ORIGEN DE LOS REGISTROS PARROQUIALES, por José Muñoz Torres

El último «poyete» lo titulábamos «También la Iglesia de Villarta hizo historia» y la verdad es que las prisas por poner en práctica el nuevo editor en el que he estado publicando los «poyetes», me hizo afirmar, a la ligera, una verdad a medias. Debería haber dicho que el seguimiento de la genealogía: fechas de nacimientos, matrimonios o defunciones -parte importante para el conocimiento o seguimiento de historias particulares-, es hoy posible gracias a los registros parroquiales que a pesar de todos los acontecimientos que en ocasiones han asolado nuestras tierras, se conservan en un gran porcentaje.

Los registros parroquiales y civiles en España tienen varias fases en su desarrollo y efectividad. Durante los años 1360-1377 y 1483-1502 se realizaron algunas disposiciones de la Iglesia aprobadas en concilios por el que se disponía la conveniencia que las parroquias llevaran libros registros con los datos de las personas que se bautizaban, se casaban o morían. Sin embargo esta disposición no fué seguida por todos las parroquias. Hubo que esperar al año 1564 en que se aprueba en el Concilio de Trento, de forma especifica y clara, la obligatoriedad de llevar libros registros donde se anotasen, como primer caso y muy especial, el registro de los matrimonios. [Para ver más claramente la importancia de los registros parroquiales hay que señalar que los registros civiles comenzaron a ser utilizados en 1841 con un primer registro Civil establecido para medianas y grandes poblaciones. En el año 1871 se pone en funcionamiento el actual Registro Civil.- ANTONIO ALFARO BRAVO. Los registgros parroquiales y civiles. Blog de Genealogía Hispana]

En el Concilio de Trento y dentro del apartado Decreto de Reforma sobre el Matrimonio en el Capitulo I, se dice: «Tendrá el párroco un libro en que escriba los nombres d elos contrayentes y de los testigos, y el día y lugar en que se contraxo el Matrimonio , y guarde él mismo cuidadosamente este libro… Y para que llegue a noticia de todos estos tan saludables preceptos, manda a todos los ordinarios que procuren quanto antes puedan, publicar este decreto al pueblo, y que se explique en cada una de las iglesias parroquiales de sus diócesis y esto se execute en el primer año las más veces que puedan. [IGNACIO LOPEZ DE AYALA.- El Sacrosanto y ecuménico concilio de Trento. Madrid Imprenta Real 1787].

Sin embargo estas disposiciones, a pesar de las premuras con la que quisieron establecerse, no fueron posible que entraran en vigor en fecha común para todas las parroquias de la Iglesia. Concretamente tenemos las fechas de inicio de estos libros de registros y en lo que afecta a las parroquias de Villarta y pueblos cercanos, los años en que se instauraron estos registros fueron: Villarta (Registro de Matrimonios en el año 1603. El de Bautismos en el año 1703 y el de defunciones en el año 1748); Alcázar de San Juan (Registro de Matrimonios en el año 1568 y el de Bautismos en 1549); Parroquia de San Pedro, de Daimiel (Registro de Matrimonios en el año 1594, Bautismos en 1563 y Defunciones en 1659); Herencia (Registro de Matrimonios en 1567, Bautismo en 1528 y Defunciones en 1646), Manzanares ( Matrimonios en 1611, Bautismo en 1571 y Defunciones en 1646) y finalmente la Parroquia de Arenas ( Matrimonios en el año 1653, Bautismos en 1655 y defunciones en 1724).

Concilio de Trento (Fuente: radioclaret.net)

Una de las razones apuntadas en el Concilio de Trento para la obligatoriedad de los registros parroquiales decía: «Pero advirtiendo el santo Concilio que ya no aprovechan aquellas prohibiciones por la inobedicencia de los hombres y considerando los graves pecados que se originan de los matrimonios clandestinos, y principalmente de aquellos que se mantienen en estado de condenación, mientras abandonada la primera mujer, con quien de secreto contraxeron matrimonio, contraen con otra en público, y viven con ella en perpetuo adulterio; no pudiendo la Iglesia, que no juzga de los crimenes ocultos, concurrir a tan grave mal , si no aplica algun remedio mas eficaz; manda con este objeto, insisiendo en las determinaciones del sagrado concilio de Letrán, celebrado en tiempo de Inocencio III, que en adelante, primero que se contraiga el Matrimonio, proclame el cura propio de los contrayentes públicamente por tres veces, en tres dias de fiesta seguidos, en la iglesia, mientras se celebra la misa mayor, quienes son los que han de contraer matrimonio: y hechas estas amonestaciones se pase a celebrarlo a la faz de la iglesia, si no se opusiese ningún impedimento legítimo..» [IGNACIO LÓPEZ DE AYALA. Obra citada]

Es evidente que en esos primeros momentos los registros que más podían justificar ciertas situaciones personales eran los de matrimonio y por ello enlos citados registros o actas incorporadas al libro registro de matrimonios debía figuran, al menos los siguientes datos: nombre de los contrayentes, estado civil, naturaleza y vecindad, la no existencia de impedimentos, declaración de haberse realizado las tres amonestaciones, nombre y apellidos de los padres de los contrayentes y padrinos, asi como el nombre de los testigos. Sin embargo estos datos no fueron cumplimentándose desde el principio y, en cualquier caso, dependía muchos de la meticulosidad o rigurosidad del cura que oficiaba los sacramentos ( en este caso el matrimonio); En muchos de los casos es responsable de redactar el acta era el sacristan y a pesar de que todos estos registros erán comprobados en las sucesivas Visitas apostólicas, en muchos de los casos, se omitían muchos datos.

Libro Primero de Matrimonio (Parroquia de San Juan Bautista.Villarta de San Juan

En la imagen anterior figura la portada o primera imagen del Primer libro de Matrimonio de la Parroquia de Villarta de San Juan. En ella se incluye el siguiente texto: «libro i memoria de los casados y velados en esta yglesia parroquial de V hª desde 18 de março de 1603 siendo prior fr. Gº de la cueva el qual mando comprar este libro. =grande acienda= Laus Deo. Initium sapientie timor Dni»

La serie de libros de matrimonios que se inicia con el de la imagen anterior, se encuentran en el Archivo Diocesano De Ciudad Real y son los siguientes:

Libro 1º de matrimonio. Desde el 1603 al 1706.

Libro 2º de matrimonio: Desde 1l 1769 al 1792 [Desconocemos los motivos pero se omite el periodo comprendido entre 1706 y 1769]

Libro 3º de matrimonios, desde el 1792 al 1836 ( en el periodo comprendido entre el 31 de diciembre de 1808 al 18 de enero de 1813 no figura ningún registro en ninguno de los libros registros. Es en el de Bautismos donde aparece la siguiente declaración: «Habiendose quedado yermo este pueblo con motivo de la invasión de los franceses principio la formación en el año 1813″. (El último registro fue de 31 de diciembre de 1808 y se volvió a utilizar el 18 de enero de 1813 según declaración de Fr. José Diaz Pavón, teniente de prior de Frey Blas Olmedilla).

Libro 4º de matrimonios, desde 1836 a 1851

Libro 5º de matrimonios, desde 1852 a 1860.

Libro 6º de matrimonios, desde 1860 a 1893.

Los libros siguientes hasta el día de la fecha se encuentran en el Archivo Parroquial de la Parroquia de San Juan Bautista de Villarta de San Juan. Hemos de señalar que hasta el libro 6º, incluido, todos ellos están digitalizados por FamilySearch (Servicio proporcionado por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ültimos días) o bien directamente en el Archivo Diocesano de Ciudad Real.

La difusión de las disposiciones establecidas en el Concilio de Trento tuvieron rápida repercusión de tal forma que en el Primer Concilio del Rio de la Plata en Asunción en 1603 se acordó «Hordenamos y mandamos que todos los curas de nuestro obispado, asi de españoles como de indios, tengan libro o libros de los bautismoas, csamientos, entierros y padrón de todos los indios, grandes y pequeños; /…/ y sepan que de todo los susodichos les tomaran cuenta nuestros visitadores» Pero quizás mas curiosa es la nota publicada por Edgard Gabriel Stoffel acerca de la disposición dejada por el Obispo de la Torre durante la Visita Pastoral de 1764. A pesar del tiempo transcurrido puede parecer que la disposición de los distintos párrocos fuese de cierta laxitud de tal forma que «…mandamos y mando al presente cura mande hacer dentro de la sacristía parroquial una capaz alacena, o cajón con segura llave procurando el cura, que al presente los que en adelante fueren mantenerla con toda legalidad, sin un escribir ni apuntar nada en ellos otras cosas mas, que las pertenecientes a los asumptos, y respectiva materia de cada una y sin permitir extraerlos de la Iglesia, ni que sus partidas se saque copias o compulsas sin su atenta y personal asistencia, archivando igualmente los asientos antiguos que hubiera, ligando los que se hallaren desencuadernados con alguna cinta o trensas para que no se trabuquen desmembren mas o se varajen con mayor confusión [ EDGAR GABRIEL STOFFEL. El archivo parroquial].

Sin embargo en Villarta y las distintas parroquias del entorno que hemos señalado anteriormente la adecuación de las normas del concilio ni fueron tan rápidas en su ejecución ni mucho menos en la forma y contenido que debían tener los registros. En Villarta, concretamente, el primer registro del libro de matrimonios, -primero de todos los registros parroquiales-, es del día 10 del mes de octubre del año 1603 y dice: » En Vª harta de la horden del Sr. San Juan año de nô sr. Jesu xpto de mill y seiscien y tres años yo frey gº de la cueva prior propio deste lugar de Vª harta en diez dias del mes de otubre del año susodicho case y vele todo junto a Joan Sanchez y Mª Ramirez vºs deste dicho lugar y siendo tºs. baltasar Fg, sacristan y Joan Ximenez el Viejo y a fe dello lo firma» [ARCHIVO DIOCESANO DE CIUDAD REAL. Parroquia de San Juan Bautista de Villarta de San Juan. Libro 1º de matrimonios]

Primer registro del libro de Matrimonios 10 de octubre de 1603 (Fuente: Libro 1º Matrimonio Parroquia de San Juan Bautista de Villarta de San Juan)

En las disposiciones conciliares se daban notas concretas sobre el rito de celebración del Matrimonio. Las principales, y previas al matrimonio, eran las amonestaciones y consistían en la proclamación pública en la misa mayor de tres dias festivos seguidos de la celebración de un matrimonio, para que si alguien tuviese motivos para oponerse a la citada celebración lo comunique o denuncie. En la actualidad la publicidad de celebración de matrimonio, es deir las amonestaciones, se hace mediante una nota en la puerta de la iglesia. Otra de las ceremonias principales eran las velaciones que podían celebrarse conjuntamente con los desposorios en el mismo acto, como el caso del primer matrimonio que hemos señalado: «casé y velé». La misa de Velaciones si se hacía por separado tenía una antigua tradición, muy significativa para los matrimonios católicos pero lo que más llamaba la atención de este rito, que aún puede celebrarse, -antes era obligatorio-, era el hecho de cubrir con un velo la cabeza de la mujer mientras la del hombre quedaba descubierta. Mientras algunos aducen que el hecho es para demostrar la unidad del matrimonio, para otros muchos, -y mas lógico-, es la proclamación del hecho de sumisión de la mujer al hombre, al igual que el rito de compartir las arras, que antes era privativo del hombre, y que el hombre las depositaba en manos de la mujer; en la actualidad el rito es recíproco y ambos conyuges entregan cada uno al otro los bienes que van a compartir.

Ceremonia de Velaciones ante el altar mayor de la Virgen de la Paz en su antigua ermita (Fuente: Historia de un pueblo y su gente)

En cualquier caso el proceso de normalización de las directrices del Concilio de Trento, supuso muchos años y por otro lado interesaba mas que figurasen nombres conocidos, bien como testigos o padrinos. a que figurase el nombre de los padres de los contrayentes. Las visitas de los Vicarios, -no debemos olvidar que Villarta de San Juan, al igual que todos los demas pueblos del Priorato, estaban sujetos a dos visitas, una por parte del Arzobispado de Toledo y otra por el Vicario Prioral-, eran al principio muy periódicas pero el interés que reportaba a los visitadores era mínimo. Posteriormente cuando las visitas se realizaban a los otros registros parroquiales, sobre todo el de defunciones y el de colecturias, el interés y el seguimiento de lo dispuesto en los testamentos o celebracion de las misas ofrecidas suponía ya un cierto interés económico que hacía más provechosa la visita a pueblos como el nuestro donde la estancia sería no muy cómoda. Ejemplo del resultado de estas visitas es el siguiente: «En Villarta a quince dias del mes de marzo de mill y seiscientos y veinte y seis años los Sres. D. Jerónimo de Atienza y Gallinato y el Dr. d. Fray Miguel Caballero Ladrón de Guevara, Visitadores generales visitaron este libro de los deposorios y velaciones desta iglesia y hallaron su orden estar bueno y consideraron que se continue y sobre todo se le encargo la consciencia al Prior deste dicho lugar y lo firmaron«

Por otro lado el nombramiento de los priores/párrocos de estas parroquias no suponía grandes ingresos para los titulares teniendo en cuenta, sobre todo, que las congruas alimenticias estaban, en el caso de Villarta de San Juan y Arenas, compartidas con una entrega de 75 fanegas de centeno anuales más los ingresos de «pie de altar» [Emolumentos que se daban a los curas y otros ministros eclesiásticos por las funciones que ejercían, además de la congrua o renta que tenían por sus prebendas o beneficios]que iban en función del número de vecinos de las villas o lugares. Este motivo proocaba que en lugares como en Villarta de San Juan la presencia de los priores/párrocos no fuese muy estable, pensando más bien en un posible ascenso o control de alguna capellanía que la permanencia en tan pequeños lugares, acudiendo al apoyo de los denominados Tenientes de Cura, que eran sustitutos de los parrocos en las innumerables ocasiones que estaban ausentes.

Del examen detenido de estos libros en concreto del libro 1º de Matrimonios hemos entresacado los siguientes nombre de priores o tenientes de cura o prior.

Frey Gregorio de la Cueva, desde 18 de marzo de 1603 a 29 de enero de 1609 (sus ausencias, en concreto la más larga de todas ellas – del 17 de febrero de 1608 hasta el 29 de enero de 1609- estuvieron cubiertas por Juan Gómez Maroto, clérigo presbítero de Herencia).

Frey Pedro Gallego Mexias, desde el 4 de junio de 1609 hasta el 9 de septiembre de 1612 (Sustituido por Frey Francisco Escudero, como teniente de cura, desde 1612 hasta el 1614).

Frey Juan Diaz Calvo, desde el 20 de noviembre de 1614 hasta el 3 de junio de 1620.

Frey Jerónimo de Quirós, desde el 7 de noviembre de 1620 al 29 de diciembre de 1628. ( El 12 de febrero de 1630, actua como Theniente de Prior Fray Pedro Abarca, religioso de Santo Domingo, con especial orden del Vicario Prioral).

Frey Alonso Mudarra, desde el 8 de noviembre de 1630 a 15 de julio de 1648. Siempre firma como Dr. Mudarra y es el único que hace constar su toma de posesión con una nota en el propia libro de matrimonios que dice: «los que estan velados y casados después que yo el Dr. Mudarra hago oficio de Prior son los siguiente..» Sólo figura como celebrante de matrimonios en aquellos de cierta categoria, por ejemplo en el de Alonso Diaz Pavón, hijo de Pedro Diaz de la Fraila y Catalina Jimenez, la Pavona, vecinos de Herencia con Agueda Sánchez, hija de Andres Sanchez y Maria Lopez, de cuyo matrimonio son testigos los dos alcaldes orinarios de Villarta: Jacinto de Mayaorga, alcalde por el estado de los hijosdalgo y Andrés Romero, alcalde por el estado llano. En la mayoría de los casos era sustituido por Alonso Gómez, clérigo presbítero, teniente de prior deste lugar por el Dr. Mudarra prior de la parroquial de dicho lugar. El último y asiduo teniente de Prior del Dr. Mudarra fue Jeronimo Maroto Romero.

Frey Pedro de Peralta y Verdugo, Prior de Villarta desde 15 de julio de 1748 hasta 14 de noviembre de 1654.

Frey Diego Zarco Ortiz, desde el 23 de noviembre de 1654 hasta el 12 de enero de 1656 en que fue nombrado Visitador y Vicario General de la Orden de San Juan. A partir de esa fecha ocupó su lugar

Frey Francisco Angel Lopez Nieto ( Figura tambien como Frey Francisco Angel Lopez Hidalgo que ocupo el Priorato hasta 1672 si bien desde el año 1661 asumió tambien el cargo de Prior del Sacro Convento de Santa Maria del Monte. Su cargo de Prior de Villarta fue asumido por tenientes de prior como Fray Bernabe Victoria, Pedro Mudarra.

Frey D. Joaquin Cobos y Soto, figura como Prior de Villa Harta desde 19 de septiembre de 1672 hasta 27 de noviembre de 1677.

Frey Pedro Peralta Verdugo Villa desde 12 de abril de 1679 hasta el 20 de febrero de 1683.

Desde el año de 1683 hasta el 29 de agosto de 1691 figura que los registros de matrimonios estan recogidos en un libro de bautismo nulo y que no hemos localizado. Desde esa fecha de 1692 figura como Prior

Frey Juan Manuel Figueroa y Cervantes hasta el 2 de diciembre de 1702. Durante los años 1700 a 1702 aparece en los registros como teniente de Cura Fray Juan de Jesús Maria.

Frey D. Felipe Martinez de Mayorga desde el 3 de marzo de 1703 hasta el final de este libro el 18 de octubre de 1706.

Hemos indicado anteriormente como uno de los Priores/párrocos de Villarta fue Prior del Sacro Convento de Santa Maria del Monte, casa matriz de la orden de San Juan en el Gran Priorato y lugar donde se formaban los futuros priores de las distintas parroquias del mismo. Estaba próximo a la localidad de Urda, a los pies de la vertiente norte de las sierras de Villarrubia de los Ojos.

Grabado de Domingo de Aguirre del Convento de Santa Maria del Monte de su libro «El Gran Priorato de San Juan de Jerusalen en Consuegra, en 1769)

En el siglo XVIII con motivo de la exclaustración de sus miembros con la desparición de la la Orden y la desamortización de sus bienes, el Sacro Convento comenzó un rapido deterioro y destrucción conservandose, en la actualidad unas minismas ruinas de su antigua opulencia.

Actuales ruinas del Sacro Convento de Santa Maria, próximo a Urda.

Con calma iremos prosiguiendo la lista de los priores de Villarta, posteriormente párrocos, hasta llegar al actual Vicente Fernández-Espartero González-Mohino. Hemos de señalar que las fechas que aparece como tiempor entre las cuales estuvieron en Villarta, se limitan al primer registro que aparece de ellos en el único libro registro que había en esos momentos.; lo cual no quiere decir que su entrada en Villarta no fuese anterior a ellas y su salida posterior a las señaladas.

José Muñoz Torres, Cronista Oficial


Una respuesta a “ORIGEN DE LOS REGISTROS PARROQUIALES, por José Muñoz Torres

  1. Pepe, muchas gracias, me ha gustado este “poyete”. Imagino que habrás visto muchas inscripciones de matrimonios villarteros inscritos en esos libros de antes de antes de ayer.
    Solo dos cosillas: Recuerdo lo de las amonestaciones puestas en la contraportada de madera de la iglesia, probablemente las de mi boda las pusieran, yo no residía por entonces en el pueblo, si recuerdo de oír al cura decir otras; incluso, en una boda a la que fui en Puerto Lápice, oí decir al cura la última de una de boda, con los novios en el altar, y me chocó que por detrás contestasen en voz alta “no sabemos nada”. También, más alejado en el tiempo, recuerdo lo del velo o manto sobre los hombros de los novios en el altar –no sabía que se hiciera dejando la cabeza del hombre descubierta- cuando yo me casé ya no había esa norma. Si recuerdo que, como broma de cuadrilla de trabajo, se solía decir con sorna al que estaba próximo a casarse: “ya te queda poco para que el cura te eche el ubio”.
    Un abrazo.

    Me gusta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s