A LOS DESINTERESADOS y ENTREGADOS «QUIJOTISTAS», por José Muñoz Torres

Don Quijote y Sancho sobre el cerro en Villarta, después de su desagradable encuentro con los grafiteros

Utilizo la denominación «quijotista» para referirme a todos aquellos que tienen el hábito u ocupación de estudiar el Quijote. Y lo quiero utilizar con esta palabra sugerida por la aplicación del sufijo «ista» porque son muchos los que por los motivos antes indicados pero guiados por amor al personaje de Don Quijote o a su patria chica, no pueden ser denominados «expertos en el Quijote», aunque muchos de ellos también lo sean. Y por otro lado quiero proclamarlo así, porque todos estos quijotistas son los que mantienen vivos el espíritu del Hidalgo, descubriendo siempre algún detalle muy concreto y localista que se le puede escapar al experto.

Hace poco tiempo, concretamente el día 22 del pasado mes de febrero, publicaba Luis Miguel Román Alhambra, en su blog alcazarlugardedonquijote, un estudio titulado El lugar de Don Quijote. En el comienzo del mismo habla de un amigo suyo, «crítico» con sus trabajos cervantinos y aunque no nos conocemos, tambien me considero amigo en la distancia y desde la cual, no tanta, -Villarta estaba más cerca de Alcázar que ahora-, sigo sus trabajos, de los cuales discrepo en algunas o muchas ocasiones, simplemente por el hecho de que, a veces, sin darnos cuenta, tratamos de acercar nuestro «lugar» , lo más posible, a la patria chica del Hidalgo Don Quijote y a veces, «sin mirar lindes».

La inquietud de muchos de nosotros es la de encontrar documentos que pongan un poco de orden en los estudios que sobre don Quijote, surgen cada día. El citado Luis M. Roman Alhambra da una serie de circunstancias según las cuales puede ponerse de manifiesto que pueblo tiene opciones de ser la patria chica del hidalgo o, más concretamente, la serie de aspectos geográficos que encajen en esas primeras palabras del capitulo Primero de la Primera parte del Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha: «En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo…..». Está claro, en mi opinión, que Cervantes quiere aparecer desde el primer momento como un amanuense, es decir alguien que está escribiendo lo que alguien le cuenta (el citado y tambien creado por Cervantes, Cide Hamete y que explica un poco lo que le cuenta sin entrar en si es lógico o inverosimil.

Los parámetros que utiliza nuestro colega, -en tareas «quijotistas»-, Luis M. Román y no voy a ser yo el que los ponga en duda, tratan de hacer todo lo posible por hacer de Alcázar el lugar de la Mancha, la patria chica de nuestro hidalgo. [Se me olvida decir que Luis M. Roman, además de ilustre «quijotista» y miembro de la Scoiedad Cervantina de Alcázar, forma parte al igual que yo del Grupo de Esudios del Campo de San Juan en la Mancha, que sigue creciendo]

Con permiso de Idígoras y Pachi del Diario El Mundo

Quedan claras, desde un primer momento cuales son las intenciones del autor, de Cervantes: la ambigüedad. Y así para señalar cual es ese pueblo del que no quiere acordarse utiliza un término muy genérico y que puede adaptarse a muchos: Lugar, sobre todo si se escoge la acepción más favorecedora entre todas las posibles. Entre las acepciones que define el dicionario de la RAE, como propias de un lugar físico, se encuentran las siguientes: ||2. Sitio o Paraje. ||3. Ciudad, villa o aldea. ||4. Población pequeña, menor que villa y mayor que aldea. En la edición al cuidado de Silvia Iriso y Gonzalo Pontón, con prólogo de Francisco Rico, se dice explicando el tipo de lugar: «En una pequeña población», definición en cualquier caso escasa para apreciar el tamaño en aquellos tiempos pues estaría en función, lógicamente del número de habitantes. La definición del punto 4, es la más clara, por el simple hecho que define, la categoria administrativa del pueblo, ya que villa tendría justicia propia y el lugar, como en muchos lugares se dice de Villarta, sería aquel que en primera instancia, tendría que acudir a la justicia de la villa a la que estuviera adscrita, en nuestro caso a la villa de Arenas, aunque en algunos documentos se indica su dependencia de Alcázar de San Juan. La definición del punto 3, no indicaría el tipo de lugar al poder ser cualquiera. Sin embargo por aquellos tiempos Alcázar de Consuegra, no es cualquier lugar, aunque sea cierto que cumple uno de los requisitos, cual es el de no estar citada en el Quijote. Pero Alcázar es ya por aquellos tiempos cabeza de Gobernación del partido de Alcázar y así aparece como cabeza de los repartimientos asignados al Partido de Alcázar de San Juan para las obras de reparación del Puente de Villarta en 1693.

Es evidente que el primer requisito y básico para buscar el lugar del Hidalgo es que fuese conocido por ser de la Mancha. En este aspecto, el autor de El Quijote. deja claro el por qué del sobrenombre del hidalgo: «…Pero acordándose que el valeroso caballero Amadís no solo se había contentado con llamarse Amadís a secas, sino que añadió el nombre de su reino y patria, por hacerla famosa, y se llamó Amadís de Gaula, así quiso, como buen caballero ., añadir al suyo el nombre de la suya y llamarse don Quijote de la Mancha, con que a su parecer declaraba muy al vivo su linaje y patria, y la honraba con tomar el sobrenombre della». Es decir, que el lugar de Don Quijote debía ser de la Mancha y no de otra comarca, reino o región, que por el razonamiento que da el autor, si hubiese sido natural de otro lugar, por ejemplo, del Campo de Montiel, hubiese tomado el de Don Quijote de Montiel. Ya hemos dicho, en muchas ocasiones, que conforme iba pasando el tiempo y haciéndose cada vez más famoso el nombre de la Mancha, el número de lugares, villas o ciudades que decían ser manchegas fue aumentando de forma considerable, aunque anteriormente no hubiesen nunca considerado esa posiilidad.

La primera duda. En el capítulo II, se dice: «…..Y comenzó a caminar por el antiguo y conocido campo de Montiel» y añade «Y era verdad que por el caminaba«. En la edición del Quijote que hemos señalado anteriormente, se comenta a pie de página, hablando de esta afirmación y refiriendose al Campo de Montiel: «Comarca de la Mancha entre las actuales provincias de Ciudad Real y Albacete«. Esta otra ambigüedad, pensamos que muy rebuscada y al mismo tiempo muy querida por Cervantes, está dando mucho qué hablar y otro tanto qué hacer entre los muchos investigadores que buscan afanosamente poder ubicar la patria chica del Hidalgo en su actual población aunque para ello tengan que tergiversar y darles vueltas a la historia. Luis M. Román dice a este respecto del Campo de Montiel: «…Que el Campo de Montiel es una parte de la Mancha no cabe la menor de las dudas, ni a los montileños de hoy ni a los lectores coetáneos de Cervantes. Los límites del Campo de Montiel tenían, y tienen, sus bordes perfectamente delimitados, correspondiendo con los dibujados en el mapa de 1575 que acompaña las respuestas de Villanueva de los Infantes en sus Relaciones Topográficas, que son los mismos de la comarca actual del Campo de Montiel, en la región de Castilla-La Mancha». Sin embargo los vecinos de Villanueva de los Infantes dicen en esas mismas relaciones:“ Cae esta villa en el reino de Toledo en las vertientes de los principios de Sierra Morena que llaman en el Campo de Montiel que es entre la Mancha y Sierra Morena [VIÑAS, Carmelo y PAZ, Ramón. Obra citada. Ciudad Real Pág. 586]

Monumento a Don Quijote y Sancho Panza en Alcázar de San Juan


Si los vecinos de Villanueva de los Infantes diferencian dos regiones nítidamente, Campos de Montiel y la Mancha, son los vecinos de Almedina los que situan claramente esta comarca de Montiel “ … en la provincia que llaman Campo de Montiel, que es una gobernación de quince villas e tres aldeas situadas entre la Mancha y la Andalucía y tierra de Alcaraz y Orden de Calatrava”].
Bien es cierto que la pregunta 4º del Interrogatorio del año 1575 puede ser relativamente equívoco por la razón que pide que se especifique por un lado «el reino en que comúnmente se cuenta el dicho pueblo» y por otro «en qué provincia o comarca de ellos, como sería decir en tierra de campos, Rioja, la Alcarria, la Mancha, etc.«. Es decir lugares como Tomelloso dejan claro en sus respuestas que es «una aldea de la villa de Socuellamos» (Pregunta 4ª), «…que está en el reino de Castilla donde dicen la Mancha» (Pregunta 5ª), «… y que el dicho lugar está en el Priorazgo de Uclés y Orden de Santiago» (Pregunta 8ª). El lugar de Villaharta, dicen sus vecinos, «.. es de la jurisdicción de Consuegra e de Arenas» (Pregunta 3ª), «…. que cae en la Mancha y que es reino de Toledo en el Priorazgo de San Juan» (Pregunta 4ª). En cambio, Villahermosa, dando bastantes más rodeos que lo que es habitual en las respuestas dadas por otras localidades, dice: «…esta villa es de la Orden de Santiago» (Pregunta 7ª). Castellar dice: «…cae en el reino de Toledo en el Campo de Montiel que es Maestrazgo de Santiuago (Pregunta 4ª). Finalmente Villanueva de los Infantes, dice: «Cae esta villa en el reino de Toledo en las vertientes de los principios de Sierra Morena que llaman en el Campo de Daimiel que es entre la Mancha y Sierra Morena» (Pregunta 4ª). Podíamos seguir dando indicaciones de todos estos términos que detallo en mi Trabajo «Villarta de San Juan en tiempos de Don Quijote» y que espero que pueda incluirlo en algunos de los «poyetes», a pesar de extenso contenido. Pero lo que si creo que es importante resaltar, en mi modesta opinión, es la gran calificación que se está dando últimamente a Cervantes, como geógrafo o, al menos, profundo conocedor de los entresijos geográficos de la Mancha y sus contornos en los finales del siglo XVI. Pienso, y pido perdón por la osadia cervantina, que cuando se dice en el Quijote » …Y comenzó a caminar por el antiguo y conocido campo de Montiel» y añade «Y era verdad que por el caminaba» habría que corregirlo e interpretar que, `posiblemente, el autor se refiriese al antiguo y conocido ¡Camino de Montiel!, pues no creo que nadie, ahora y mucho menos entonces, estuviese capacitado para identificar cual era la linea divisoria de términos o partidos».

Otro tema muy a tener en cuenta es el de los caminos. Aqui hay mucha tela que cortar. En primer lugar porque el objetivo de don Quijote, no es el de ir «recorriendo mundo» sin mas, sino como explicaría pasado el tiempo el barbero del lugar de don Quijote: «¿Quién ha de ser —respondió el barbero— sino el famoso don Quijote de la Mancha, desfacedor de agravios, enderezador de tuertos, el amparo de las doncellas, el asombro de los gigantes y el vencedor de las batallas?». Aunque la definición mas concreta de cual era la misión de Don Quijote, la da el mismo en la aventura de los encamisados (Primera parte. Capítulo XIX): «…Y quiero que sepa vuestra reverencia que yo soy un caballero de la Mancha llamado don Quijote, y es mi oficio y ejercicio andar por el mundo enderezando tuertos y desfaciendo agravios». Con esta declaración de intenciones es lógico que nuestro hidalgo buscase caminos transitados y no lugares apartados donde no ver, sino «de allá pa’cuando», algún labriego con un borriquilo cargado de leña y de vuelta a su hogar.

Por eso, pueden tener razón todos los que, buscando cual será el lugar del hidalgo, investigan caminos importantes próximos al que pueda ser el lugar, o mejor dicho, desechando aquellos lugares, -como cuna de don Quijote-, que no estén próximos a algún camino principal. De ahí la importancia de caminos tan importantes como el de Toledo a Murcia, llamado por algunos «el camino de la seda». Para ello echan manos a los mapas o itinerarios de la época como los de Villuga o el de Meneses, como indicadores de los caminos importantes de la época. El caso es que, ambos repertorios, se dejan caminos muy importantes sin citar y hablan de otros, cuyos itinerarios al llevarlos a un mapa, dejan bien claro, la insuficiencia de los mismos como base para establecer situaciones de los itinerarios de don Quijote. Por citar solo uno podemos ver la curiosa interpretación que Villuga le da al antiguo y conocido camino de Montiel. En el mapa más conocido de ese repertorio, hay un camino, procedente de Andalucia y que recorre las villas y lugares del Campo de Montiel, que aparece interrumpido en Villanueva de los Infantes sin que haya solución de continuidad alguna, sino un extraño vacio que solo cubre el camino real de Toledo a Sevilla, sin que se haga mención alguna al otro camino para Andalucía que al final, ya en el siglo XIX, sería el camino de postas hacia Andalucía. En tiempos de Cervantes este camino desde Toledo y Madrid, al poco de cruzar el Muradal se desdoblaba en dos caminos, uno para Córdoba y otro para Granada. «El encuentro de don Quijote de frente, en este antiguo camino con los «mercaderes toledanos que iban a comprar seda a Murcia», cuando iba de regreso a casa desde la venta donde había sido fingidamente armado caballero la noche anterior,nos determina la dirección que llevaba en él en ese momento, de este a oeste» [LUIS M. ROMÁN ALHAMBRA. El lugar de Don Quijote. Del Blog alcazarlugardedonquijote. 22-02-2021]. Tengo la suerte de ser de un pueblo que no tiene «la fortuna» de tener que luchar por ser la patria del Quijote, porque ya hace tiempo, mucho tiempo, que al hablar de este tema todo el mundo pasa sobre Villarta sin poner los pies en el suelo sino más bien viendo desde el caballo volador, Clavileño, -que los duques hicieron creer al Hidalgo que volaba-, el paisaje que creen más apropiado para apoyar sus teorias. Por esa razón al discrepar de los caminos que unos dan por los verdaderos recorridos por nuestro hidalgo, quiero dejar bien claro que no persigo entrar en pleito porque sólo el autor sabía el nombre: «Cuyo lugar no quiso poner Cide Hamete puntualmente, por dejar que todas las villas y lugares de la Mancha contendiesen entre sí por ahijársele y tenerle por suyo, como contendieron las siete ciudades de Grecia por Homero»[Capítulo LXXXIIII. Muerte de Alonso Quijano]. Pero aún ajeno a la lucha, bueno es echarse a los caminos, porque «todos los caminos conducen a Roma» y siempre se puede uno encontrar, siguiendolos, alguna sorpresa.

Durante mucho tiempo se estimó la importancia de la ruta Toledo-Córdoba, que «llevará el camino por lo que actualmentees la carrtera de Toledo a Ciudad Real ( Toledo, Orgaz, Los Yébenes, Fuente el Fresno, Malagón, Ciudad Real, hacia el valle de Alcudia) con un desvio considerable que la hace discurrir hacia Almagro para dirigirse desde allí a la Andalucia más oriental. Esta ruta aparecerá como «oficial» en la mayoría de los itinerarios durante bastante tiempo, sobre todo en el repertorio de Villuga (Repertorio de todos los caminos de España, publicado en 1546) y el posterior de Alonso de Meneses, del año 1576, a pesar de figurar otra ruta alternativa como vemos en los itinerarios de los Reyes Católicos a Granada, en junio de 1499 desde Toledo (Toledo, Mora, Villarta, Manzanares,.. ) o el propio itinerario descrito por Hernando de Colon en su Descripción y Cosmografía de España» [JOSE MUÑOZ TORRES. El puente sobre el Gigüela en Villarta de San Juan. Grupo de Estudios del Campo de San Juan en la Mancha. Octubre 2020].

Pero cuando queda más claro la importancia de algunos caminos, es cuando la descripción es personal; es decir, cuando algún personaje describe los lugares por donde va pasando, sobre todo cuando tiene la posibilidad de elegir uno de los dos posibles para ir al mismo sitio patiendo del mismo lugar.

Así en 1487, D. PEDRO DE TOLEDO, primer obispo de Málaga, emprende un largo camino hacia Castilla a fin de recaudar fondos para los desatendidos habitantes de las nuevas conquistas de los reyes. En la dicha relación anota la cantidad recogida en cada lugar. El camino seguido es por Córdoba, Andujar, Linares, Viso, Valdepeñas, Membrilla, Villarta, Madridejos, etc. (Por cierto en Villarta indica que «no recogieron nada»)[ELOY BENITO RUANO, El libro del limosnero de Isabel la Católica. Real Academia de la Historia, 2004].

ANDREA NAVAGERO, embajador de Venecia, refiere su viaje desde Andalucia por el camino «oficial» y dice que «el camino va siempre por tierras incultas y deshabitadas, donde no se halla mas alojamiento que algunas ventas tristes y malaventuradas (…) Se puede hacer este viaje por otro camino menos solitario y desierto que el antedicho, para lo cual al salir de la venta del Palacio se debe tomar a la derecha para venir a Santa Cruz ( de Mudela) que dista seis leguas, y luego a Valdepeñas que está a cuatro de Santa Cruz, a Manzanares hay otras tantas, y a Villalba (sic) otras cuatro, e igual distancia a Consuegra, dos leguas a Mora y otras dos a Toledo» [ANDRES NAVAJERO. Viaje por España del magnifico Micer Andrés Navajero, Embajador de Venecia…Edición de Antonio María Fabie].

En el año 1598 con motivo del viaje del Cardenal de Sevilla, RODRIGO DE CASTRO, a Madrid su acompañante escribe un diario que titula Jornada que el Cardenal, mi señor, hizo de Sevilla a Madrid y lo que pasó hasta que se partió a Sevilla. El recorrido es por Viso, Carmona, Fuentes, Ecija, Cordoba, Carpio, Andujar, Bailen, Venta de San Anadres, Venta de los Santos, Torre de Juan Abad, Alcubillas, Venta de Santa Elena, Membrilla (es decir, el conocido y viejo Camino de Montiel), siguiendo de Membrilla a Villarta: «…Jueves, 3, salio de la Membrilla a las tres de la tarde y llegó a Villaharta, cinco leguas de allí a las nueve de la noche; posó en casa de Dª Inés de Bocanegra, viuda de Pº Mexía. Viernes, 4 salió de Villahartaa las tres después de mediodia y llegó a Madridejos, cinco leguas a las siete de la noche. Posó en casa del Prior» [ARMANDO COTARELO Y VALLEDOR. Discurso leido por el Exmº Señor Armando Cotarelo y Valledor con motivo de su recepción como académico de número].

Viaje de Cosme de Médicis por España y Portugal. Indice de Láminas (Fuente: Biblioteca Nacional de Portugal)

Lámina XXIV. Mora y Consuegra ( Fuente:Del libro anterior. Biblioteca Nacional de Portugal)

Lámina XXV. Villaharta y Membrilla ( Fuente: Idem anteriores)

Lámina XXVI. Villanueva de los Infantes y Venta Nueva (Fuente: Idem anteriores)

Por no hacer pesado este «poyete» describiendo viajes, termino con una cita, algo posterior, correspondiente al viaje que en 1668 realizó Cosme de Médicis por España y Portugal. La relación de este viaje fue de Lorenzo Magalotti y acompañaba a Cosme de Médicis, entre otros muchos, el artista Pier María Baldi que realizó numerosas acuarelas de algunos de los lugares que atravesaban, entre ellas algunas correspondientes al «viejo y conocido camino de Montiel a Toledo»: Venta de los Archillos, Venta de San Andrés, Venta Nueva, Villanueva de los Infantes, Membrilla, Villaharta, Consuegra, Mora y Toledo (El texto de Magalotti en el que se hace referencia a Villarta dice: «…es el último lugar de la Mancha y del Priorato de Castilla encontrándose en un lugar pantanoso, seco durante la mayor parte de la estación seca, el cual se atraviesa por una largo puente de piedra». [LORENZO MAGALOTTI. Viaje de Cosme de Médicis por España y Portugal (1668-1669). Edición de Angel Sánchez Rivero y Angela Mariutti de Sánchez Rivero].

La reseña de los anteriores viajes y de algunos otros como el de Diego Alejandro de Gálvez, Bibliotecario Mayor de la Biblioteca de Sevilla (Dice en él de Villarta, aunque escribe Villalta: «.. día 26 noviembre. A las dos leguas, se refiere a las Ventas de Puerto Lápiche, está el lugar de Villalta, como un quarto de legua antes forma un pantano grande por lo baxo de el sitio y las aguas que en el pasan sería impracticable el transito pero se ha facilitado con aver formado una hermosa calzada de piedra mui bien hecha y cómoda para los pasajeros y carruajes» [DIEGO ALEJANDRO GALVEZ. Itinerario geográfico, crítico y litúrgico de la España, Francia, Pais Baxo y gran parte de Alemania.Manuscrito. Parte Segunda. Biblioteca Nacional de España], sólo pretende señalar alternativas «manchegas» a las rutas oficiales de Villuga y Meneses, siempre consideradas como «palabra de Dios». Por otro lado, actuando en muchas ocasiones Cervantes, como empleado o «funcionario» público, es lógico pensar que la ruta oficial le fuese más conocida por el mero hecho de serle más económico su desplazamiento.

Del libro La Mancha de Don Quijote. Tomo I de Ángel Ligero Móstoles. (Donde escribe Puerto Lápice debería decir Villarta de San Juan)

Pero es cierto, también, que el utilizar datos medio conocidos de entonces para adscribir o señalar una ciudad, villa o lugar como lugar del Quijote es muy complicado y expuesto y más aún si se utilizan datos actuales. Pongo un ejemplo quizás un poco simple. A mano derecha de la actual Autovia de Andalucia, en dirección Sur hay un camino señalado como Camino de Villaescusa. No parecería lógico pensar en un camino desde Villarta a la citada población y al final después de mucho buscar aparece el tal camino como el que se dirige o atraviesa a tierras de un tal Villaescusa, natural de Manzanares. Es decir que la textualiadad de los nombres naturales pueden llevarnos a errores no queridos pero al fin y al cabo errores. El ilustre investigador alcazareño Ángel Ligero Móstoles para llevar a cabo su libro La Mancha de Don Quijote husmeó como muy pocos los archivos municipales y los siempres interesantes archivos de protocolos notariales y muchas de las escrituras, donaciones, trueques, herencias, etc. que en ellos se contienen, siguió siempre en sus investigaciones buscando la Mancha próxima, sobre todo su Mancha querida. Y aún así el afán de poder demostrar que las ambigüedades de Cervantes, tenían cabida en un entorno próximo a Alcázar, tema en el que no entro ( quiero decir que ni afirmo o niego, posiblemente porque desde el otro mundo Cervantes, lleve siglos partiendose de risa al pensar en los sofocos que nos llevámos para defender una u otra teoria), le llevó a cometer errores de bulto que al tener relación Villarta, descubrí de inmediato. Y en los mapas que adjunta indica, según su criterio, el encuentro con los vizcainos ( en el camino de las carretas), la aventura de los yangueses (al norte de la casa de los romeros), la aventura de andresillo ( en la dehesa de Villacentenos), la venta de las motillas (sobre el camino de Murcia y llamada tambien de Pero Alonso) donde sería armado caballero, etc. Pero, el bueno de Angel Ligero, supongo que sin ninguna intecionalidad situa a Puerto Lapice en el lugar donde debía poner a Villarta, ni tampoco indica la situación de Herencia, etc. Y esa situación si cambian mucho las conclusiones porque según ese mapa de Angel Ligero la aventura de los vizcainos tendría lugar nada mas salir de Villarta y no de Puerto Lápice, etc. etc.

Y es cierto que buscar errores es fácil y no muy agradable pero tambien es la única forma de encontrar una verdad posible, evitando errores incómodos. Lo cierto es que se utiliza mucho el camino de Toledo a Murcia buscando en su entorno lugares alternativos a Argamasilla como son Quintanar, El Toboso, Alcázar, etc. Pero en ese afán se olvidan de otro camino de Murcia y es el que vinviendo desde oeste pasa por Venta Quesada en dirección a Argamasilla y al que se tiene fácil acceso desde Villarta siguiendo la cañada real soriana o el Camino Real de Andalucia, con la ventaja añadida de cruzar las tablas del Gigüela a través de una largo puente de piedra..

Termino, aunque de vez en cuando sigamos con el tema, con dos puntos que Luis M. Román considera fundamentales para localizar el «lugar de la Mancha» y a este respecto dice lo siguiente:

Los únicos lugares de esta comarca cervantina por los que pasa el camino de Toledo a Murcia y se encuentran al oeste de Campo de Criptana son Consuegra, Madridejos, Camuñas, Villafranca de los Caballeros y Alcázar de San Juan. Son de la Orden de San Juan y por lo tanto se encuentran fuera del antiguo Campo de Montiel, que comenzaba al este de Alcázar de San Juan, en los límites de Campo de Criptana.Al paso de Rocinante, teniendo en cuenta que salieron en mitad de la noche y ven los molinos de Campo de Criptana al amanecer, en esas dos o tres horas de camino recorrieron como máximo unos 10 kilómetros. De estos cinco lugares sanjuanistas, Alcázar de San Juan está a 7,5 km de Campo de Criptana y Villafranca de los Caballeros a poco más de 20 km.Como no podía ser de otra manera hablamos del disparate que desde hace unos años un grupo de personas quieren mantener a Villanueva de los Infantes como lugar de don Quijote. Un lugar a más de 75 km de los molinos de Criptana y a más de 90 km de El Toboso. «¿Es “cerca” 90 km encima de un caballo viejo?», me pregunta esbozando una mueca de risa. Para ellos, y solo para ellos, parece que sí, le respondo.

El otro aspecto que considera imprescindible es el tema de Arroyos y rios y así dice:

El lugar de don Quijote está en una parte de la Mancha más seca. Sin embargo, Cervantes lo describe como un lugar con cuantiosos recursos hídricos superficiales cuando don Quijote, derrotado por el Caballero de la Blanca Luna en la playa de Barcelona, vuelve a casa para cumplir el año de retiro impuesto, tomando la decisión de hacerse pastor durante este tiempo: “[…] yo compraré algunas ovejas […] y nos andaremos por los montes […] bebiendo de los líquidos cristales de las fuentes, o ya de los limpios arroyuelos, o de los caudalosos ríos […]” (Q2, 67). Sancho desespera porque llegue ese ansiado trabajo de pastor, oficio que había ejercido antaño, y así poder dejar el de escudero. Sancho ya imagina a su hija llevándoles la comida al campo, «Sanchica mi hija nos llevará la comida al hato», lo que indica que los parajes por donde apacentarán las ovejas está cerca del pueblo. En la comarca cervantina solo disponen de dos o más ríos en sus términos los lugares de:Socuéllamos (Záncara y Córcoles), Alcázar de San Juan (Guadiana, Záncara, Gigüela y Amarguillo), Villafranca de los Caballeros (Gigüela y Amarguillo) y Villarrubia de los Ojos (Gigüela y Guadiana).

De los dos aspectos hemos de señalar que a unos quince kilómetros al sur de Villarta cruza la cañada real de Ganados que atravesaba Villarta por la calle Real (hoy Cervantes) que se va a encontrar con el camino de Murcia, en Venta Quesada, -junto al camino Real y la Cañada de ganados-, y que cerca de ella está la casa de los Romeros, la Venta de las Motillas, y la hacienda de Pero Alonso, labrador de Argamasilla, cerca de Cinco Casas. Ese sitio por otro lado, el de Venta Quesada, que parece decirnos algo sobre nuestro hidalgo: Quesada, Quijada, Quijano, etc. En cuanto a número de ríos y arroyos, es cierto que, sobre todo Villarta y Arenas, solo tienen en sus inmediaciones un rio ( «a tiro de ballesta», dicen los vecinos de Villarta y de Arenas en las Relaciones de Felipe II): El Gigüela, Zancara o Guadiana que por los tres nombre era llamado (aunque ahora a alguien se le ocurrió que debe llamarse Cigüela, aunque, como diría el otro: «a buenas horas mangas verdes», ahora que ya no es ni río) y que recoge las aguas, corriente arriba, del Amarguillo, Córcoles, Riansares, etc. Pero lo fundamental es que hasta no hace tantos años era estos parajes de Arenas y Villarta, lugares donde se apacentaban ganados menores y mayores ( ovejas, mulas, yeguas, etc) debido a sus buenos pastos, que ya no existen y con unas admirables afloraciones del acuifero 23, a poca distancia unas de otras formaban unas impresionantes fuentes (los famosos «ojos» o «baos») de agua clara y fresca a cuyo alrededor crecían huertas y «bajeros» ( estos cuando bajaban las aguas en verano), una fauna considerable de todo tipo de ánades: patos, cercetas, gallinetas, garzas, etc.; una apacible flora de masiegas, aneas, carrizos, etc. y algunos peces para ir tirando y muchos cangrejos de los de antes,… y muchos, muchos mosquitos y ranas… todo eso ha desaparecido y solo queda el largo puente romano en Villarta y otro considerable en Arenas. Los mosquitos también nos han dejado y el croar de las ranas hace muchos años que no se oyen.

Por esos tiempos, en 1609, se estaba procediendo a una reparación del puente de Villarta. El Expediente se encuentra en el AHN. Divesos. Mesta, 231 y el titulo del expediente es Villarta de los Montes (Badajoz). Real Provisión sobre reparación del puente sobre el rio Guadiana. [En el folio 3 del citado expediente, se deja bien claro que se trata del puente de Villarta de San Juan, citando a los dos alcaldes de la villa, Juan de Mayorga Olalla y Manuel de Mayorga y señalando » que esta villa, -aun no lo era-, «esta en el comerzio del Camino Real de Andalucía a la Corte»]. En el año 1690 se produjo otra importante reparación que fue sufragada por repartimiento ente 254 localidades situada en un radio de 120 kilómetros de Villarta. Aunque sea broma, parecería que don Quijote en su calidad de viejo hijosdalgo, no quisiera pasar por un puente en malas condiciones y, desgraciadamente, cuando se habían terminado los reparos adecuados a su categoria, nuestro hidalgo ya había muerto.El maestro de obras de la primera reparación Martin de Artache era natural de Argamasilla y parece que conocía bien el genio de Don Quijote de la Mancha y le habría recomendado no pasar por Villarta que estaba el puente muy mal] [Nota hemos intentado que el Archivo Nacional rectifique el enunciado de los expedientes pero parece ser que han dicho lo que Pilato: «Lo escrito escrito está»]

Un fuerte abrazo, Luis M. Roman. [ Por cierto la puntuación para Villarta, según tu escala, sería de un 6 largo]Va hacer años de un intento de establecer una ruta de Don Quijote y las señalizaciones y algunas construcciones como la que se hizo en la vega de Villarta están medio arruinadas y esparcidas por donde antes había mucha agua, muchos patos e incluso algunas barcas que recorrían nuestro río para acercarse a los lugares de corta de masiega. Posiblemente todo cambie y en algún momento todos nos pongamos de acuerdo en que todos nuestros lugares y villas, fueron la cuna del bueno de Alonso Quijano, el Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha pues esa fue la sorprendente intención de Don Miguel de Cervantes.

“… Una mañana, antes del día, que era uno de los mas calurosos del mes de julio…” 

(Archivo personal. Autor de la escultura Juan Sánchez-Carnerero Guijarro )

José Muñoz Torres, cronista oficial


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