A veces, incluso dándonos cuenta de lo que hacemos, creemos que nuestra historia, los datos de nuestra historia, solo los podemos encontrar en lo que haga referencia exclusivamente a nuestro pueblo y eso, efectivamente, no siempre es así, ni mucho menos, Con más o menos importancia, a veces con muy poca, la historia de nuestro pueblo arranca con presencia física de asentamientos en la Edad de Bronce, más concretamente con la cultura de las motillas. En la zona de la Virgen de la Vega, en el humedal de las «Tablas de Villarta de San Juan», se encontraba una motilla que prácticamente había permanecido intacta hasta la década de los 70 en el siglo pasado. Esta prueba de nuestro asentamiento primitivo, era y ha sido de escasa importancia, solo citado de paso por los expertos que trataban de la cultura de las Motillas.
Fragmento del ensayo de un mapa arqueológico de la provincia de Ciudad Real, publicado por la Comisión Provincial de Monumentos, sobre trabajos realizados por su numerario Don Manuel Corchado Soriano hasta el año de 1970 para que sirva de indice clasificado e inclusión de nuevos hallazgos ( Compuesto en el Estudio de Don Ildefonso Prieto Garcia-Ochoa, Arquitecto y numerario de la misma Comisión.)
En el anterior mapa figura con el número 22 la Motilleja, en las proximidades de Villarta de San Juan, calificando como Yacimiento prehistórico, o indicios de esta época. Sin embargo, en ese mismo mapa, con un simbolo en forma de triángulo se hace referencia a Castros, atalayas, puentes, o culaquier resto de época anterromana, romana o visigoda, sin que en él aparezca el puente romano o «viejo» de Villarta. Sin embargo si aparece la mansión de Murum, en la zona de las Tablas de Daimiel, a pesar de que en aquella época la mayoría de los expertos desechaban totalmente esta ubicación ( Hago este comentario, sobre todo el referido al puente, por el hecho curioso de que algunos años más tarde la propia Comisión Provincial de Monumentos propuso a la Ral Academia de Bellas Artes, la calificación del puente como monumento histórico-artístico de Caracter nacional). El número que aparece en el extremo izquierdo posterior (738) corresponde al mapa del Instituto Geográfico que lleva la denominación de Villarta de San Juan. Pues bien, si se hubiese actuado de otra forma, mas en contacto unos pueblos con otros quizás nos hubiésemos o se hubiesen convencidos de que querer todo lo importante para unos sin compartir con los demás no hubiera supuesto ningún beneficio. La «rivalidad» entre los pueblos de Villarta de San Juan y Arenas de San Juan, sólo consiguió que la ermita de Nuestra Señora de la Vega, por cuya mitad discurría el término entre los dos pueblos no hubiese desaparecido, ni el yacimiento ibérico-romano que se encontraba en el subsuelo de la zona hubiese sido destruido, ni en la actualidad, esa zona como la de Falcón estuviese siendo pasto de los buscadores de cosas antiguas, sobre todo monedas con sus «despreciables» detectores de metales. Y si hubiesemos estado más atentos el «maravilloso filtro verde» que se nos vendió, las «fértiles» tierras que cubrían las emanaciones del acuífero y que desecadas de agua del Gigüela, serían fáciles de cultivar, … si hubiesemos estado atentos al «oro verde» de la alfalfa (como la llamó un ilustre político en las páginas del desaparecido diario «Ya») que para obtenerlo, fue necesario, previamente, desforestar gran parte de la dehesa de Villacentenos, no hubieramos perdido los viejos encinares (¿nos hemos olvidado de aquella petulante ley de «Fincas manifiestamente mejorables’) ni hubiesemos dejado seco nuestro subsuelo. Si hubiesemos estado más atentos, unos y otros, no tendríamos, como únicos testigos de los grandes bienes que ibamos a obtener, el pequeño montón de piedras existente en lo que era la motilla de la vega, o un hilillo de agua, de vez en cuando, en lo que eran las magnificas tablas de «Villarta y Arenas», o cada vez más amplio secarral, en vez de encinares. La antigua vega del Gigüela hay algunos años que incluso ha llegado a recolectarse, eso si dejando sin fauna y flora toda la «Tabla».
Restos de la Motilla de la Vega derruida para implantar un «filtro verde», en la vega o «Tabla» de Villarta de San Juan) (Archivo Personal)
Muchos, o al menos, algunos de los que lean la anterior introducción, han sido conocedores de todos estos desastres, de olvidos y descuidos, no sólo en Villarta de San Juan, sino también en muchos de los pueblos de este antiguo Campo de San Juan que tanto ha perdido en su larga historia y que tantas manos ajenas y poco dadas a solucionar problemas han arbitrado su vida. Tantos pueblos que hemos preferido luchar por nuestra historia particular y no por la historia común del Campo de San Juan; y estamos tan habituados a ello, que un esfuerzo iniciado por algunos ilusionados estudiosos de nuestra historia en común, con mucho trabajo e ilusión se ha venido abajo simplemente por «¡un quíteme allá esas pajas!» [para decir que el motivo de una discusión o un enfrentamiento ha sido una nimiedad, es decir, que la reacción resulta desmedida teniendo en cuenta la poca importancia del agravio]. Es cierto que entre pueblos próximos y con historia en común, siempre puedo y podrá haber problemillas o mejor dicho, que por diferentes motivos hay pueblos mucho mejor avenidos entre ellos que con otros tambien cercanos. En nuestro Campo de San Juan, la relación de Villarta con Herencia, siempre ha sido mucho más franca que con otros pueblos y no es por razón de proximidad sino por otras circunstancias. El hecho de que el término municipal de Herencia llegue, practicamente, hasta casi el mismo pueblo, hizo que la relación entre ambos fuese muy estrecha y que mucha gente de Herencia emparentase con la de Villarta.… Pero bueno ya hablaremos de todo esto en otra ocasión. El motivo de nuestro «poyete», hoy, es simplemente poner en relevancia obras de arquitectos o pintores, en ambos pueblos y en Madrid, lo cual puede venir a certificar la importancia de los mismos.
Nos vamos a remontar a finales del siglo XVII y en concreto a un arquitecto/maestro de canteria, Simón Martinez de Vega y especialmente a algunas de sus obras más importantes:
Madrid, 6 de junio de 1682.– En 6 de junio de 1682 por orden del Consejo mandó Ma-
drid trazar para la ejecución de la nueva puente de Toledo, y su maestro mayor hizo traza y condiciones en 14 de junio de dicho año.
Herencia, 10 de julio de 1668. : Iglesia Parroquial de Herencia.Se dio sentencia por los señores del Consejo: «..Dixeron, que mandavan, y mandaron se haga la obra y fábrica de la dicha Iglesia en conformidad de la ultima declaración hecha por Bernabé Fernández, Maestro Arquitecto..·
Villarta de San Juan, 1690 Puente de Villarta.
¿Pero quién es ese desconocido Arquitecto/Maestro de Canteria? Aunque hemos encontrado varios datos sobre el mismo no hay muchos datos concretos sobre su biografía. Se dice de él:
«Vecino de Herencia (Ciudad Real). Maestro de Cantería. Residente en las montañas de Burgos y en la Mancha. En 1678 remató las obras del puente de Villarta (Ciudad Real), pero los trámites se alargaron y hubo de rematarlo definitivamente en 1686, teniendo por compañero a Francisco de Setien Rozas. Consta que en la primavera de 1682 había terminado, en seis meses, el puente de madera que se le encargó para sustituir el arruinado Puente de Toledo en Madrid que se había derrumbado tras las riadas de 1680. Ese mismo año se remata con él la obra de reconstrucción por 239.000 ducados, con la condición de que ha de hacerse con una traza presentada por José del Olmo. Maestro mayor de la villa de Madrid. Para la obra del Puente de Toledo asocia a su trabajo a Francisco de Setien Rozas, a quien ya vimos en el puente de Villarta, y a Félix de la Riva Campo que ya participó en la elaboración del puente de madera.» [MARIA DEL CARMEN GONZALEZ ECHEGARAY, MIGUEL ANGEL ARAMBURU-ZABALA HIGUERA, BEGOÑA ALONSO RUIZ Y JULIO J. POLO SÁNCHEZ.- Artistas Cántabras de la Edad Moderna. Su aportación al arte hispánico.]
Sin embargo, en esta ligera biografia, solo figura el dato de su residencia en Herencia, sin precisar nada mas, no obstante si hemos encontrado algunos datos en el Archivo Parroquial de Herencia que nos permite identificar a Simón Martinez de Vega, Arquitecto o maestro de Cantería (que de las dos formas es citado) como vecino de la villa de Herencia.
Registro de defunción de Caterina Nogueras, viuda de Simón Martines de Vega. Libro de defunciones del Archivo Parroquial de Herencia (Ciudad Real) que se inició el 23 de febrero de 1710 (Fuente: FamilySearch.org.)
Dice así: «En la villa de Herencia en diez y ocho dias del mes de junio de mil setecientos y once Catalina Nogueras viuda de Simón Martinez de la Vega, vecina de la villa y natural de la ciudad de Cuenca habiendo confesado con fr. Juan Alfonso de la Santisima Trinidad, residente en la villa y habiendo recibido por viatico el Santísimo Sacramento de la Eucaristía y el de la Extrema Unción, falleció. Otorgo su testamento Juan Gonzalez, notario escribano público de esta villa a los veinte y nueve de junio del año pasado de setecientos y uno por el que se mandó enterrar en el convento de mercedarios descalzos de esta villa donde fuese sepultado dejo misa cantada de cuerpo presente y acompañando … para todos los señores sacerdotes y religiosos que la acompañaron que se dió de la limosna acostumbrada…»
Desconocemos cual fue el camino que le llevó a nuestro personaje a avecindarse en el pueblo de Herencia pero lo cierto es que su oficio de maestro de canteria en aquella época de gran número de construcciones nuevas o reparaciones existentes y por ello después de su participación en las obras del puente de Toledo de Madrid, actua casi al mismo tiempo en las obras del puente de Villarta y de la nueva iglesia de Herencia que se inauguró en 1713, cuando ya Simón Martinez de la Vega había fallecido (En el registro de defunciones figura en 1711 la muerte de su viuda, luego su fallecimiento tendría que producirse en fechas posteiores a 1690 feha en las que se encontraba al frente de las obras de reparación del puente de Villarta. Pero vayamos por partes.
Si como dice el dicho «las cosas de Palacio siempre van despacio» es muy posible que la participación de Simón Martinez de la Vega en esta obra no solo fuesen despacio sino además con ciertos problemas judiciales que tuvo uno de sus socios, Juan de Septien (creemos que este el el nombre y no el de Francisco de Setien que cita Maria del Carmen González Echegaray en la cita que incorporábamos anteriormente). Es Eugenio LLaguno y Amirola quien escribe:
Informe de la villa de Madrid acerca de la obra del puente llamado de Toledo, que está sobre el rio Manzanares. Habiéndose mandado á Madrid informe sobre el memorial que dieron á S. M. los maestros, á cuyo cargo está la reedificación de la puente de Toledo, para hacerle, cometió el reconocimiento de los papeles tocantes á ella al corregidor y caballeros comisarios de esta fábrica, y por Madrid se ha hecho el siguiente:
En 6 de junio de 1682 por orden del Consejo mandó Madrid trazar para la ejecución de la nueva puente de Toledo, y su maestro mayor hizo traza y condiciones en 14 de junio de dicho año. Se obligaba y daba fianzas Lucas Blanco á ejecutar por doscientos cincuenta mil ducados de vellón y los despojos de la puente arruinada á toda satisfacción dicha obra, teniendo siempre adelantados para mas seguridad veinte mil ducados en dicha obra hasta su fenecimiento, y sin que por razón de demasías se alterase ni innovase la obligación. Y dicho dia hubo junta en la posada del Sr. D. Luis de Salcedo, y se admitió asi la postura como la traza y condiciones de dicho maestro mayor entre otras muchas.
En 19 de julio de dicho año hicieron mejora Juan de Septiem y Francisco Casusso, en que las cepas en vez de manpostería fuesen de cantería , y por Josef Arroyo se mejoró la planta en cuanto á las zampeas. Con vista de todo en 8 de agosto de dicho año se acordó que se observase de la traza del maestro mayor el alzado, y de la de Josef de Arroyo las zampeas para las cepas, y la mejora de Juan de Septiem y de Casusso. Con dicho acuerdo se mandó pregonar en 18 de agosto de dicho año, y se remató dicha obra en doscientos treinta y nueve mil ducados de vellón por última baja, que hizo Simón Martínez de la V e g a , y mas los despojos de su ruina y puente vieja, y con calidad de haberse de pasar aparte las dos mejoras de zampeas y cantería, y en dicha conformidad quedó celebrado dicho remate con dicho Simón Martínez, quien en 16 de agosto de dicho año declaró por partícipes á Juan de Septiem, Félix de la Riba y Francisco Casusso, y en 26 de agosto le confirmó el Consejo.
En 12 de octubre de 1683 se nombró por protector al Señor D. Juan del Corral Paniagua, ante quien pidieron dinero, suponiendo se les debian muchas cantidades, protestando diferentes daños y menoscabos; y habiendo dado providencia de que se reconociese si lo obrado correspondia á lo recibido, pareció por declaración de los maestros nombrados para este efecto, tener recibida mucha mas cantidad de dinero que obra hecha, como parece en el fol. 76 de la primera pieza de autos.[EUGENIO LLAGUNO Y ALMIROLA. Noticias de los arquitectos y Arquitetura de España desde su restauración. Tomo IV]
Puente de Toledo de Madrid (Fuente: Biblioteca Digital Memoria de Madrid)
En 1631, siendo ya vecino de Herencia Simon Martinez de la Vega, se estaba ya tratando de la construcción de la Iglesia de la Villa de Herencia, y puso demanda la dicha Villa de Herencia, y su Iglesia, a las Dignidades Prioral de San Juan y Arzobispado de Toledo y a todos los beneficiarios de los diezmos, solicitando cierta cantidad de dinero para fabricar dicha iglesia y se fueron continuando diferentes diligencias y emplazamientos que se fueron retardando. El año de 1664 se puso nueva demanda de mayor cantidad y emplazadas las partes , se siguió hasta que se efectuó sentencia de vista y revista, es decir dictada sentencia se apeló y se procedió a revisar nuevamente el procedimiento. En 10 de julio de 1668, se dió sentencia por los señores del Concejo: «Dixeron que mandavan, y mandaron se haga la obra, y fábrica de la dicha Iglesia en conformidad de la última declaración hecha por Bernabé Fernandez, Maestro Arquitecto, y condenaron a las dichas dignidades, como participes y llevadores en los diezmos de la dicha Villa, a que por tiempo de diez años, y los mas que fuesen necesarios , que es el término que se da para la execución de dicha obra , los seis primeros contribuyan con la tercera parte de lo que en cada uno de ellos importaren los dichos diezmos, y los demas quatro con la quarta parte rateando la dicha tercia , y quarta parte entre las dichas dignidades , sueldo a libra , conforme lo que cada una percibe de los dichos fiezmos. Y en 20 de agosto de dicho año se confirmó, con que se cumpliesen los dichos participes en pagar los granos a la tasa y los frutos que no la tienen, al precio corriente, en los años que durase la dicha contribución. [POR SIMON MARTINEZ DE LA VEGA, Maestro de obras, vecino de la Villa de Herencia con las Dignidades Prioral de San Juan y Arçobispal de Toledo y demas participes en los diezmos SOBRE la contribución para la fabrica de la iglesia de la dicha villa de Herencia. Fuente: Biblioteca Digital del Patrimonio Iberoamericano y/o B.N.E.]
Por propia tasación del Arquitecto Bernabé Fernández el importe de la construcción se consideró en 515.639 reales (46.826 ducados) y habiéndose sacado al pregón en la Villa de Herencia por la Justicia y Regimiento de ella , en virtud de comisión de los señores del Consejo en 4 de octubre de del año 1668 Simón Martinez de la Vega hizo postura en la dicha obra en 45 mil ducados.
Iglesia Parroquial de Herencia (Ciudad Real) [Fuente: Centro de Estudios de Castilla La Mancha)
A mis amigos de Herencia: Claro, Angel, Emilio, Pilar, David y a todos por los que se van dejando parte de su descanso en encontrar quizás pequeñas cosas pero interesantes para todos. Un Abrazo.
Jose Muñoz Torres Cronista Oficial.