Algunas veces el ser humano es tan ambicioso que piensa que todo lo que existe puede ser explicable con sólo dedicarse a ello con ahinco y echando mano de todas las posibilidades que depara la cada vez más numerosa bibliografía sobre cualquier tema, las posibilidades que nos brinda la arqueología para la datación de monumentos y en ese afán de parecer contar con todos los mimbres nececarios para hacer el cesto, resulta, que a veces, el simple y antiguo camino del que nos hablaba la tradición ha desaparecido de nuestro entorno y las grandes circunstancias que nos podía deparar su descubrimiento se queda en «agua de borrajas», sin saber ya por donde iba ese antiguo camino ni que sitios importantes ponía en comunicación. El profesor Fernando SAENZ RIDRUEJO, en su última clase como profesor de la ETS. de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Madrid, ante una fotografía del puente romano de Mérida, decía: «… que se había ido reconstruyendo y reconstruyendo como casi todos los puentes romanos o antiguos, que tienen una historia de destrucción por los ríos o las guerras que son todavía más perniciosas que los rios» [FERNANDO SAENZ RIDRUEJO. La ingenieria clásica y su influencia en el urbanismo actual. ETS de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.Madrid 20 de mayo 2009]
Que no se nos olvide a los que reconstruyeron más cosas. ( San Juan es buen momneto para recordarlos
Y es que la historia de un puente, su larga o corta historia, su tranquila o ajetreada historia, no puede encontrarse solo escrita en las piedras que lo conforman, ni en la historia que de él nos cuentan personas, algunas de las cuales no conocen qué ha sido ese monumento, qué era lo que había en su entorno y todo, quizás, porque a falta de material sobre el cual algo puedan encontrar los arqueólogos, escritos donde algo puedan leer e interpretar historiadores, no se ha sabido ( o no se ha querido) tener en cuenta la historia hablada, la tradición que nos han ido dejando nuestros antepasados, y el conocimiento de su entorno, tan cambiante, tan cambiado que, donde antes se podía imaginar un puente, ahora solo se puede ver e imaginar una locura consentida. Por otro lado hay que tener en cuenta que cuando una obra pública antigua sigue en pie es por la sencilla razón de que era vital y esa necesidad ha requerido que su conservación, mantenimiento y su reparación, sobre todo esto último, impusiera, sobre todo, que se actuase con urgencia y por esta razón, la reparación no podía ser ortodoxa, es decir, realizándola en función de todas las claves y estructuras aquitectónicas preexistentes sino aquellas obras que permitiesen poner en funcionamiento, el servicio que la estructura venía prestando. En nuestro puente, para muchos, que solo se fijan en lo solo aparente y que el conjunto de tantos y variados arcos u «ojos» no dejan ver bien claro el puente tan sencillo y con tanto que decir que permitía pasar sin apuros por un pantanoso vergel que casi lo tapaba; algunos de los que se acercan a él buscaban datos de su cimentación sin darse cuenta de que en ese pantano, sobre el que se «tendía» el puente, era díficil encontrar la roca madre sobre la que cimentar.
Reconstrucción durante la Guerra de la Independencia (Recreación del proceso de reconstrucción de uno de los dos arcos destruidos, concretamente en nº 7) [Recreación del citado proceso. Imagen personal)
Algunos de estos cambios o restauraciones, aunque lo mas concreto sería denominarlos «arreglos», provocaron un cambio de la estrucutra de dos de los arcos, como podemos ver en el actual arcon nº 7, como consecuencia de su destrucción durante la guerra de la Independencia, concretamente en el año 1809, perfectamente identificables en la actualidad. Como diría el profesor SAENZ RIDRUEJO, «esta sería, en cualquier caso, la solución más deseable para una restauración muy concreta ya que va a demostrar cómo y cuando se produjo». Pero normalmente los «arreglos» o reparaciones del puente quizás a lo largo de su historia hayan sido menos agresivas aunque si más continuadas, sustituyendo las partes más antiguas, dañadas o desgastadas, lo que, poco a poco, ha hecho que el puente haya perdido vestigios de antigüedad. En cualquier caso pensamos que el estudio de los procesos de arreglos o reformas de los que tenemos noticias, pueden servir para ir descubriendo parte de lo perdido al mismo tiempo que sirve para reconocerle una antigüedad mucho mayor de la que algunos expertos dicen, aunque el único motivo que estos pretendan solo sea evitar reconocer su «romanidad» (su origen romano).
El profesor E. Lévi-Provençal decía al respecto de puentes:
» …las características geográficas de la peninsula, sus rios pasan, con frecuencia y bruscamente del extremo estiaje, en que los puentes parecen de tamaño desmesurado para las escasas o ningunas aguas que pasan bajo sus arcos, a sufrir embates de enomes creidas que amenzan sumergirlos y con frecuencia los arruinan (…) los musulmanes españoles siguieron la tradición en la construcción de sus puentes sin mas innovación que convertir casi siempre los arcos semicirculares o escarzanos de aquellos en arcos de herradura y aparejar los muros sistemáticamente con sillares alternados a soga y tizón…» [E. LÉVI-PROVENÇAL, Historia de España. T. V. Espasa-Calpe. 1982. Pág.621]
La verdad es que, poco a poco, con más trabajo y menor reconocimiento del que fuese conveniente [lo digo por el puente] es que las cosas van poniendose en su sitio, no por si sólas, pero si con un poquito de ayuda. Para un historiador o arqueólogo profesional, la existencia de las tres Villaharta, hubiese sido, -en principio- un obstáculo que, dado el poco interés histórico que podía haber en juego, les hubiese hecho dejar la investigación aparcada con alguna explicación absurda a la que algunos nos tienen acostumbrados. En nuestro caso la atribución a la villa de Villaharta de Córdoba, de algunas circunstancias concretas y el hecho de habernos embarcado en su investigación ha hecho que podamos, poco a poco, ir dando cierto «lustre» o interés a nuestro olvidado pueblo, aunque hay muchos que pasan sigilosamente por él, incluso como dicen algunos, tan sigilosamente que hablan incluso de «un largo puente cerca de Puerto Lápice».
Afirman algunos autores que el puente sobre el río Gigüela a su paso por Villarta de San Juan no había sufrido reformas de consideración, una vez que quedó meridianamente demostrado que la restauración llevada a cabo por Hernán González se había llevado a cabo en el puente de Villarta de los Montes (Badajoz). Está conclusión era algo sorprendente sobre todo teniendo en cuenta el gran número de referencias históricas sobre la existencia del citado puente desde el siglo XIV, además de ser portazgo y puerto real para las cabañas de ganados de la Mesta. Su mantenimiento, sobre todo teniendo en cuenta el desgaste de la calzada por el paso continuo de ganado lanar, era inevitable para poder mantener el servicio y es posible que haya mucha documentación en los archivos antiguos sobre estas obras continuas. Y poco a poco, van apareciendo, al menos las dos importantes y documentadísimas de principios del siglo XVII (1609) y finales del mismo siglo (1690). En este «poyete» vamos a hablar de las obras llevadas a cabo en el año 1609 bajo la dirección del maestro de Cantería Martin de Artache.
De las dos obras de reparación citada hemos hablado largo y tendido y, quizás, leyendo los dos documentos existentes en el AHN (aunque no me cansaré de repetir que adscritos indebidamente), se nos escapan lo que se dice en ellos sin que le demos suficiente importancia. Por eso vamos a intentar resumir un poco los motivos de la reparación y quienes intervinieron en ella. Dejemos claro, en primer lugar, que el hecho de estar en Villarta no suponía muchos privilegios o beneficios para el pueblo, exceptuando lo que se refería al camino de viajeros y transeuntes o comercio.En las relaciones de Felipe II, en 1575, los redactores de las mismas no hacían mucho hincapie en las cuestiones internas que afectaban al pueblo; como se dice y decía, fueron «muy parcos en palabras», de tal forma que hablando de nuestro puente decían: «Al veinteno capitulo dixeron que el río que pasa por junto a dicho lugar se llama Xiguela que está un tido de ballesta del dicho pueblo y que esta del pueblo el dicho río a la parte del cierzo [viento de dirección Noroeste] y no es caudaloso, que no corre ni en invierno» y en el veintidos decían: » … que en el dicho río Xiguela hay una puente y por allí pasa mucho pan a Toledo y a su tierra y a la villa de Madrid en mucha carretería». Finalmentedecían que «… el pueblo es pasajero a Toledo y Granada y a Sevilla y a la Mancha y a Cuenca..»
Parece un poco extraño que no se haga referencia al puente, en las relaciones, como puerto real y punto determinante en el paso de los ganados de la Mesta, aunque ciertamente para el Concejo de Villarta y sus vecinos, la ventajas del travesío de ganados, eran mínimas si tenemos en cuanta el poder que en aquellos momentos tenía la Mesta con alcaldes de justicia en puntos determinados para defender los intereses de los ganaderos. En el Archivo Histórico Nacional hemos visto bastantes documentación donde se condenaba a la Villa (en estos tiempos de 1609, era todavía lugar dependiene en primera instancia de Arenas o de Alcázar, que no queda muy claro según la fuente consultada) exigiéndole dejara paso libre a los ganados que pasaban por sus términos. El paso de ganados se hacía a través de la Cañada Real Soriana Oriental cuyo recorrido por nuestro término era muy distinto al que actualmente se ha deslindado. En las Relaciones de los Alcalde entregadores de la Mesta y en los apeos se expone:
En los apeos practicados en el término de Villarta en los años de mil setecientos uno al mil setecientos noventa y tres (….) cruza dicho término una cañada real con el ancho de noventa varas, que empieza en el punto denominado Cañada de Pajares, en el mojón que divide el término con el de Herencia, y sigue la vega adelante por la Dehesa de la Villa, a buscar el camino de ambas poblaciones , hasta el puente del río Guadiana [esta referencia textual al río denominándose Guadiana viene a poner en entredicho la prueba de estar sobre el Guadiana, utilizada por algunos historiadores para su teórica ubicación de Murum en Zuacorta] [JOSE MUÑOZ TORRES. El puente sobre el Gigüela. Anexo II. Expediente sobre vias pecuarias expedido por el Jefe Nacional del Sindicato de Ganaderia. Madrid, 15 de Octubre de 1958]
Hay algunas veces que analizar las condiciones de los lugares donde se asienta un monumento, un puente o un edificio según la situación actual o no recordar cual era la situación del entorno, no ya en aquella fecha lejana de 1609, sino incluso en la situación de hace apenas sesenta años, puede llevarnos a conclusiones equivocadas. El paso actual del Gigüela, cada vez con menos posibilidades de que lleve un hilillo de agua puede conducirnos a la conclusión de que en esa zona ningún rebaño necesitaba puente alguno para cruzarlo. Pero la realidad histórica era bien distinta y una zona pantanosa con abundante agua estancada procedente de los numerosos «baos» o fuentes que surgían en su cauce, cubierto de una gran vegetación no era sitio idóneo para que grandes rebaños lo cruzase, salvo que se asumiese el riesgo de pérdidas de cabezas o incluso robos de las mismas. Era imprescindible mantener ese antiguo puente, ese puente largo del que se pone en duda su romanidad, aunque ante situaciones como las de ahora, lo único que en realidad importa es que fue el elemento que sostuvo un pueblo. Hemos de suponer, -¿suponer en historia es válido?, ¿creer, imaginarse, recordar lo que nos dijeron o lo que hemos leido sobre él, es lo que debemos hacer?-, pues hemos de suponer que el puente unas veces estaria en buenas condiciones y otras en malas, pero lo que si es cierto es que en aquellas épocas era necesario y había muy pocas formas de conseguirlo, solo quien más lo necesitaba lo podía hacer.
Y fue así como el Honrado Concejo de la Mesta, en su capítulo celebrado en Montijo el 15 de marzo de 1609, en su sesión de Primavera, bajo la presidencia de Don Alvaro de Benavides del Consejo de S. Majestad se hizo la petición por algunos hermanos del Honrado Concejo de la Mesta para que se procediese a la reparación de «la puente por donde se pasaban los rios guadiana, xiguela y çancara por el término de Villa Harta» ya que la misma estaba en muy mal estado de forma que no podían pasar por ella los ganados. Esta petición se había hecho en sesiones anteriores sin haber llegado a aprobar su reparación. Parece realmente que la asistencia a reparar puentes y calzadas superaba las posiilidades organizativas de la Mesta, pero en esta ocasión se emitió un informe a la comisión que textualmente decia:
«En la villa de Montijo (para una mejor lectura hemos decidido transcribir el texto al castellano actual) a quince dias del mes de marzo mil y seiscientos nueve años, estando haciendo Concejo público el Concejo de la Mesta presidiendo en el señor Licenciado don Alvaro Benavides, caballero del Hábito de Santiago, del Consejo y Cámara de Su Majestad (En aquellos momentos Felipe III), por algunos hermanos de dicho Concejo, se presenta petición diciendo que el la puente por donde se pasaban los ríos guadiana, xiguela y çancara por el término de villa harta estaba caida y desbaratada de forma que no podían pasar por ella los ganados y que hablándose otras veces del reparo de ella en los concejos pasados se había mandado a ver y para ello se había nombrado comisario, el cual habiendola (visto) se había traido relación e informado que la dicha puente estaba muy arruinada y desbaratada de forma que si no se acudía al remedio con brevedad se caería de todo punto de (lo) que se seguiría mucho daño por ser paso muy necesario, el cual se atajaría habiéndose tratado en el dicho Concejo muy en particular. El dicho Señor Presidente y Concejo dijeron que acordaban, mandaban y mandaron que Pedro de Aguilera Contreras hermano de este Concejo bajase a dicha villa de Villa Harta (El título de Villa le fué concedido en 1648) en cuyo término está dicha puente y vea el reparo que tiene necesidad y trayendo en pregones, tomare en quien lo hiciese por menos y lo haga reparar y poner en perfección en la forma que convenga y para pagar el precio en que se rematare el dicho reparo y los demas gastos que se hicieren lo pueda repartir y reparta sobre los ganados que pasasen por el puerto de la dicha villa de Villa Harta y su anexos que son los que reciben beneficio y pagan en la dicha puente cargando a cada (…) lo que le pareciere. Lo cual se ha de cobrar a las bajadas y entradas a estremadura [ varios medievalistas explican el nombre de Extremadura como derivación de «extremo». Así significaría simplemente el extremo sur de un reino, la frontera de los reinos cristianos del norte, con los antiguos territorios árabes de Andalucia] [ARCHIVO HISTORICO NACIONAL.DIVERSOS-MESTA, 48, N,5BIS. Folio 2 y 2vto.El mismo documento puede verse transcrito https://campodesanjuan.org/jose-munoz-torres-el-puente-sobre-el-giguela/%5D.
A patir del folio 3 del citado documento se indican los medios, formas y personal para hacer efectivo el pago por cruzar el puente. El citado Pedro Aguilera y Contreras será el responsable de poner las personas que considerase necesario para la cobranza y dice ademas el texto » y se manda a los señores de ganados, mayorales y pastores que cada uno paque lo que le tocare conforme a las cabezas que pasan y no haciendolo, el citado Pedro de Aguilera y las personas por él nombradas compelan [exigir por la fuerza de la ley o disposición a cumplir las obligaciones pertinentes, en este caso el pago de travesio de ganado] a ello haciéndoles prenda [tomar como prenda o garantia el número de cabezas de ganado equivalente a lo no pagado por el travesió] en el ganado (lo) que bastase para pagar la cantidad que se les repartiese (le correspondiese). Las cabezas de ganado prendadas o retenidas pueden venderse haciendose cargo de los ingreso el citado Pedro de Aguilera «el cual tenga libro y en él haga cargo a su propio de lo que cobrare y ponga por descargo lo que gastare de forma que en todo haya cuenta y razón.
El asumir todas esta funciones y su correcto asiento o justificación queda claro en:
«…que habiéndose dado comisión a Cristobal de la Huerta, vecino de Molina para hacer cierto repartimiento para la dicha reparación y habiéndose hecho el mismo, el dicho Cristobal de la Huerta murió y no ha dado cuenta y así, se acordó y mandó que Pedro de Aguilera sepa y averigue si están cobrados algunos maravedies y exija y apremie a los herederos del dicho Cristobal de Huerta a que le den cuenta y paguen el alcance que les hicieren..»
Las condiciones de la obra se firman por orden de Francisco Perez y el maestro de cantería Martín de Artache, maestro de canteria, vecino de la villa de Argmasilla de Alba.Después de otras indicacions formalistas y al partir del folio 4 vto. se pasa a la descripción de las obras que hay que realizar y sus condiciones:
» Primeramente se ha de levantar una acitara [Muro protector de poca altura a los lados de un puente o en el borde de una terraza, balcón, etc., construido para preservar de caídas. Aunque lo podemos identificar con el pretil del puente puede ser, y de hecho asi lo es en nuestro puente una prolongación de la muralla del mismo ] de cal y piedra y argamasa a la entrada d ela puente como se va de este lugar a la misma puente que venga a descabezar al cerrillo de la cruz donde está la dicha cruz a la mano izquierda, del grueso ancho y altura de la que esta enfrente hecha por el dicho Martin de Atarche.
Posiblemente se corresponda con la parte más antigua de nuesto puente( Fuente: Archivo personal)
La anterior fotografía tiene un interés especial ya que la parte de muralla de la izquierda, construida a «soga y tizón» pueda corresponderse con la cita que se hace del cerrillo de la cruz (aunque no existe noticia ni oral ni escrita de la existencia de la citada cruz). En la construcción » a soga y tizón», los sillares se van alternando: unos por su lado más largo (soga) y otros por el más corto (tizón). En la fotografía se ven solamente cuatro hiladas, practicamente desde la cimentación hasta donde empieza la acitara o pretil del puente: la parte mas ancha es la denominada a soga, se corresponde con la primera hilada, en la segunda hilada, «a tizón» , las piedras, -sin desbastar-, están colocadas por la parte mas estrecha; la tercera hilada esta puesta a «soga» y la última a tizón.
Item (Además) que la dicha acítara que de presente está comenzada a la mano derecha ha de llegar al dicho cerrillo de la cruz del largor de la que se ha de hacer en frente, que sean iguales en largo, ancho y alto y que las dichas acítaras han de llegar al .. de la misma cruz cada una de sus partes.
Item (Además) el hueco de las dichas dos acítaras en la dicha entrada se han de macizar [Rellenar un espacio con piedras, cascotes u otro tipo de material compacto], de casquejo [Diccionario Histórico de la Lengua Española 1933-1939):»Cantidad de piedra menuda que sirve para hacer hormigón y, como grava,para afirmar los caminos] y tierras de las canteras sin que el dicho hueco se eche ninguna tierra de la vega, ni arena ni estiércol ni otra cosa que no sea la dicha tierra o casquijos. De la importancia de esta operación de relleno para el resultado final de la reparación se indica » que para cuando se macice esto esté persona de confianza nombrado por el Concejo de la Mesta y por el Señor Gobernador de estos prioratos.
Item (Además) Que esta entrada hasta la puente vieja en la que entran los dos ojos que el citado Martín de Artache hizo nuevos se ha de enlosar y empedrar de losas de La Mancha que ha de tener cada una cuarta de grueso y se han de poner de cantero [Las mayoría de las losas que se citan en el anterior apartado son las que están en gran parte del puente después de su última restauración.
Item ( Además). Desde donde acabe la puente vieja [consideramos que esta parte denominada en aquel momento «puente vieja» se corresponde con la parte de la «madre del Río» y termina donde el puente, en vez de seguir en linea recta, se cierra en angulo hacia la izquierda integrandose en ella los dos apartaderos que entonces ya existían y siguen en la actualidad.] como se va de esta villa a Toledo se ha de empedrar y enlosar de las mismas losas y piedras de la Mancha del mismo grueso y que estén hechas por cantero bien terrapalnadas y engarzadas y se ha de empedrar hasta toda la dicha puente y calzada que hasta el presente están con acitaras desde la puente vieja.
Item. Que se han de hacer sus cadenas en el dicho empedrado y enlosado de su reasiento a siete varas de hueco a picon ( se trata de desbastar las piedras con pico hasta dejarlas de la medida exigida. Las losas que se iban a utilizar debían tener media vara de ancho y una cuarta de grosor)
Picos de empedrador para desbastar piedras (Fuente: todocolección )
Item la empedradura ha de quedar en lomo, aguas vertientes a una parte y a otra ( además las acitaras o pretiles debían tener un desague para verter las aguas de las lluvias).
El hueco de la calzada del puente ha de ser de unas siete varas y además interesa señalar la existencia en esa época de los apartaderos que algunos autores actuales identifican como obra de finales del siglo XIX. En el folio 7 lineas 24 en adelante se dice: «siendo testigos diego diaz, don juan de Heredia y juan jimenez vecinos del dicho lugar (…) y es declaración que los apartaderos de la puente no se han de empedrar (y lo firman) Pedro de Aguilera Contreras Martin de Artache ante mi Juan Peano escribano (…) en la villa de Villa de Villaharta».
Esta requisitoria para finalizar las obras del puente de Villarta y como tal hay una notificación expedida en la villa de Arenas que dice:
En la Villa de Arenas en el Priorazgo de San Juan una legua de villa arta en tres días del mes de septiembre de mil y seiscientos once años (….) Diego González Bollo el escribano le notifiquen el mandamiento de su señoria el Licenciado Pedro de Tapia presidente del honrado Concejo de la Mesta a Martin de Artache, vecino de Argamasilla de Alba, maestro de obras de canteria, en su persona de que doy fe.
Y este ultimo informe se continua en Villarta haciendo referencia al acatamiento por parte de Martin de Artache de lo dicho y en él se dice:
«….que obedeció el dicho mandamiento de su señoria y que esta presto a cumplir lo que por el se le manda dentro del tiempo que se le da para ello porque ya actualmente esta trabajando en la dicha puente con cinco carros y cuatro empedradores con diez peones que le sirven y esto dio por su respuesta y el presente escribano dio fe que ayer viernes dos del presente mes y año estante en el dicho lugar de Villa harta vi de los cinco carros que llevaban piedra y la gente que andaba empedrando de la dicha puenter y para que conste de pedimento de dicho Diego González dio el presente y lo signé.
Y ahí está (parafraseando la canción de Victor Manuel) viendo pasar el tiermpo el puente de Villarta. Dejaremos pasar algún tiempo y expondremos la segunda gran reforma del puente de VIllarta. Donde se habla de muchísimas cosas como impuestos a todas las poblaciones próximas a Villarta en un radio de 120 kms., de las pegas que algunos corregidores como el de Ciudad Real puso para que no cumpliese el acuerdo del rey Carlos II ante la petición de la Mesta de que tenía que ser el Concejo de Villarta quien lo arreglase por su cuenta, la falsificación de subasta por parte de vecinos de pueblos cercanos que hicieron todo lo posible por que el puente se hiciese en su pueblo, los avatares del maestro o arquitecto de canteria, Simon Martinez de la Vega, etc. etc.
Por cierto, mientras termino este «poyete» estamos llegando al final de nuestras fiestas de San Juan, con un tiempo fresquito y después de estos años de covid, viviendolas a tope. Aunque sea deprisa no quiero dejar pasar la ocasión de felicitar al Concejal de Festejos, Angel Verbo ( para todos Angelito) por sus entrañables palabras, en las que hablando de Alborea y recordando a una de sus fundadoras, Inmaculada, se le vino la emoción sentida a la garganta. Y como no al emotivo pregón de Inmaculada y Fernan, que recordando lazos familiares con la Tia Antonia una de las fundadoras de las fiestas, nos supieron hacer sentir lo que es el amor hacia un pueblo y su gente; la esperanza en todos ellos y sobre todo el recuerdo emocionado para todos los que nos han ido dejando. Como decía un sacerdote muy querido y próximo a Villarta «si algo hya arriba, -él matizaba-, y… alguien, no cabe la menor duda, de que en esta vispera de san Juan del año de 2022, aplaudirían como locos un pregón tan sincero, tan emotivo como el que Inma y Fernan hicieron caer y sembrar en el corazón de todos los villarteros. Y mañana la banda de música celebra su 30 aniversario. Un recuerdo a Juan Manuel en nombre de todos los que se esforzaron en conseguirlo y otro grande para los que siguen en activo. Y la Biblioteca, Misi?…. Lo siento pero el «poyete» se me queda muy, muy pequeño para tantos recuerdos.
José Muñoz Torres, cronista oficial