¿FERIA O FIESTAS?, por José Muñoz Torres

En los puestos de Feria en las «Paces»

Cuando comenzamos la serie referida a programas de las «Paces»en el instante de comenzar las novenas de la Virgen de la Paz; nos fijamos la meta de rellenar el hueco que dejaba vacio la maldita pandemia, con el recuerdo largo y profundo de lo que habían sido nuestras «Paces» hasta el año de 2020, desde el momento en que se empezaron a elaborar los programas de festejos. Aunque ya contábamos con un resumen publicado en 1994, por la Diputación Provincial de Ciudad Real, con motivo de la declaración de las «Paces» como fiestas de interés turístico regional [JOSÉ MUÑOZ TORRES. Paces en el recuerdo (50 años de Programas de Festejos)] Nuestro proyecto suponía, mejor dicho, pretendía, poner, al pie de la letra, los datos más significativos de lo que se decía en los programas. No obstante, hemos llegado a donde nos ha dado tiempo, pero está pendiente de seguir, poco a poco, hablando de todos esos saludas de las diferentes asociaciones y, fundamentalmente, de un gran antología o selección de todas esas poesías que nuestra gente ha ido escribiendo para el programa, dejando aparte la calidad literaria de las mismas, -muchas de ellas de gran calidad-, como un homenaje y oración a su Virgen de la Paz. En el «poyete» escrito el 6 de septiembre de 2017, se contabilizaban ya cerca de 550 poemas publicados en los programas de festejos, a falta del periodo de 2018 al 2020. Concretamente un total de 160 villarteros, -y algunos de fuera-, han escrito, a lo largo de los 90 años de programas, algún poema de variados temas, pero la gran mayoría dedicados a la Virgen de la Paz. Así que el resumen o antología o como queramos llamarlo es una tarea enorme, que sin olvidarla, habrá que irla publicando poco a poco. [josemuñozvillarta escrito en paces ]

Pero sin terminar de hablar de «paces», porque ya va siendo hora de hablar de otras cosas, si creo oportuno explicar brevemente el origen de la denominación: Feria y fiestas con que se anuncian las «Paces», en la portada del programa. Siendo concejal de festejos surgió la duda de cual era la denominación exacta: ¿Feria y Fiestas? o ¿Ferias y fiestas?. Como veremos más adelante la denominación no era cosa sin importancia, pero el hecho es que en el primer programa de festejos que hemos localizado, el del año 1941, en su portada se dice: «Grandes fiestas en Villarta de San Juan -Ciudad Real- durante los días 23 al 26 de enero de 1941 en honor de su Patrona la Santísima Virgen de la Paz». Esta denominación genérica se mantiene invariable hasta el año 1958 en que el programa se titula: «Programa oficial de festejos en honor de Nuestra Patrona la Santísima Virgen de la Paz. Villarta de San Juan 1958». Este título permanece invariable hasta el año 1979; entre las dos fechas indicadas se publican los programas del año 1950 con el titulo: «Ferias y fiestas en Villarta de San Juan. Año 1958» y el de 1955 que se publica con el título de «Fiestas en honor de nuestra excelsa Patrona la Santísima Virgen de la Paz durante los días del 23 al 26 de enero de 1955. Villarta de San Juan» . A partir de esta fecha se comienza a utilizar el título genérico de Feria y Fiestas. Villarta de San Juan (Ciudad Real) del 23 al 26 de enero. Va a ser en el año de 1983 en el que el título del programa va a ser: «.Feria y Fiestas en honor de su Santa Patrona Ntra. Sra. La Virgen de la Paz». Con la creación del Certamen de Carteles, creado para elegir la portada del programa de festejos de «Paces», se establecen unas bases en las cuales se indica que «Todos los carteles llevarán obligatoriamente la siguiente leyenda: Feria y fiestas en honor de su Santa Patrona Ntra. Sra. de la Paz» (posteriormente se agregó el texto de «Declaradas de interés Turístico Regional, aunque hasta el año 2000 fue muy frecuente la denominación de Ferias en vez de Feria. En cualquier caso, no teníamos muy claro cual podía ser la diferencia entre Feria y Fiestas, ni porque se había llegado a la conclusión de utilizar la última indicada y utilizada en la actualidad.

Primeramente hemos de señalar que nuestras fiestas del 24 de enero, Festividad de Ntra. Sra. de la Paz, son fiestas patronales o fiestas mayores en honor de una patrona, asi es el caso de Villarta de San Juan. Las fiestas de San Juan, tienen también el caracter de fiestas patronales, aunque mucho más modernas, celebrando la festividad de San Juan Bautista, copatrono de Villarta junto a la Virgen de la Paz; el patronazgo de San Juan parte, como es evidente, del hecho de ser el Santo titular de la Parroquia, aunque esta no es la razón última. En alguno pueblos, como el vecino de Arenas de San Juan, el patrono es San Bernabé y la celebración de su festividad es masivamente celebrada y de mucha antigüedad, aunque la titularidad de la parroquia sea la de Ntra. Sra. de las Angustias. En cualquier caso la celebración de la fiesta patronal es un conjunto de actividades religiosas que se celebran con carácter anual en la fecha de su patrón. En cambio la denominación Feria, según marca el Diccionario de la Real Academia de la Lengua es la celebración de un mercado abierto de mayor importancia que el común que tiene lugar en días señalados y con autorizaciones municipales, aunque muchas de estas Ferias, al menos, las mas importantes tuviesen autorización de los propios reyes o gobernantes. Por otro lado las antiguas ferias, sobre todo las famosas ferias de ganados, podían celebrarse con una periodicidad, incluso semanal.

Paseando por la feria

Está claro que con una feria no se pretende celebrar ningún patronazgo o festividad religiosa sino simplemente ser una ocasión para hacer llegar, antiguamente, diversos productos o mercaderias o ganados ( si bien estas últimas ferias tenían un caracter perfectamente definido: venta o compra o trueques de diversos tipos de ganado), a pueblos de cierta entidad como si fueran capitales de comarcas, a la cual los vecinos de pequeños pueblos circundantes podían acercarse. Las famosas y ya olvidadas Ferias del Campo que se celebraban en la Casa de Campo era un exposición de productos de las distintas provincias que se presentaban como un escaparate para darlos a conocer a un público mayoritario. Actualmente nos pueden sonar ferias importantes como la Feria del Libro, en Madrid, FENAVIN ( Feria Nacional del Vino) en Ciudad Real, o las Feria del stock que se celebran en casi todas las localidades, en este último caso, un mercadillo para los comerciantes de la villa, fundamentalmente, donde poder exponer sus productos rebajados o algunas «gangas, etc.

Es conveniente dejar claro, previamente, la diferencia entre Patrono y titular de una parroquia porque su significado es distinto. «El titular tiene un sentido mas oficial; expresa las preferencias de la autoridad eclesiástica, que lo establece, y que en ocasiones se apoya en el sentir del pueblo, pero que en otras muchas se funda en razones y criterios de orden teológico o pastoral. El patrono tiene un sentido más popular : expresa ordinariamente las preferencias de los fieles , se devoción espontánea, que se funda en motivos más cordiales que teológicos. Verdad es que, según la legislación del Código de Derecho Canónico ( canon 1278), los patronos populares son aprobados por la Santa Sede. Pero lo normal es que no se solicite tal aprobación, y no se cuente con otra que el consentimiento tácito de la autoridadeclesiástica local o, a lo sumo, diocesana.» [JOSE JIMENO CORONADO. Titulares de las Parroquias y Patrones Populares. Cien años del Obispado Priorato de las Ordenes Militares]. Es cierto, por otro lado, que las fiestas tienen su aparición y celebración en torno al patrón o patrona de la localidad y el culto al mismo y su festividad va a provenir de tiempos «inmemoriales», sin que se sepa cual es el origen y el motivo de su celebración [En este aspecto es reseñable la celebración de la Festividad de Ntra. Sra. de la Paz, que lo es por un hecho concreto e histórico: La declaración de festividad de la Virgen de la Paz como consecuencia del fin de la guerra entre PedroI el Cruel (o el Justiciero, que de las dos formas era llamado, según las diversas fuentes) y Enrique de Trastámara, fue aprobado por el Arzobispo de Toledo, Gómez Manrique. Esta nueva festividad hace que la misma se celebre obligatoriamente con caracter religioso, persistiendo en el tiempo. Posiblemente el hecho de se un época del año de relativo descanso, llegase hacer de la obligación, devoción y de ahi terminar convirtiendose en patrona del lugar]. Los nuevos tiempos y el hecho de no perder la celebración de la festividad ha ido haciendo, en muchos lugares, de la festividad patronal inmóvil y con celebración cuidada de visperas religiosas, unas fiestas movibles y cambiantes en el día de la semana, buscando los fines de la misma para que puedan acudir a la celebración el mayor número posible de personas. En concreto, la fiesta, se celebra normalmente en un acontecimiento religioso, con todos sus ritos y tradiciones.

Anuncio de la concesión de feria a la villa de Santa Cruz, 1798

El origen de la Feria, tiene su base en un fenómeno económico que servía para dar salida a la producción artesana, a cierto tipo de comercio y, fundamentalmente, al soporte de un sistema financiero que poco a poco fue convirtiendose en el motor de todo tipo de comercio. La Feria consistía en la confluencia organizada de numerosos mercaderes en una localidad que representaba una situación geográfica privilegiada en un entorno o comarca determinada aprovechando, por otro lado, la celebración de fiestas patronales o bien en visperas de una actividad agrícola mayoritaria en la zona o en un momento en que las cosechas han terminado con mejor o peor resultado. En términos más actuales, podríamos decir que las ferias nacen por un criterio de demanda, prevista o provocada por los mercaderes, y a las cuales podían asistir cualquier persona, bien como mercader habitual o directamente por los productores que tienen la ocasión de dar salida a los productos que estiman no van a serles necesarios durante el año, es decir la venta de sus productos excedentes.

Las haciendas locales o la Hacienda real fueron parte importante en el desarrollo de las feriass. Entre los impuestos locales, el mas importante, por su importe, junto a los impuestos de tercias o diezmos, era «la alcabala». Esta palabra procedía del árabe y subsistió después de ellos e incorporada a las disposiciones legislativas, siendo así que en la nueva recopilación se incluía un denominado cuaderno de alcabalas. Entrar en el mundo de los impuestos, como es este de la alcabala, supera los límites de este «poyete» y su mención es por tanto superficial en cuanto a la relación del impuesto con la feria. El hecho es que la alcabala era un impuesto que se vinculaba con el comercio y que llegó a suponer un 10% del valor de la operación. Cuando se trataba de una venta era el impuesto que debía pagar cada mercader por sus ventas de forma individualizada, y si se trataba de un trueque o cambio, figura muy contemplada en las ferias ganaderas, principalmente, el 10% era pagado a medias por cada uno de los intervinientes en el acto de cambio o trueque. Podríamos equiparar este impuesto -que perdonen los economistas y expertos este atrevimiento- con el actual del IVA, salvando ademas las distancias en las facilidades actuales con las de aquellas épocas. Todas estas razones llevaron a la Hacienda Real en su momento a la regulación de la concesión de Ferias a los diversos municipios solicitantes: Todas las ferias debían estar autorizadas, salvo aquellas exentas en la propia legislación debido a su celebración desde tiempos antiguos. MARÍA DEL MAR LÓPEZ PÉREZ (Ferias y Mercados en Castilla al final del Antiguo Régimen), expone en su tesis doctoral, un vista total del mundo de las Ferias y Mercados: «Las ferias y mercados desempeñaron en Castilla un papel necesario para facilitar los intercambios cuando hubo dificultades para abastecerse y, al mismo tiempo, cuando el aumento de la producción exigió mecanismos urgentes para estimular un crecimiento económico que parece se veía frenado, en algunas zonas, por la falta de comercialización. En este sentido, las ferias permitieron la articulación de comarcas y provincias. Su multiplicación en la segunda mitad del siglo XVIII no era más que el incremento de la necesidad de formas nuevas de intercambio más estables, mejor adaptadas a una demanda continua y capaces de absorber mayor volumen de comercio». (…) En las (villas) otras menores y las villas castellanas, fue frecuente que la actividad comercial estuviera ejercida por revendedores, regatones y buhoneros, e incluso por quienes se dedicaban a las tareas agrícolas y ejercían esta actividad en el período de descanso. En éstas últimas los centros de intercambio habituales fueron las ferias y mercados. En ocasiones, supusieron la posibilidad de comerciar a mercaderes en poblaciones donde las corporaciones de éstos vetaron la concurrencia. En este sentido, las ferias garantizaron la competencia.«

A finales del siglo XVIII se crearon Reales disposiciones para conceder la celebración de Ferias y Mercados, citandose entre ellas -incuidas aquí por la relativa proximidad a Villarta- la de Quintanar de la Orden en 1796, Santa Cruz de Mudela, en 1798; La Solana, 1802; La autora antes citada relaciona las Ferias existentes en La Mancha a fecha de 1786.


CIUDAD REAL Feria Del 15 al 23 de agosto. Todo tipo de mercaderias. Tributos de Rentas Provinciales. No tenía privilegio de Concesión sino que se celebraba por costumbre inmemorial.

ALMAGRO. Dos ferias: Lunes de Pascua y 15 agosto. Hemos de entender que se trataba de todo tipo de mercaderias. Rentas provinciales. Se celebraban en virtud del privilegio de Enrique II en 1412
confirmado por el mismo en 1416 y por Carlos II en 1770.


ALMODÓVAR Feria Del 25 de marzo al 1 de abril. Feria de ganado Caballar y mercaderias. Rentas provinciales y sin privilegio. En las relaciones de Felipe I, concretamente en 1576, hablando de Ferias, dicen en el capitulo 56 hay dos ferias, la una por el día de San Martin y la otra por el día de San JUan, aunque no se usan ni platican ni vienen ni acuden gente como a otras ferias del reino ni hay señal ni nombre de ferias puesto que se tienen por tales y la villa la tiene por uso y costumbre y antiquisimo privilegio y hay un día de mercado en cada semana que es el lunes el cual es mercado franco en que no se paga portazgo ni montazgo, ni roda ni otro derecho ni tributo alaguno de lo que se trae ni lleva menca o contrata, excepto alcabala.. (Relaciones de Felipe II)

INFANTES Feria 25 de julio. Mercaderías. Rentas provinciales. Sólo se conserva el traslado al 18 de septiembre de 1761.

QUINTANAR DE LA ORDEN Feria 14-17 de agosto Agosto.Mercaderías. Rentas provinciales. Real provisión de Carlos III el 6 de Septiembre de 1770.

Concluimos diciendo que la diferencia esencial entre Fiesta y Feria radica en que la primera es una celebración religiosa en honor, normalmente del patrón o patrona de la localidad, mientras que la Feria es una celebración comercial y que en muchos casos se hacía coincidiendo con las Fiestas. No sabemos si el hecho de denominarse Feria y Fiestas a nuestra «paces» pueden tener relación con todo esto que estamos comentando, pero si es cierto que la otra denominación de las «Paces», tambien de tiempo inmemorial es el de «Fiestas»: las Fiestas de la Virgen de la Paz. En cualquier caso, si es cierto que los días 25 y 26 principalmente el primero, la plaza de la ermita se convertía en mercado donde diferentes comerciantes (los feriantes tenía más relación con las atracciones) ponían a la venta sus productos: artículos para el campo, cocina ( sartenes, ollas, cucharas, etc.) «vedriao» (cerámica, especilamente de La Solana y Villafranca. A proposito de este pueblo, había gente de ese pueblo viviendo en Villarta, sobre todo de los famosos y actuales ceramistas Peño).

Si repasais muchas de vuestra fotos de «paces», veréis a vuestros padres o abuelos en torno a algun puesto extendido a lo largo de la plaza de la ermita «echándole un vistazo» al «material» o incluso de recuerdo alguna «cosilla» para la novia. Repasad vuestros fotos y darlas a conocer. Y asi nos daremos cuenta que aún sin autorización oficial, tambien en Las Fiestas de las Paces se celebraba un poquito de Feria.

Creo, finalmente, que es necesario realzar publicamente las inolvidables «paces» que hemos celebrado, «a corazón abierto» . Mi enhorabuena a la Hermandad de Nuestra Señora de la Paz y Ayuntamiento. Pero tambien a esas peñas de coheteros y Operación 2000 que han hecho el esfuerzo de cumplir lo dispuesto, aunque alguna lágrima se les haya vertido al disparar, a solas y medio escondidos, un furtivo cohete-oración, hacia la Virgen de la Paz. Será muy dificil olvidar como todos hemos abierto espacios para que el aislamiento solo haya sido físico, y hemos sabido llenar la iglesia, la plaza y las calles de Villarta con el recuerdo de todos los que no han estado, con los que se nos han ido y con los que se nos fueron y unidos a tantos que en la distancia, en sus trabajos y hogares, no han podido evitar los continuos suspiros de cariño a una Virgen, a un pueblo y a unas gentes. Han sido unas «Paces» únicas, inolvidables y que con toda seguridad recordaremos por mucho tiempo, aunque esperemos volver a ver el calor de nuestra hoguera, la oración de nuestros cohetes y las lágrimas en muchos rostros viendo salir a la Virgen de la Paz a recorrer las calles de Villarta. La Hermandad ha hecho la promesa de realizar una función extraordinaria para dar gracias por el fin de la pandemia.

José Muñoz Torres, cronista oficial

NOTA:

En cualquier casa debe haber muchísimas fotos por lo que sería la Feria de las Paces: Los puestos de lebrillos, orzas, por las barcas, de los días de Feria,es decir de los días 25 y 26 de enero. (La Hermandad estaría interesada en tener una copia de ellas y de cualquiera que tenga relación con nuestras Paces)


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