las preguntas que nos hacíamos al principio: ¿Por algo será? o simplemente ¿Por qué será?
Viage de la Serenísima Reyna Dª Mariana Ana de Austria. [Fuente: Biblioteca digital.rah..es]
JERÓNIMO MASCARENAS. Viaje de la Serenísima Reyna Doña Maria Ana de Austria , segunda mujer de Don Felipe IV, Madrid, 1650 Ed. de Diego Diaz de la Carrera. R.A. de la Historia.
Villaharta: Pág. 39
Pág. 39 «… durmiendo el dia diez y ocho en Valdemoro, lugar de los Duques de Lerma, Iueves diez y nueve cinco leguas, en la villa de Ocaña, caveza de Partido de la Orden de Santiago, Viernes veinte, cinco leguas de Ocaña, en la Villa de Tembleque, lugar de la orden de San Juan. Sábado veinte y uno hizo jornada a Consuegra,Villa también del Priorato, cinco leguas de Tembleque. Domingo veinte y dos durmió en Villaharta, lugar de la Orden de San Juan, cinco leguas de Consuegra. Lunes veinte y tres, la misma distancia, en Manzazares,…»
[Hemos de resaltar la indicación de que Villarta es aún en aquel momento un lugar, pedania o aldea, dependiente de Arenas o Alcázar de San Juan que hay dudas sobre cual de las dos, la denominación y concesión de Villazgo tuvo lugar en junio de 1648. Por otro lado hemos de presuponer que en Villaharta en aquel momento existiese alguna casa que pudiera albergar a la Reina y esta podría ser la de la Familia Mexía Bocanegra, uno de cuyos miembros había ostentado el nombramiento de Gobernador de Puerto Rico y Mariscal de Campo en la Guerra contra Portugal].
REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA. DICCIONARIO BIOGRÁFICO ESPAÑA (https:/dbe.rah.es/busqueda MUÑOZ TORRES, JOSE. Voz Mesia Bocanegra, Cristobal)
Mesía Bocanegra, Cristobal. Villarta de San Juan (antes Villaharta) (Ciudad Real), 1568-1570 – ?, s.m. s. XVII. Maestre de Campo, gobernador, caballero de la Orden de Santiago.
Nació en el seno de una familia de hidalgos de privilegio, según hace constar expresamente su abuelo paterno, Pedro Mexía, en el proceso de petición ad perpetuam rei memoriam de la ejecutoria de hidalguía. Fueron sus padres Cristóbal Mexía Bocanegra y Elena Soria de Bocanegra, que reunieron en un mismo patrimonio las posesiones de las dos familias más acaudaladas de la villa.
El único cargo administrativo al que habían accedido hasta entonces (cualquier miembro de la familia) era el de alcalde por el estado de los hijosdalgo. Este cargo, dado el corto número de hidalgos de la población, recía con mucha frecuencia en las familias de los Messía Bocanegra y de los Soria, hasta tal punto, que él mismo fue elegido alcalde, por el citado estado, a la edad de dieciséis años.
Antes de cumplir el año en el desempeño de las funciones de alcalde “se alistó por soldado y se fue a la guerra con muy gran sentimiento de su madre que entonces era viuda”(declaración de uno de los testigos, Magdalena González, en el interrogatorio de las pruebas de caballero de la Orden de Santiago [Archivo Histórico Nacional (AHN), Órdenes militares. Santiago. Pruebas de Caballero. Exp. 5260].
Después de muchos años al servicio del rey, en las guerras de Flandes, fue nombrado capitán por el Archiduque Alberto en 1615. En el año 1618 fue designado por el Consejo de Guerra del rey para hacer un informe sobre las torres de costa de Andalucía, desde el límite con Portugal hasta las costas de Murcia, como primera medida para una mejor defensa ante los ataques de berberiscos y de las flotas enemigas europeas. Las observaciones sobre el estado de las defensas las recogió en un escrito titulado Relación del estado en que se hallaban las torres de la costa de Andalucía y lo que es menester para su defensa. El informe está fechado en Madrid, el 25 de mayo de 1618. La importancia de este informe dio lugar a una serie de actuaciones que fue recordada muchos años después: “[…] determinaronse pues a edificar en toda la costa desde el extremo occidental del reino de Granada, que corre hasta cerca del Guadiaro a tres leguas i cuarto de Gibraltar, hasta los límites del reino de Portugal distrito que se extiende sesenta i tres leguas. Levantaronse cuarenta y cuatro torres y castillos con proporcionadas distancia i situación para que de una a otra se pudiese descubrir los hachos que las escuadras levantaban de noche i las ahumadas que daban las atalayas de día para poner en armas mui breve tiempo toda la marina”(Ignacio López de Ayala, Historia de Gibraltar, Madrid, 1782, págs. 265-266).
El 25 de agosto de 1621 fue designado, por el Conde Duque de Olivares, para el “corregimiento de Jibraltar”, en cuyo cargo permanecerá, al menos, hasta 1627 fecha en que el ingeniero militar Luis Bravo de Acuña se presentó en Cádiz con una Cédula de orden del rey por la cual “rogaba a D. Cristobal Messía Bocanegra, Corregidor y Capitan a Guerra de Gibraltar y demás justicias de ella para que en todo y por todo guarden y cumplan las órdenes que diéredes.”.
Un hidalgo alistado en el ejército podría ascender hasta el grado de capitán o maestre de campo y, si hubiese sido mencionado en alguno de los despachos, era posible obtener un hábito o una encomienda en una de las órdenes militares de España. El rey ordenó, el 24 de marzo de 1625, que se iniciaran los trámites para la concesión del hábito de la Orden de Santiago que Cristóbal Messía Bocanegra le tenía solicitado. En este momento ostentaba ya el grado de maestre de campo; así lo declara Juan Carrillo de Albornoz, otro de los testigos que declara en el proceso. El 21 de abril de 1625 en una nota breve se dice: “[…] despachese el habito de Santiago que su magd a hecho md a don xhoval messia bocanegra natural de Villaharta en la mancha dad e el conjo a 21 de abril de 1625” [AHN. Órdenes militares. Santiago. Pruebas de Caballeros. Exp. 5260].
Ejerció como sargento mayor (comandante) de las fuerzas de las plazas de Pamplona y Burgos. El 7 de noviembre de 1630 fue designado “como gobernador y Capitán General de la Isla de San Juan de Puerto Rico [Archivo General de Indias (AGI), Legajo Santo Domingo, 2294, citado por E. Vila Vilar en su obra Historia de Puerto Rico], aunque no llegó a ejercerlo pues fue nombrado maestre de campo general de la gente de guerra de la ciudad de Lima. Participó en la guerra contra los holandeses (“La guerra del azúcar”). “A consulta do Conselho de Portugal de 9 de junho de 1633 dava avisos sobre a falta de gente para defender Pernambuco dos inimigos […] Esta continha instruçoes sobre a carta a ser escrita ao governador geral do Brasil, Diogo Luis de Oliveira para que do terço de Mexia Boca Negra, mestre de campo que asistía na bahía, fossem enviados logo a Pernambuco duzentos soldados castellanos esclhidos entre os melhores […]”[Roselli Santaella Stella, Instituçoes e gobernó español no Brasil (1580-1649)]. Desde allí, solicitó el desempeño del cargo de “maestre general general del Perú para ir a servirlo”. Posteriormente, por nombramiento del 17 de marzo de 1636, pasó a desempeñar la gobernación del Presidio de Callao.
De vuelta a España, en 1638, estuvo presente en las jornadas de Fuenterrabía de la que había sido nombrado gobernador. En 1639 el rey Felipe IV ordenaba a D. Joao [de Braganza], que partisse logo para Montemor por se o ponto mais adecuado para a boa organisaçao dos apercibimientos militares, e que, apenas chegado, avisasse a duquesa de Mantua, a fin de inmediatamente pasarme aquella villa o mestre de campo general D. Diogo de Cárdenas, e os Mestres de campo Sebatiao Granero[junto al que Mexia había participado en la campaña de Guipuzcoa], D. Christovao Mexia Bocanegra, e Diogo Luiz de Oliveira […]”[Luiz Augusto Rebello da Silva, Historia de Portuga nos seculos XVII e XVIII]. Formando parte de la Junta de Portugal, presidida por el Duque de Braganza, continuó en Lisboa en los acontecimientos previos a la restauración. Después de unos días accidentados, los miembros de la Junta de defensa fueron enviados a distintas partes, “[…] solo al Maese de Campo Don Cristóbal Boca-Negra, del Consejo de Guerra, del Orden de Santiago, le retuvieron en la prisión que siempre estuvo y habiéndole mandado apercibir para llevarle preso fuera de Lisboa, dixeron que por falta de dinero le habían dejado.”[Seyner, Fr. Antonio, Historia del levantamiento de Portugal, por Pedro Lanaja y Lamarca]. Quizás fuese este el destino del valeroso hidalgo Cristobal Mesía Bocanegra.
Fuentes y bibl.: AHN, Sección Ordenes. Santiago. Exp. 5260. Pruebas de Caballero de Cristobal Mesía Bocanegra; AGI, Legajo Santo Domingo, 2294; Archivo Diocesano de Ciudad Real, Parroquia de San Juan Bautista, Libro 1º de matrimonios (1603-1661).
F. de Montemayor, Historia General de Francia, t. IV, Madrid, Vda. de Juan Muñoz,1760, pág. 213; I. López de Ayala. Historia de Gibraltar. Madrid, 1782; J. de Palafox y Mendoza, Sitio y socorro de Fuenterrabía y sucesos del año 1638, Madrid, Imprenta de Jerónimo Ortega y Herederos, 1793, págs. 108 y 144; C. Gil Roldan, Glorias de los hijos de San Juan de Dios N.P., Madrid, Vda. de Juan de Ibarra, 1796, pág. 37; I. da Costa Quintella, Annaes da marinha portuguesa, t. II Lisboa, Typografía da Academia Real das Sciencias, 1840; L. A. Rebello da Silva, Historia de Portugal nos seculos XVII e XVIII, Lisboa, Imprenta nacional, 1869, pág. 40-41; E. Vila Vilar, Historia de Puerto Rico (1600-1650), Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1974; J. F. Schaub, La visita de Diogo Soares: un próces politique en Castille au 17e siecle. Franfurt, Johannes-Michael Sholz, ed. 1994, pág. 27; Le Portugal au temps du Comte-Duc D’Olivares (1621-1640) Le conflit de juridictions comme exercice du la politique. Madrid, Casa de Velazquez, 2001, pág. 237; J. Muñoz Torres, Don Cristóbal Mesía Bocanegra. Un hidalgo de Villarta de San Juan e ilustre militar en la convulsa España del XVII (Premio “Villarta de San Juan”), Puertollano, Ediciones C&G, 2012; A. J. Sáez Rodríguez, “Las Costas de Tarifa en la descripción de Mesía Bocanegra de 1618”, en Aljaranda n.º 54 (noviembre de 2014), págs. 20-23.
José Muñoz Torres
SEVILLANO CALERO, FRANCISCO Y SOLER PASCUAL, EMILIO. Diarios de Viaje de Fernando VII (1823 y 1827-1828).Volumen 30 de Norte Crítico. Publicaciones de la Universidad de Alicante, 2013
Villaharta Pág. 238
Pág. 238 Sabado 8. Por la mañana salimos a las 7 menos 4 minutos, y llegamos a Villaharta a las 9 y media; comimos a las 11; antes de comer besaron la mano el Clero y Aayuntamiento de Villaharta; Diputación del Ayuntamiento y Realistas de Alcázar de San Juan; el Ayuntamiento de Arenas de San Juan y los voluntarios realistas de Caballeriae Infanteria de Villaharta. Por la tarde salimos a las 12 y 3 cuartos; y llegamos a Madridejos a las 3 y 5 minutos. Después desfilaron las tropas que forman parte de la División de Bessieres; son hermosas en particular los lanceros.. [Está información está extraida de la publicada por el periodico el Restaurador nº 120 del 11 de noviembre de 1823.
Diario El Restaurador. Nº 120 de 11-11-1823 (Fuente: Hemeroteca Digital B.N.E.]
José Muñoz Torres, cronista oficial.