[Frey Don Rafael Moro Guerrero era natural de Daimiel y fué Párroco Prior de Villarta de San Juan entre 1813 y 1819].

A partir del 19 de enero de 1809, las inscripciones en los registros parroquiales (Defunciones, bautismos y matrimonios) quedan interrumpidas a causa de la Guerra de la Independencia. Desconociamos qué había pasado con el Párroco-Prior de ese momento, Frey Don Blas Olmedilla. El último registro de este Prior, concretamente en el libro de defunciones, es el de la defunción de Facunda Raserón, mujer de Guillermo Moreno, enterrada en la sepultura cincuenta y seis del tramo diez y seis. Al final de este registro aparece una nota que dice: «Desde la partida siguiente lleva el asiento de ellas Frey José Díaz Pavón. La primera es de Damiana Sánchez» Esta partida de defunción se corresponde efectivamente con la de Damiana Sanchez y dice lo siguiente: «.. en la villa de Villarta en veinte de marzo de mil ochocientos trece se enterró en el campo santo de esta parroquial en la sepultura primera del tramo primero Damiana Sanchez mujer que fué de Francisco Rincón.»
Sabemos como Villarta fué arrasada e incendiada y estamos empezando a descubrir que en la vida de nuestro pueblo, tanto a nivel político-civil como a nivel religioso se abre una época convulsa en la que es muy difícil llevar la narración de qué es lo que pasó, como se volvió a repoblar Villarta y qué fue de los objetos de arte que en la iglesia se encontraban. Pensabamos que el Prior Blas Olmedilla buscase refugio en su pueblo natal pero desconociamos las circunstancias y si en su huida o abandono de Villarta había podido salvar o poner a buen recaudo alguno objeto. Sólo tenemos la constancia, porque están ahí, de que pudieron salvarse todos los libros registros del archivo parroquial, en la actualidad formando parte del Archivo Diocesano de Ciudad Real. Afortunadamente los Archivos de Palacio nos están permitiendo ir recorriendo y sacando a la luz parte de lo que pasó. A próposito del Prior Blas Olmedilla, hemos encontrado un escrito suyo en el que dice:
«… que habiendo quedado el pueblo de Villaharta enteramente arruinado, mi casa saqueada por el enemigo, sin haberme quedado para mi manutención otro arbitrio que el amparo de mis hermanso donde permanezco, uniendo a esto la imposibilidad de servir Beneficios Curados por mi edad, achaques y cortedad de vista…» [AGP. legajo 294]
El anterior escrito dirigido al Vicario General del Priorato, esta fechado en Pinarejo (Cuenca), a veinte y nueve de octubre de 1814 y en él se sigue denominando Prior de Villaharta, aunque poco después presentará la renuncia al mismo. Mientras tanto deja nombrado theniente de cura y por tanto ecónomo de la parroquial de Villarta a Frey Josef Díaz Pavón, natural de Herencia y perteneciente a la Orden de Predicadores, catedrático graduado de Maestro de la Universidad de la Ciudad de Almagro. En esta situación permanecerá hasta que se produce el nombramiento de Frey Don Rafael Moro Guerrero como nuevo Prior-parroco de Villarta.
La presencia de este Prior en Villarta va a estar jalonada, prácticamente desde el principio, por multitud de problemas, -la mayoría de ellos ajenos a su labor como párroco-, terminando finalmente con la presentación de su renuncia como prior. Natural de Daimiel, tuvo una gran actividad durante la guerra de la Independencia como «espia» que pasaba información puntual a los representantes del ejercito o administracion españoles, al menos eso se deja entrever de todos sus largos y pormenorizados escrito. Su labor como párroco no parece que fuese de gran actividad ya que a pesar de la escasa retribución de que dispone obtiene permiso de la Vicaria Prioral para nombrar cura ecónomo de Villarta al Presbitero de Herencia Juan Alfonso Almeida que será el que lleve la actividad pastoral de la Parroquia. Ejemplo de esta escasa actividad es el hecho de que el primer registro que aparece del citado prior, en los libros parroquiales, es un bautizo celebrado el 18 de octubre de 1815 y el siguiente bautizo lo celebra en enero de 1817. La permanencia en la villa es esporádica y todo ello va a dar lugar a una serie de enfrentamientos y denuncias… pero mejor es que sean sus propias palabras las que nos cuenten su azarosa vida.
El relato más completo está certificado, a la vista de la documentación presentada por el Prior, por Serafín Feliz y Podio, Escribano del Rey Ntro. Señor, público en su Corte, Reinos y Señoríos y del número y Ayuntamiento de esta villa de Villarta y dice asi:

Certifico por testimonio como Frey Don Rafael Moro Guerrero, cura propio de la Villa de Villaarta y natural de la de Daimiel, donde al presente se halla, me fueron exhibidas ciertas diligencias practicadas a su instancia en las que se comprende un memorial dado al Excelentísimo Señor Don Francisco Javier Castaños, decretos de dicho señor y demás que aparece y todo por su orden dice asi:
Memorial: Excmo Señor [dirigido al General Castaños] Frey Don Rafael Moro Guerrero del Hábito de San Juan, natural de la Villa de Daimiel a V. Excª con el debido respeto expone: Que a consecuencias de la comisión que V. Excª se sirvió conferir al Intendente Honorario de Ejercitos, Don Manuel Heredia, residente en el mismo pueblo [Daimiel] para observar los movimientos de los ejércitos franceses durante la invasión y adquirir noticias de sus intenciones y operaciones, a fin de comunicarlas oportunamente a V. Excª, encargó el mismo Heredia al exponente [es decir al citado Rafael Moro] practicar muchas y dificilísimas diligencias que se necesitaban para lograr estos conocimientos y en su consecuencia tuvo el exponente que vivir en los territorios ocupados por los enemigos durante tres años y que hacer varios viajes disimulando su objeto con eminente riesgo de su vida, de que resultó comunicar a V.Excª, por medio de dicho Heredia, muchas noticias importantes que indispensablemente habrán contribuido a los gloriosos triunfos de nuestras armas, bajo el mando de V. Excª; pero al mismo tiempo llevado, el exponente, de su celo y amaaor a su legítimo soberano, se vio comprometido por efecto de sus investigaciones con los enemigos, en términos que, habiendo llegado a noticias del General Soult, se hizo por este buscar para prenderle, mas habiéndose ocultado en la casa de D. Manuel Treviño, del Hábito de Calatrava, cura prior de la refeida villa de Daimiel, intimó el mismo [el citado General Soult] al padre del exponente, que sería fusilado y su casa saqueada, si en el término de ocho horas no presentaba a su hijo, habiendo sido este bárbaro decreto la causa de que en breves dias muriese en cama lleno de aflicciones, dejando a su esposa e hijos anegados en un mar de lágrimas, sin mas auxilio que la providencia, pues el resto de los bienes que quedaban fueron destrozados por el rabioso encono del enemigo y robos continuados= en esta atención a V. Excª suplica que tomando los informes que estime convenientes, si lo tuviese a bien, expedirlo en su virtud una Certificación o documento que acredite los insinuados méritos y servicios y demás que resultan circunstanciadamente. Gracia que espera de la notoria justificación de V. Excª= Madrid y mayo diez y ocho de mil ochocientos quince = Al Excmº Señor [General Castaños] = Frey Rafael Moro Guerrero.
A lo largo de la documentación existente en el Archivo de Palacio, podemos ir siguiendo la trayectoria de Frey Antonio Moro, en lo que es una continua petición de ayuda ecónomica y una situación «profesional» más adecuada a su enfermedad que es puesta en duda por muchos de los que le van conociendo, sobre todo teniendo en cuenta la vida que lleva no muy en conformidad con su ministerio de prior y párroco. Pero sigamos con la historia que él nos va contando. El ilustre General Castaños, a quien el Prior dirige el Memorial es, en aquellos momentos, momentos Capitán General de Cataluña y partidario de la política absolutista del rey Fernando VII. A pesar de la exposición de motivos que le plantea Frey Rafael Moro, es evidente que, al no haber tendo relación personal, no le recuerde, aunque si al otro intermediario citado Don Manuel de Heredia, intendente del Ejercito. Por eso no es raro el decreto que firma Castaños dirigido al nuestro Prior:
Decreto[del General Castaños]: Madrid, veinte y cuatro de mayo de mil ochocientos quince= Aunque tengo presente que el que representa, con trabajo y celo y riesgo para proporcionar las noticias que expresa [ es decir, aunque no pone en duda lo que dice el Prior] no teniendo en mi poder los documentos que se me remitieron en aquel tiempo y que podrían acreditar sus servicios, me es imposible dar una certificación que los enumere y puedan servir para obtener el premio a que sea acredor; pero hallándose en esta Corte el intendente de Ejercito Don Manuel de Heredia, que era mi comisionado general en La Mancha, para tan interesantes servicios, nadie con más conociemientos y seguridad podía manifestar si no halla inconveniente cuanto desea acreditar el que representa= Castaños.
Ante esta contestación, la mayoría, hubiera desistido de seguir intentando el apoyo del general Castaños, pero Frey Rafael Moro, parece ser que era muy insistente y muy sugestivo en sus peticiones. Por tanto se dirige al que fue su antiguo jefe durante la guerra y consigue que este, Manuel de Heredia, le remita un sugerente y encomiable «curriculum», al citado general:

Excmº Señor= Enterado del antecedente acuerdo de V. Excª, tengo la honra de manifestarle que me consta ser5 ciertos todos los hechos que refiere el exponente, los cuales merecen especificarse mas circunstanciadamente, como voy a hacerlo, de los asuntos principales que tengo presentes. Para proporcionarme muchas de las noticias interesantes que comuniqué a V. Excª y a otros generales y mandantes de partidas, pasó el exponente repetidas veces a Manzanares, Almagro, Mora, Aranjuez, Ciudad Real, Huertas y Tarancón, para introducirse entre los franceses con el mayor riesgo de ser descubierta su intención; pero su sagacidad pudo salvarlo y proporcionarle adquisición de datos y conocimientos que siempre fueron exactos y, de consiguiente, utilísimos para el triunfo de las armas del Rey. Sin embargo de su cuidado y disimulo, fue sorprendido en Toledo por cuatro soldados franceses en el momento de estar haciendo la atrevida operación de inutilizar fusiles de aquellas tropas y habiéndole llevado preso, hubiese perecido, si su denuedo y valentía no le hubiese inspirado la idea que ejecutó de empujar fuertemente, en una cuesta, a los dos soldados que iban delante para escaparse, como lo hizo, a pesar de los tiros y persecución de los que llevaba detrás. En las inmediaciones de Huertas, le encontró un oficial francés que le tuvi por sospechoso y habiendo querido obligarle, por la fuerza, a que fuese con él para presentarlo al Comandante Militar, se defendió el exponente que, por sus circunstancias, no podía llevar armas, con una piedra, en término, que derribándole del caballo se lo cogió y me lo presentó con reservas, cuyo caballo hice entregar al Partidario [miembro de una «partida»] Don Juan Orobio, comandante de dicha partida para que sirviese a la misma y los franceses no lo descubriesen. También dio oportuno aviso al citado Orovio del paraje en que se hallaban las listas de la Milicia Cívica que interesaba formar el gobierno intruso en la provincia de La Mancha para que se apoderase de ella y las inutilizase a fin de trastocar un proyecto que le hubiera dejado expedito mayormente a sus tropas, cuyo deseable intento se verifico cogiendo dichas listas y rasgándolas en presencia de la mayor parte del pueblo de Daimiel. Es cierto, como dice el exponente en esta instancia, que tuvo aviso el Comandante Soult de que se ocupaba en adquirir noticias (…) con cuyo motivo tuvo que ocultarse en casa del Cura Prior actual Don Manuel Carrillo Treviño y como no pudo ser habido, fue intimado su padre por el mismo comandante de entregarle o ser fusilado, de lo que resultó la ruina de los intereses y el fallecimiento, a fuerza de pesadumbre, de su padre (…) Además de estos servicios, ha hecho otros muchos de la misma especie que no tengo presentes (..) Siendo cuanto puedo manifestar a V. Excª en el particular. Madrid veinte y ocho de Mayo de mil ochocientos quince.[Al Excmº Señor Castaños] = Manuel de Heredia.
Recibido el anterior informe por el General Castaños, este no tuvo reparo alguno en otorgar un segundo decreto en Madrid el veinte y nueve de mayo de mil ochocientos quince en el que ratifica lo dicho en el citado informe para que » devuelvan al interesado a fin de que pueda hacer uso de este documento para obtener los premios a que s eha hecho acreedor por sus servicios= Castaños». A lo largo de otros muchos folios van apareciendo las declaraciones otras autoridades tanto civiles como religiosas que van conformando y aumentando la «hoja de servicios» de Fre. D. Rafael Moro Guerrero. Asi es la declaración realizada en Madrid el diecisiete de mayo de mil ochocientos quince por Don Manuel Carrillo Treviño del hábito de Calatrava y Prior de la Parroquial de Santa María de Daimiel en los que de primera mano explica en detalle la ocultación del Prior en su casa huyendo de los franceses asi como el pago a los mismos de ciertas cantidades para que pudiese evadir la cárcel y la posible pena de muerte. En esta declaración aparece tambien un hermano del Prior, D. Joaquin Moro, que había rescatado las cuentas de Administración del Convento de Santa Maria del Monte. Además solicita la comparecencia a la presencia judicial de D. Jose Valdemar para que declare por el tenor de unas preguntas que el mismo formula y que el citado Valdelomar no duda, a pesar de todo, en contestar. Concretamente, refiriendose a otro testigo hace el siguiente pedimento:
«Para acreditar mas en forma la referida justificación conviene a mi derecho sea comparecido a la presencia judicial Francisco Moreno Ruiz y bajo juramento declarará cuanto le conste acerca de los particulares que llevo propuesto; pues asi es justicia que pido= Moro».
De igual forma se solicita la comparencia de Josef Henrriquez de Salamanca, teniente retirado en clase de disperso del Re quien gimiento Provincial de Ciudad Real quien declaró que:
«… en el mes de enero de mil ochocientos trecey haber tenido noticias que Frey D. Rafael Moro, estaba encargado por el Excmº Sr. Gral. D. Francisco Javier Castaños y por el intendente honorario de Ejercito Don Manuel Heredia para observar todas las noticias y movimeinto del enemigo (…) le solicitó que con la mayor cautela se mezclase con estos y (…) a su celo del dicho D. Rafael se debió el gran bien que resultó a la provincia de la Mancha de que el enemigo no estableciese la Milicia Civica….
La narración de este militar se desarrolla ya en el marco de unas hazañas legendarias propias de una novela de aventuras, sino fuera por el hecho de que solamente fueran exageradas para beneficiar a nuestro no muy humilde Prior de su valentía y méritos. Estas actuaciones se acentuan con otras declaraciones como la de Patricio Garcia de la Camacha, vecino de Daimiel y de igual forma tambien declaró Francisco de Paula Moreno
Todo podía deberse tambien a que por esta fechas, año de 1816, el Prior ya rogando a todos la posibilidad de poder trasladarse a otro pueblo que se acomode más a su situación pues su estado de salud es precario debido a todo lo que sufrió en la guerra pasada y ademas porque los «malos efluvios» de Villarta le impiden a una acuración de sus dolencias. Para ello ademas presenta certificados médicos como el de Josef Hidalgo de Calcerrada, médico titular de Daimiel que dice:
«… Que en año pasado de mil ochocientos once y por el mes de noviembre fue llamado por D. Rafael Moro Guerrero, del hábito de San Juan por haber recibido una herida de mayor consideración en el tarso del pie derecho por las manos violentas de los franceses, por lo cual, de sus resultados contrajo una fiebre lenta nerviosa y auxiliado de las medicinas indicadas, se notó un total aliviuo, no solo de la referida herida sino tambien en cuanto a la calentura.
En este mismo día y lugar tuvo lugar la declaración de Jose Martin, cirujano titular de Daimiel quien bajo juramento dijo:
«… es cierto ha curado y medicinado a Frey Don Rafael Moro una relajación que padeció en la articulación del hombro siniestro a resultas de un golpe que le dieron los soldados franceses».
Finalmente es el propio Prior el que comparece
«En Daimiel, dicho dia, mes y año ante su Señoria y de mi el escribano compareció Frey Don Rafael Moro y dijo: que para la información ofrecida por ahora no precisa mas testigos que los que se hayan examinado bajo de la protexta que hace de valerse de los demas siempre que le convenga y lo firmó el compareciente con su señoria, de que el escribano doy fe.= Ybarra = Moro= Antemi= Victoriano Moreno y Buendia. Vistas las anteriore diligencias de justificación que hace Frey Don Rafael Moro del Hábito de San Juan, cura propio de la Villa de Villaarta y de lo que de ella resulta, entregueselé originales en publica forma y manera que hagan fe para el uso que le pueda convenir; a los cuales para su mayor validación debía Su Señoria de interponer e interpuso su autoridad y judicial decreto cual puede y de derecho debe. Asi lo mandó y firmó el Sr. Alcalde Mayor de esta villa de Daimiel en ella a diez y siete de febrero de mil ochocientos diez y seis. de que doy fe= Juan Ramon de Ibarra [Alcalde Mayor] = Antemi= Victoriano Moreno Buendia [Escribano].
Esto es lo que, a la vista de los documentos aportados, certifica el escribano de Villarta. Los fines que persigue nuestro azaroso Prior son variados y no sólo se refiere al hecho de cambiar de pueblo -por enfermedad- , tanto como recibir ayuda económica con la que poder atender a su madre y hermanas o ayuda para poder disponer de una casa digna y no en la choza en que se le brinda en Villarta, si no también el hecho de poder disponer de dinero para otras «actividades». Pero como siempre se ha dicho «las cosas de palacio siempre van despacio» y más en una administración tan burocratizada como la del priorato. El caso es que a 18 de octubre de 1817 vuelve a la carga con mas justificantes para sus peticiones…
En un escrito de la fecha anteriormente indicada y dirigido al Gran Prior Don Carlos María, además de recordar sucintamente los episodios de la Guerra de la Independencia, no expone una nueva enfermedad:

«… El exponente, Serenísimo Señor, tuvo la mayor complacencia en haber sido útil al Rey y a la Patria, a pesar de haber quedado en la mas deplorable situación, pues no por eso olvido los sentimientos que siempre ha tenido de amaor y lealtad a la Real familia; y con afecto, apenas recibió la orden de V.A. para obsequiar y acompañar al Conde de Miranda [En aquellos momentos era Conde consorte de Miranda Pedro de Alcántara Álvarez de Toledo y Gonzaga, que ejercía las funciones de Administrador Mayor de Palacio], cuando pasó a Cádiz para recibir a S.M. y AA., no perdonó cuantos medios y arbitrios estaban a su alcance para verificarlo, de lo cual fue fiel testigo dicho Conde y de la terrible caída que dió el exponente del caballo [este accidente tuvo lugar el 7 de diciembre de 1817] a la salida del término de Villaharta, de la que le resultó una emotisi [hemoptisis: expectoración de sangre proveniente de la tráquea, los bronquios o pulmones] de la que no ha podido, antes todo lo contrario, pues cada día va creciendo el mal sin duda será la falta de medios para proporcionarse una cura radical, porque las rentas de su curato son tan cortas que apenas puede con ellas sustentarse módicamente. Aquí se agrega el tener que partir con su anciana madre y dos hermanas huérfanas que no tienen otro arbitrio para no perecer que los cortos auxilios que puede suministrarlas. Los facultativos de aquel pais le han asegurado unánimemente que no conseguirá alivio en su dolencia no viniendo a Madrid en donde se encuentran cuantos auxilios puede suministrar el arte porque en la Corte se hallan reunidos todos y los mejores; pero el exponente siempre celoso en no dar paso alguno contrario al respecto, que siempre ha tributado a sus superiores, antes de determinarse venir a esta Corte, en la que se halla postrado en cama, ha pedido la correspondiente licencia a Don Antonio María Izquierdo [Secretario del Gran Prior] quien se la ha concedido por término de quince días.
En estas circunstancias, el exponente, se ve en la sensible precisión, y bien contraria, por cierto, a su caracter, de molestar la atención de V.A. con esta exposición; añadiendo que el haberse mantenido a sus expensas todo el tiempo que se ha empleado en el real servicio ha ianfluido no poco a constituirse en el estado en que se ve de no poder costear su curación, ni aún tiene el arbitrio de encontrar quien le preste, porque sabe todo el mundo que no podrá pagar, pues consta de público y notorio que de la renta que tiene no puede sepaarar cantidad alguna para solventar, fuese la que fuese, que recibiere prestada, y por tanto a V.A. rendidamente suplica que por un efecto de su innata pieda se digne concederlo el producto de la tercia de Villaharta perteneciente a V.A. [La tercia del Gran Prior, en cada lugar, era la encargada de recaudar los cereales correspondientes a los impuestos de tercia que correspondían al Gran Prior. Estos estaban a cargo de un Administrador de Tercias que se encarga de su control asi como de los gastos que le sean mandados por el Contador de Rentas del Priorato] mandando que se le entregue integra al exponente, la que administrará por si, ofreciendo pagara las cargas que tenga anexas, cuyo líquido será muy corto, entendiéndose esta gracia por el tiempo que fuese del agrado de V.A. con lo que podrá atender a su radical y perfecta curación la que no espera conseguir si V.A. no se compadece de su triste estado por este medio. Gracia que espera conseguir de la notoria bondad de V.A. cuya vida guarde el todopoderoso muchos años. Madrid 18 de octubre de 1817. A.L.P. de V.A. = Frey Rafael Moro.
Se podían enumerar más y mas peticiones de nuestro Prior pero parece ser que esta última petición tan directa, que afecta directamente a intereses de otros personajes hacen saltar las alarmas de la administración del Priorato que empiezan a solicitar informes, a terceros, sobre la aforma de vida del Prior, aunque ya es sabido por ellos, que en el ámbito pastoral todas sus funciones las realiza un presbítero que tiene contratado como theniente de cura. La realidad de la vida del Prior, a la vista de los informes solicitados parece ser otra muy distinta y no muy ejemplar. El más importante de ellos es el informe emitido por Frey Don José Martinez Herrera, comisionado por el Vicario General de la Orden de San Juan de Jerusalen. Desplazado este en febrero de 1819 toma declaración a varios vecinos de Villarta:
«En la villa de Villaharta a diez y seis de febrero de mil ochocientos diez y seis (…) recibí juramento a Juan Gómez Lobo, vecino de esta villa, que lo hizo a Dios Nuestro Señor y una señal de cruz bajo el cual ofreció decir verdad en lo que supiere y fuere preguntado y siendolo por el interrogatorio del dicho, despachó a la primera pregunta:
1ª Dijo: que desde un año a esta parte no ha residido el Prior Frey Don Rafael Moro en esta villa tiempo alguno y que solo le han visto en ella cuando ha venido a cobrar la consignación que tenía estipulada con su ecónomo, pues solo lo ha visto como transeunte y que ignara el declarante si pare ello tenía el Párroco permiso de sus superiores.
2ª A la segunda: Que en los pocos días que ha residido el párroco en esta villa no lo ha visto celebrar el santo sacrificio de la Misa, sino que cuando ha asistido ha sido como un particular, en traje de secular; ni tampoco lo ha visto administrar sacramentos ni ejercer las funciones de pastor, vistiendo con ropas ajenas de eclesiástico; que ignora si en los demas pueblos donde ha permanecido el Prior ha observado igual versación.
3ª Que el declarante jamás lo ha visto enfermo, que ha oído decir que lo estaba pero que en el tiempo de su residencia en esta villa, siempre a su parecer, lo ha visto bueno, a pesar de ser corta la expresada residencia del Prior.
4ª Que no tiene noticia de que este haya jugado en esta villa juegos prohibidos y sí ha oído que ha jugado en otros pueblos.
5ª Que es cierto, estar destruida la casa del Beneficio pero que asi como ha residido los días que ha venido, hallando habitación decente lo mismo pudiera haberlo hecho si hubiera vivido de continuo: Que es lo único que puede declarar y la verdad bajo juramento prestado en el que se ratificó leida que le fue esta su declaración, expresando ser de edad de cincuenta años poco mas o menos = Juan Gómez Lobo = Frey Don José Martinez Herrera.
En la villa de Villaharta, dicho día, mes y año (…) recibí juramento en forma legal por Dios N.S. y una señal de cruz a José Ximenez Fructuoso, de esta vecindad (…)
1ª A la primera dijo: Que el Prior Párroco Fr. Don Rafael Moro no ha residido en esta su parroquia tiempo alguno desde un año a esta parte, pues solo ha venido por dos o tres días y, al momento, se ha retirado, ignorando el declarante si para ello tiene permiso de sus superiores.
2ª A la segunda: que lo ha visto vestir, comúnmente, con trajes indecentes e impropios de su ministerio, que no lo ha visto celebrar el Sto. Sacrificio incruento mas que tres o cuatro veces en todo el tiempo que lleva de párroco ni ejercer su ministerio en tiempo alguno.
3ª A la tercera: Que el mismo Párroco, ha oído [el declarante] que está habitualmente enfermo pero que el declarante no lo ha creido por verlo continuamente ya en invierno como en verano salir a cazar, montar a caballo y hacer otros ejercicios incompatibles con una persona que tiene salud delicada.
4ª A la cuarta: Que le consta que el párroco juega diferentes juegos prohibidos por la ley, pues lo ha visto y en la feria de Consuegra, habiendo perdido el dinero que llevaba buscó al declarante para que le franquease dinero. Que tiene noticia de que juega en Daimiel, Manzanares, Herencia y otros pueblos cuando el Prior va a ellos y por fin, que en esta villa en la noche del día catorce del corriente perdió el dinero que tenía con varias personas de las mas bajas del pueblo.
5ª A la quinta: que es cierto no hay buena proporción de casas en esta villa pero que si el Párroco fuese de otro modo siempre hubiera encontrado según las circunstancias del pueblo(..).
La siguiente declaración, con las mismas formalidades de juramento, corresponde a la de Don Juan Miguel Carrascosa, quien declaró:
A la primera pregunta que desde que le conoce de párroco jamás ha residido por mas tiempo que el de ocho o diez días y esto violentamente pues así lo manifestaba y que se ausentaba por temporadas de meses(…) ha oído decir tenía licencia de S.A. por medio año pero que contrató con un clérigo de Herencia y le subarrendó todas sus rentas para todo el año 18 y en todo este tiempo no ha permanecido sino algunas horas que precisamente necesitaba para cobrar la cantidad que trató con el dicho clérigo.
A la segunda dijo que le consta no haber vestido cual debía tanto en las esancias cortísimas que ha hecho en este pueblo como en todos los que ha residido (…) que el vestido que de ordinario se le ve es como un cazador; que en cuanto su conducta, no sabe mas que así en este pueblo, como en los demas está de continuo en las casas de juego y la mayor parte de las veces llevando la banca.
A la tercera dijo: que aunque es verdad le ha oído decir echa sangre por la boca, no solo no lo ha visto echar, sino que a nadie le ha oído decir que lo haya visto y que todo el pueblo tiene por falsa esta especie, por verle de continuo en sus marchas, hacerlas a caballo, ejercicio sin duda capaz de haberle echado ya en tierra, si tal enfermedad padeciese.
A la cuarta dijo que ya deja expresado en la 2ª que su continua diversión y ejercicio es el jugar a juegos prohibidos y que tiene noticia ha perdido varias sumas de consideración a estos juegos en la vª de Herencia, Daimiel, Ciudad Real, Manzanres y pocos días hace en Villarta y entre gente muy inferior e indecorosa a su estado.
A la quinta dijo: que es cierto que el pueblo de Villarta está muy arruinado y con pocas casas que puedan titularse de «arquiled» pero que entre estas se le proporcionó en el año 17 casa decente para vivir, por la Justicia de aquel año, pero que no pudo esta (la justicia o concejo) con su gran interés que se tomó para que residiese en su feligresía(…) que hace seis o siete meses no le han visto celebrar y si como transeunte oir misa en los días de fiesta que por casualidad la ha cogido en esta villa y últimamente es muy notado de todo el pueblo de Villarta y de los que frecuenta el Prior en la provincia su conducta desarregladísima (…)
Es evidente que el expediente formado por el comisionado parece muy reducido en cuanto a número de personas y en la coincidencia de sus respuestas y aunque se suele decir que «cuando el río suena agua lleva» no podríamos sacar una conclusión tajante de ellas. Si es cierto que como ya hemos dicho la presencia del prior es fugaz, incluso en lo referente a la reedificación de la Iglesia parroquial y su inauguración, su presencia, a la vista de los documentos revisados, es prácticamente nula. El propio ayuntamiento de la época emite dos informes contradictorios con los cuales terminamos este rápido recorrido por la vida azarosa de Frey D. Rafael Moro Guerrero.
El primero es del 22 de febrero de 1819 y dice asi:
«Enterado este ayuntamiento del contenido en un oficio de 18 del que rige a pesar de serle sensible, no puede menos, en descargo de su conciencia y con la realidad que acostumbra informar a V. [ Se refieren concretamente al Vicario General del Priorato] lo siguiente:
Que frey Don Rafael Moro cura Prior de esta Parroquial desde un año a esta parte, su residencia en esta ha sido de mui corto tiempo y en el discurso de dicho tiempo ha venido a esta villa diferentes veces y nuchas de ellas en el propio día de su arribo a esta ha regresado y esto en diferentes épocas, en las cuales le hemos visto celebrar algunas misas. Y en punto a administrar los sacramentos, visitar enfermos y demas obligaciones no nos consta jamas se haya ejercitado en ninuguna de ellas, sin duda por haber existido en esta un teniente de cura.
Asi mismo podemos decir que en las épocas de corta mansión en esta villa las ropas que ha usado dicho cura párroco, y en el día a día, es de corto con pantalón de paño, ya negro ya de color y ya de punto inglés, botas con borlas, sombrero de copa alta y fraque a lo moderno y en ocasiones o temporadas zamarra de pieles de cordero. Por lo que respecta al juego de naipes, mediante que esta corporación, en el día, se compone de labradores que la mayor parte del año están invertidos en sus faenas de campo, solo pueden decir que no han visto en esta villa en juegos a dicho cura y si oído decir en bastantes ocasiones había jugado en las poblaciones inmediatas a esta en juegos prohibidos por las leyes habiendo perdido algunas sumas de dinero. Y por lo tocante a disfrutar de salud, este ayuntamiento jamas le ha conocido al citado párroco con accidente alguno, ni noticia fidedigna de que arroje sangre por la boca y solo a dicho Señor Prior se le ha oído alguna vez decirlo, lo cual se contradice porque continuamente se observa con su caballo pasar a los pueblos del contorno cuando le acomoda. Es cuanto en obsequio a la verdad y amor a Nro. Serenísimo Sr. Infante que tan repetidas …. tiene dispensadas a esta su leal villa podemos informar. Dios guarde a V. muchos años. Villarta de San Juan 22 de febrero de 1819 = Antonio Muñoz = Antonio Sánchez= Josef Sepulveda= Antonio Cuerva.
El 19 de enero y a instancias del propio Prior que se dirige a los miembros de la Corporación les dice
» A VV.SS. suplico se sirvan estampar a continuación y en informe lo que tengan por conveniente y en justicia y en conciencia les conste concurriendo SAbino Ribera al acto por ser quien lo ha visitado …. El informe dice: «Es constante y público cuanto expone el párroco y no nos deja de sorprender su residencia en este pueblo respecto lo mal que le prueba y que siempre a pocos días de llegar ha empezado a echar sangre por la boca, permaneciendo en este estado sin favorecerlo físicos ni recurso a mano exponiendose a un ataque que le quite la vida, y a nosotros, un pastor a quien amamos y para proporcionarle algún alivio en su enfermedad de los que están a nuestro alcance, hemos registrado casa por casa del pueblo y nos ha sido muy sensible no haber encontrado donde colocarlo a no ser que echásemos algún vecino de su propia casa, para lo que como ya tenemos dicho, no estamos autorizados. Igualmente Sabino Ribera, maestro sangrador y aprobado en el protomedicato y con nombramiento del Supremo Consejo de Castilla para asistir a los enfermos, expresa ser cierto que con sus cortos conocimientos ha tratado y trata en el día de aliviar la expuesta enfermedad que padece el citado párroco y que como tiene dicho no puede establecer su curación en esta villa por no haber ningún recurso y menos por ser estos aires diametralemnte opustos a su delicada constitución y las idilaciones [efluvios] malaiciosas anejas a esta enfemedad. En cuya consecuencia le ha intimado repetidas veces el peligro en que se halla si le repite el vómito de sangre. Es cuando nos consta y podemos decir. Villarta y enero veinte de mil ochocientos diez y nueve. = Antonio Muñoz = Josef Sepulveda = Antonio Sanchez Polo= Antonio Cuerva y Sabino Ribera = El escribano de Ayuntamiento Serafín Felix y Podio.»
En un mes de diferencia, los miembros de un ayuntamiento emiten dos informes totalmente contrapuestos ¿Como es eso posible? Los comentarios posteriores fueron ascendiendo de tono acusandole de «relación carnal» con una viuda de Daimiel… Fué una vida azarosa que podía dar lugar para una apsionante novela de aventuras… pero solo sabemos con certeza, que al final de todo, el Prior Frey D. Rafael Moro Guerrero pidió la renuncia a su cargo sin que en Villarta volviese a saberse nada más.
NOTA: La transcripción del documento la hemos realizando adaptándola a la actualidad a fin de ser más comprensible. [ Todos las citas están recogidas en el ARCHIVO DE PALACIO. SECRETARIA. Legajo 294]
José Muñoz Torres, Cronista oficial
Pepe, me he quedado perplejo con lo que nos cuentas de la vida de este personaje, no se si fue un héroe venido a menos, un ludópata del juego, un liante en su beneficio… El relato de este «poyete» me ha resultado verdaderamente azaroso. Muchas gracias. Saludos.
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