Frente a la «Motilla» de la que hablábamos en nuestro anterior «poyete», a escasos 500 metros, pasada la zona pantanosa del río Gigüela y sobre la elevación continua situada en la margen izquierda del citado río, se haya el yacimiento de la Virgen de la Vega [MANUEL CORCHADO SORIANO sitúa en ese paraje la Motilla de la edad del Bronce pero no hace ninguna referencia a la existencia de este yacimiento íbero-romano.] La denominación de «Virgen de la Vega» se la aplicamos por el hecho de haberse encontrado allí una ermita dedicada a esa advocación de María. A pesar de que en la actualidad no existe ningún vestigio de ella, si hemos encontrado documentación escrita y plano de situación de la misma, aparte de la información verbal que nos transmitió JUAN DE DIOS SÁNCHEZ, vecino de Villarta. La documentación escrita la encontramos en las Relaciones de los pueblos de España, concretamente en la respuesta a la pregunta 51 del pueblo de Arenas, en la que dicen:
«… y yendo por el mismo camino adelante, camino de Villarta, media legua de esta villa, está otra ermita que se dice advocación de Nuestra Señora de la Vega» [CAMPOS Y FERNANDEZ DE SEVILLA. Los pueblos de Ciudad Real en las relaciones Topográficas de Felipe II. T. I Ciudad Real, 2009. Pág. 166].

La información gráfica viene en el plano anterior, del año 1884, donde se describe un espacio rectangular con la leyenda de «Ermita ruinas», dándose la circunstancia de que el límite divisorio de los términos municipales de Arenas y Villarta, pasaba por el medio de la citada ermita. Este hecho fue la causa, en la opinión de Juan de Dios Sánchez, de que se abandonase la ermita y se produjese su ruina. Cuando me acompañó al citado emplazamiento me comentaba que él había visto aún restos del edificio. Paseando por el entorno me fue señalando lugares donde él había visto silos excavados en la tierra y, realmente, aún tratandose de un lugar ya cultivado, los restos de cerámica erán muy evidentes. Desgraciadamente, aunque no esté localizado este yacimiento se veían las señales inconfundibles dejadas por los «buscatesoros» [personas, posiblemente sin formación académica pero que conocen a la perfección todos los yacimientos, sobre todo los que no están excavados]
En el paraje del que estamos hablando se encuentran restos, ya muy diseminados -en una superficie superior a las 10 Has.- que nos van indicando el paso de la prehistoria (Edad del Bronce) a la protohistoria con la invasión de los pueblos centroeuropeos: celtas, celtiberos e íberos y todo ello como transición, larga, al proceso, -sobre todo en nuestra zona-, de romanización que nos hace entrar definitivamente en la historia.
Hablábamos, al principio de yacimiento íbero, sin tener en cuenta que dentro de esta denominación entran una serie de pueblos entre ellos los carpetanos o los oretanos. Estos últimos, ocupaban gran parte de la actual provincia de Ciudad Real, desde Sierra Morena hasta la cuenca del río Anas. Sin embargo su extensión concreta es muy difusa ya que existen algunas indicaciones que definen ese territorio en la que muchos autores no se ponen de acuerdo, incluso en casos aparentemente como el rio Guadina. Sin embargo, algunos historiadores del siglo XIX, utilizando más la intuición que las posibles realidades de que disponían, se atrevieron a detallar los límites precisos de los distintos territorios. Así FERNANDEZ-GUERRA, hablando de estos pueblo indoeuropeos, decía que los oretanos
«Confinando con los celtíberos, se extendían desde Minaya por Villarrobledo, Peñarroya y Castillo de Cervera hasta Villarta de San Juan. Partía lindes con los carpetanos en el sitio de Las Labores, subiendo luego cerca de Urda, y bajando por los rios Bullaque y Guadiana hasta el Zujar, dejaba a los túrdulos las cumbres de Almadén, Chillón y Fuencaliente». [FERNÁNDEZ-GUERRA Y ORBE, AURELIANO.- Noticia histórica de la Oretania y de sus tres obispados]
Sin definir claramente a qué llamaban río Guadiana, lo que si parecían tener claro, tanto geógrafos como historiadores, es que el límite Norte de la Oretania estaría situado en el citado río . A partir de aquí, muchos empiezan a jugar con el curso del río Guadiana con el fin de conseguir demostrar que tal o cual territorio pertenecía a tal o cual población anterior. Afortunadamente las nuevas e importantes excavaciones que se están realizando con una metodología y medios modernos, están limitando, al máximo, las subjetividades personales. En cualquier caso, el yacimiento del que estamos hablando situado junto al cauce del Gigüela, Záncara o Guadiana (según la época y la persona que lo utiliza), no parece, en la actualidad, de gran importancia y -posiblemente- tampoco lo sería cuando aún no se encontraba arruinado[Hago especial indicación a este olvido, no creo que intencionado pero si continuado y desde antiguo por parte de autoridades u algunos historiadores. Y por supuesto nuestra idea de no hablar de nuestras cosas, aplicando el viejo refrán de «las cosas buenas en el arca se venden»]. El laboreo intensivo y continuado de la zona ha ido removiendo los objetos, algunos de los cuales, sobre todo los «pondus» se han conservado en bastante buen estado.
La situación del yacimiento sería propicia a la creación de una villa romana de cierta importancia; por un lado su cercania a uno de los importantes «baos» o afloraciones del Gigüela [todas las corrientes fluviales como son el Amarguillo, el Záncara, el Gigüela y el viejo o alto Guadiana, procedente -este último- de los humedales proximos a Argamasilla, pasan ya por Villarta reunidos, a partir de la zona actualmente conocida como «la junta de los ríos»]; además ocupa la zona más alta de la depresión del citado río, lo que supone una situación de vigilancia y por último la proximidad a ciertos caminos importantes y antiguos como el camino desde Villarta a Daimiel o el paso próximo de caminos ganaderos.

En cualquier caso la importancia de estos yacimientos dependería de la localización de Murum, siempre situada por diversos historiadores en las proximidades de Villarta dando por hecho de que la via de Laminio a Consuegra pasaría por Villarta, que se convertiría en cualquier caso «en la puerta del Guadiana» o al menos el paso más cómodo y seguro.
El otro asentamiento, el de Falcón, presenta las mismas caracteristicas que el de la Virgen de la Vega, aunque no se ha encontrado en su inmediato entorno restos del Bronce, si bien bordeando la depresión del Gigüela hasta los Altos de Buenavista tenemos noticias de hallazgos fortuitos de industria lítica. Al igual que el yacimiento de la Virgen de la Vega, el yacimiento apartado de vias de comunicación y también muy resguardo por los desbordamientos del Gigüela, se ha visto y creemos que se sigue viendo expoliado por los buscadores profesionales. En cualquier caso la presencia de cerámica ibérica y de sigillata, era hasta hace poco muy frecuente. Concretamente hace más de 15 años encontramos un pequeñisimo trozo de sigillata del que adjuntamos un dibujo con el sello del alfarero [ La sigillata fue entregada al profesor Roldán Hervás por uno de sus alumnos, desconociendo el resultado. Los restos de los que se acompaña foto son hallazgos después de que hubiesen arado el cultivo, concretamente un viñedo, tanto en Falcón como en la Virgen de la Vega. ]





José Muñoz Torres, Cronista oficial
Gracias, D. José por tu esfuerzo por detallarnos las cosas como fueron. Lastima que no haya alguna «mala» foto de esa «motilla», aunque fuese de lo último que se pudiera ver en ruinas. Cuánto habrá desaparecido o se guardará por algunos que ayudarían mucho a reconocer y saber más de nuestra historia.
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