Villarta siempre ha sido y será un pueblo nuevo. Me explico. Villarta nunca ha sido un pueblo que se haya caracterizado por el mantenimiento de sus edificaciones sino que siempre ha primado la comodidad de las casas a la historia que pudiera haber contenido entre sus paredes. Aún teniendo en cuenta de que muchas antiguas casas desapareciesen con motivo de alguna que otra guerra, -que es bien cierto que afectaron a Villarta-, muchas de ellas desaparecieron como consecuencia de distintas particiones por cumplimiento de herencias y otras en aras de la confortabilidad o como consecuencias de la modernización de la agricultura o la desaparición de algunas actividades, como la elaboración de vinos que imponía la existencia de una bodega, mas grande o mas pequeña en numerosas casas. ¿para que hacían falta, de algún tiempo a esta parte, aquellos grandes corrales donde tener espacio suficiente para carros y galeras, para las grandes gavilleras o para las imprescindibles cuadras? Tampoco hacía falta espacio alguno para los grandes «barrancos» que se iban llenando con los excrementos de las caballerias y donde vivían, medio «ralencos», los pocos o muchos gallos y gallinas, necesarios para la alimentación de la familia. De todas formas, dando una vuelta sosegada por nuestro pueblo aún podemos vislumbrar algunos «descargaderos» por donde se depositaba la uva desde los carros a los lagares de las bodeguillas y tambien se conservan numerosos pajares donde aún se ven bien cuidadas las piqueras por donde se metía la paja; alguno se quedó con el carrillo puesto en lo alto de la piquera preparado para subir las seras de pajas de la próxima cosecha que nunca mas llegó…

Es cierto que pocas o ninguna de nuestras antiguas casas han permanecido.Poco recordamos de sus estructuras y mucho menos cual podía ser la distribución de las diversas habitaciones o cuartos. Afortunadamente disponemos de un documento del año 1752 que nos decribe, mas o menos, como eran todas y cada una de las casas de nuestro pueblo. Nos referimos al Catastro del Marqués de la Ensenada realizado para el establecimiento de Contribución Única. En lo que se refiere a Villarta se compone de varios libros que son los siguientes ( a nivel general): Autos generales, Relación de Bienes de Legos y Seglares (Resumen elaborado por los asistentes del Juez Subdelegado Berriz de Ayala de los memoriales de los vecinos y hacendados), Memoriales de Legos o seglares, Memoriales de eclesíasticos ( o miembros de la Iglesia), Personal de Legos o seglares y Respuestas generales.
El motivo de este catastro, como deciamos anteriormente era el establecimiento de una única contribución que sustituyera las variadas rentas e impuestos existentes para establecer uno único, mas justo y mas claro. Para ello se necesitaba, previamente, una declaración de todos los bienes de los vecinos y hacendados forasteros en Villarta. Ante dicha petición, la mayoría de los vecinos entregaban declaración jurada con el pormenor de todos sus bienes, incluida la relación de habitaciones y animales domésticos -aparte de los de labor- de cada una de las casas. A la vista de esas declaraciones se establecia un resumen de todos los bienes donde solamente se señalaba el lugar de la casa, tierras, su extensión y tipo de cultivos, asi como linderos de todos los bienes. En mi libro «Una historia, un pueblo: Villaharta de la Orden de San Juan», utilice este resumen más legible y más corto que el de las relaciones personales y al igual que yo la mayoría de los autores que se han dedicado al estudio de este tema. Y ahora nos damos cuenta -al menos yo- de que la fuente más veraz de todo ello, a pesar de contener errores voluntarios o involuntarios, son estas relaciones sobre las que volveremos detenidamente y de las que en este «poyete» vamos a utilizar, referidas a la distribuciones de las viviendas de Villarta en el Año 1752.

La primera relación que figura en este libro es la del propio Ayuntamiento en certificación de su escribano Juan Mariano Tejera. Al hablar de las oficinas públicas o casa-ayuntamiento, dice:
» La casa del Ayuntamiento que está en la plaza Pública, cuartos por bajo y alto, y contigua e incoporada en este, la carneceria y cárcel= Que toda tiene de frente 21 varas (17,53 metros) y de fondo diez y siete (14,19 metros). Linda por levante con la dicha plaza, por Poniente con Gabriel Diaz Raserón, al Norte con el Hospital de Viandantes y al sur la calle de la Cárcel. Estas oficinas no producen renta alguna a la villa pero si fuesen de un particular podrían arrendarse en catorce ducados.
En el Hospital de Viandantes -asilo o refugio para pobres que pasaban por Villarta- tenía su domicilio el encargado del mismo, Gabriel Muñoz, » de edad de 40 años de ejercicio jornalero y hospitalero, en esta villa casado con Catalina de Aceña de 36 años, tenemos tres hijos. El primero Manuel de 16, cathalina Ignacia de 11, Estanislada de 16. no poseemos bienes ningunos.Vivo de limosna en la caa Hospital de esta villa de orden de la Justicia para cuidar de los pobres enfermos por lo que no intereso nada» [Relación personal jurada de Gabriel Diaz Raserón]
De igual forma el Alcaide de la Cárcel disponía en ella de su propia vivienda. El Alcaide de la Cárcel era Francisco de Úbeda que al mismo tiempo ejercía las funciones de guarda del ganado de cerda de la villa con un sueldo de 500 reales, además de disponer de casa habitación en la cárcel].

Siempre nos habíamos hecho a la idea -por la información de los resúmenes- de que todas las casas eran de planta baja, textualmente se decía «cuarto bajo» (lo normal para describir las casas era emplear esa expresión cuando las casas eran simplemente de planta baja o bien la expresión de «alto con bajo» cuando las viviendas estaban encamaradas). Sin embargo la realidad de nuestro pueblo era muy distinta y la mayoría de las casas estaban «encamaradas» [cosa normal, por otro lado, ya que la parte alta «encamará» se dedicaba a pajares] y la mayoría de ellas cubiertos sus tejados con teja aunque también eran muy frecuentes que estuviesen cubiertos solamente con carrizo, al menos los cuartos utilizados para enseres o auxiliares. El nombre de las calles, a las que ya hemos aludido en otras ocasiones, se conocían por el nombre del lugar al que se dirigían: Calle de Daimiel, de Alcázar, Arenas y la más principal de todas que se denominaba calle Real. La otra calle importante era la calle de la Estación, actual calle Postas, siendo la calle actual denominada como de la Estación, la calle que iba desde la plaza (del cura o Altillo) a la de la Estación, cruzando la calle Real o Camino Real, es decir, era la calle que bajaba hacia la calle de la estación.
RELACIÓN DE VECINOS DE VILLARTA Y CALLE DONDE SE ENCONTRABA SU VIVIENDA

Lo habitual, al menos en las casas de los agricultores, era tener la entrada principal a la casa por la calle más importante y en la calle situada a la espalda, la entrada a los corrales que interiormente se comunicaba con la parte principal de la casa [Había que hacer la excepción de aquellas casas que solo tenían una entrada, por la cual se entraba a la casa, propiamente dicha, y también servía de acceso a los animales de carga para llevarlos a sus pequeñas cuadras; los carros quedaban en la calle. Hay que señalar tambien que de las casas que estaban arrendadas no se indicaba la distribución de las mismas ya que el fin último era la valoración de sus renta y en este caso se aceptaba el precio del alquiler como valor de ella. A lo largo de la siguiente relación de distribución de las casas veremos que aparece en casi todas ellas la denominación de «traspuesta». Con esta denominación se designaba a la parte de la casa que integraban los corrales y que incluía las zonas de cuadras, o servicios. La citada traspuesta se conectaba con la casa a través del patio de la misma. Si la casa, como era habitual en las casas solariegas, se conformaba con entrada por dos calles, la entrada principal era por la calle principal mientras el acceso a la «traspuesta» se hacia por la calle opuesta accediendo a través de una portada («Portá»). A continuación detallamos algunas las casas, fundamentalmente de agricultores:
Julián Garcia Cuerva. Casa en la Plazuela de Nª Sra. de la Paz. Su casa-habitación se componía de: 2 cuartos dormitorios, cocina, dos cámaras, una cuadra, pozo, patio y traspuesta («Todo harto pequeño», decía en su declaración). Los linderos eran los siguientes: L. Pedro Serrano; P. Francisco Sánchez y calle Real; N. Francisco Sánchez y S. Plazuela de Nª Sra. de la Paz.
Joseph Mena. Casa en la calle de la Estación ( actual Postas). Su casa-habitación se componía de: Cocina, un aposento con su cámara, cueva. pozo y traspuesta. Los linderos eran: L. Francisco Sánchez; P. con la calle Estación ( actual Postas); N. Francisco Sánchez y S. Juan Bravo Aceña.
Francisco Sánchez. Casa en la calle Real. Su casa-habitación se componía de: 2 salas, cocina, un cuarto para despensa, una cuadra y pajar (todo encamarado), una bodega, otro pajar, otra cuadra, bodega, jaraiz, casa horno cueva y pozo. Su superficie era de 60 varas de frente( 50 metros) y 21 de fondo (17,5 metros). Los linderos eran: L. Calle de la Estación (Postas); P. Calle Real; N. Francisco Muñoz y S. Juan Garcia de Cuerva.
Francisco Muñoz. Casa en la calle Real. Su casa habitación se componía de: un cuarto dormitorio, cocina ( encamarados por alto), un jaraiz, otra cámara, portal, patio, cueva, pozo, traspuesta y cuadras. (Sus dimensiones eran de 4 varas de frente, es decir, 3,34 metros y 16 de fondo, es decir 13,36 metros). Los linderos eran: L. calle Real; P. Calle de la Estación (postas); N. Manuel Muñoz y S. Francisco Sánchez.
Francisco Romero Mayorga. Casa en calle Real. Su casa habitación se componía de: una sala, un cuarto, jaraiz, cueva, cocina, traspuesta, cuadra pajar, otra pequeña cuadra y un cuarto, la mitad de él sin cubrir y dos cámaras. Linderos: L. calle Real; P. Maria Moreno, viuda de Juan DoraL; N. Calle que desde la plaza baja a la calle Real. y S. Francisco Sánchez.
Manuel Muñoz. Casa en calle Real. Su casa habitación se componía de: 2 cuartos dormitorios, cocina, cueva, patio, cuadra, pajar, pozo, bodega y traspuesta. Linderos: L. Calle de la Estación (Postas); P. Calle Real; N. Casa Mesón de Don Francisco Triviño Calderón de la Barca, vecino de Ciudad Real; y al S. Francisco Muñoz.
Rafael Bravo Gallego. Casa en calle Real. Su casa habitación se componía de: 3 cuartos dormitorios, cocina, una casa de horno, una cuadra, un pajar, traspuesta, cuarto sin techar, una cueva, pozo y dos cámaras. (La casa tenía de frente 40 varas, es decir 33,4 metros). Linderos: L. Calle Real; P. Julián Sanchez; N. Juan de Hoyos y S. con la plaza Pública ( plaza del Ayuntamiento).
Julian Sánchez. Casa en la Plaza Pública. Su casa habitación se componía de: 2 cuartos dormitorios encamarados, cocina, casa horno, cuadra, pajar, patio, cueva, y traspuesta. Linderos: L. Andrea Solano; P. Francisco Yepes, N. Callejuela que sale a la calle Real (actual calle de San José) y al S. la Plaza Pública.
Francisco Yepes Saavedra. Casa en la Plaza Pública. Su casa habitación se componía de: una sala y cocina encamaradas, traspuesta y pozo. Linderos: L. Julián Sánchez; P. Calle de la estación; N. Calle que sube a la plaza para Daimiel y por el S. Plaza Pública.
Leandro Moreno. Casa en callejuela Camino de Daimiel. Su casa habitación se componía de: un cuarto dormitorio, cocina, patio, cuadra, cueva y traspuesta. Linderos: L. Juan Beltran; P. Joseph Jurado; N. Miguel Mota y S. callejuela camino de Daimiel.
Francisco de Torres. Casa en callejuela que va a Daimiel. Su casa habitación se componía de un cuarto dormitorio, cocina, cámara, cuadra, pajar, cueva, pozo y traspuesta. Linderos: L. Diego Sánchez; P. Juan Beltran; N. Diego Sánchez y S. Callejuela Camino de Daimiel.
Diego Sánchez. Casa en la calle Real. Su casa habitación se componía de: 2 cuartos dormitorios encamarados, cocina, cueva, casa horno, cuadra con pajar, patio, dos pozos con traspuesta con su corrido, caballeriza, bodega, jaraiz y portal. Linderos: L. Calle Real; P. Francisco de Torres; N. Pedro Flores y S. Callejuela que desde Arenas baja a la calle Real.
Juan Muñoz. Casa en calle Real.(una cuarta parte de ella pertenecía a Blas Muñoz). Su casa habitación se componía de: Portal, dos cuartos y cocina por bajo, tres cuartos encamarados por arriba, patio, cueva, bodega, caballeriza, jaraiz y traspuerta. Linderos: L. Joseph Pulido; P. Joseph de Zuñiga; N. Maria Alonso y S. Pedro Rojo. La entrada la tiene por la parte que comparte con Blas Muñoz por la calle Real:
Gregorio Solano. Casa en calle Real. Su casa habitación se componía de: 2 cuartos dormitorios, cocina, bodega, jaraiz (todo encamarado), casa de horno, cuadra, pajar, cueva, patio y traspuesta y en ella una tinada («tená») cubierta de carrizo. Lo demas cubierto de teja. Linderos: L. Joseph Sanchez Menor; P. Calle Real; N. Juan Muñoz y S. Calle que sale a la Calle que sale a la Villa de Alcázar.

Las relaciones anteriores se refieren a la zona de la calle Real (actual Cervantes) desde la plaza de la Ermita hasta, aproximadamente, la altura de la calle Alcázar (actual Diaz-Pavón) y de ellas podemos sacar algunas conclusiones sobre la estructura urbana de Villarta, a mediados del siglo XVIII. Lo principal de todo ello era la existencia en casi todas las casas de las llamadas «cuevas» excavadas en el terreno, por otro lado muy propicio para ello. Estas cuevas excavadas tendrían la misma utilidad que los actuales «sotanos» y servía, dadas su temperatura moderada para la conservación de alimentos. Más curioso es la numerosa existencia de bodegas y sus respectivos jaraices, teniendo en cuenta que la existencia de viñedos como cultivo no era muy abundante. Es de suponer que esas bodegas y jaraices tambien se utilizasen para la elaboración de aceites y su conservación. Exceptuando una de las casas, la de Francisco Sanchez, casi todas las demás no disponían de salas especificas para estar y toda la avida familiar se desarrollaba en torno a la cocina, generalmente, la habitación más grande de toda la casa. Tampoco eran muy abundantes los cuartos dormitorios, generalmente dos, que posiblemente se utilizaran uno para el matrimonio e hijos pequeños y el otro para las hijas, en el caso de haberlas. Los hijos mayores utilizaban como dormitorio las cuadras que no faltaban en ninguna de las casas. Está claro que la relación de más de cien casas, sobrepasa, con mucho, los límites de este «poyete» pero no cabe la menor duda de que iremos profundizando en su exposición. El agua para uso domestico y para los animales no escaseaba aunque no fuese de las mejores del contorno y todas las casas disponían de un pozo, al menos, del que se sacaba el agua a no mucha profundidad, al menos, en la zona del antiguo Villarta. Felices fiestas. y seguiremos.
José Muñoz Torres, cronista oficial.
Me ha encantado, mi buen Pepe, leer este «poyete» de esas cosas o casas e nuestros antepasados, y no tanto, porque hoy día, desde la calle se pueden ver algunas partes de la construcción de esas casas que te retraen a aquella época que relatas. Yo tengo una colección de fotos, que poco a poco voy ampliando, con bastantes detalles de esos; un par de de los que tengo, ya los he visto en este reportaje como ilustración. Cualquier día montaré un vídeo con ellos. Muchas gracias. Éste ha sido otro de tus «poyetes» que me ha gustado un montón.
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