Nuestro idioma, supongo que al igual que muchos otros, tiene unas frases que se utilizan frecuentemente y que no necesitan explicación porque, aunque tengan un origen incierto, sabemos perfectamente lo que quieren decir y además nos ahorran tener que dar muchas explicaciones. Hablo, no de refranes (dicho agudo y sentencioso de uso común), sino de las frases hechas que las define el diccionario de la RAE como “la que, en sentido figurado y con forma inalterable, es de uso vulgar y no incluye, sentencia alguna”; añadiría que además la frase hecha define, valora, explica, etc. una situación. El hecho de que no se utilicen, en la actualidad, con la misma frecuencia que antes, no quiere decir que hayan perdido su valor, ni mucho menos que sean de uso vulgar o campechano, simplemente que con su aplicación parece que somos menos cultos o listos; y sin embargo, cuando algún personaje público, -al que por ese simple hecho se le presupone como “listo”-, quiere terminar claramente con una discusión –y además quiere que todos los presentes sepan claramente lo que quiere decir-, echa mano de las frases hechas y “queda como Dios”( quedar lo mejor posible). En la actualidad se utilizan las frases hechas de una forma muy refinada, como no queriendo ofender y por eso el que se ha llevado la madura, -teóricamente, la mejor-, le dice a otro que no ha tenido buena suerte: “Lo siento mucho, pero “hay que saber estar a las duras y a las maduras”. Cuando las cosas cambian el que al principio tuvo suerte, comienza a hablar de que eso no es justo, que no hay derecho, etc. etc. Y la verdad es que el origen de esa frase “estar a las duras y a las maduras” parece estar en la razón última que se utilizaba cuando al finalizar una recolección, en este caso de fruta, se repartía alguna parte de la cosecha entre los trabajadores. Para ser lo más ecuánimes posibles, se hacían dos montones: en uno la fruta madura y en otro la fruta más o menos verde y a cada trabajador se le daba el mismo número de fruta verde que de fruta madura. Era una forma muy “justa” de tratar a todo el mundo de la misma forma, o mejor dicho: “aplicando el mismo rasero” o “la misma vara de medir”. Y en estos tiempos que nos han tocado vivir, donde muchos “hacen de su capa un sayo”, donde más de uno parece que es “mas listo que las siete herpes”, o que por ser quien es tiene que ir “Como Santo en andas”… algo no está funcionando bien. ¿Que es lo que está pasando?
Porque, con ser grave, muy grave lo que está pasando; ser muchos los muertos y muchos, muchísimos mas, lo que sufren y padecen, ser muchas las personas que se quedan “a verlas venir”, con sus trabajos perdidos, con sus ahorros que se están “quedando como la radiografía de un silbido” o que están como “arrieros sin borrico”, estamos utilizando las redes sociales, la prensa, la radio, la televisión de la misma forma que las gallinas buscaban antiguamente alimento: “..escarbando y echándonos la tierra encima”. Algo muy grave está pasando. Pensaréis que por qué estoy utilizando tantas frases entrecomilladas y que además suenan a antiguas… pues muy claro, porque lo que me gustaría sería que todos pensásemos, que todos hiciéramos lo posible por comprendernos unos a otros en la seguridad de que todos llevamos razón en algo y que todos nos estamos equivocando en mucho, o al revés. y que es así, utilizando esas frases antiguas o que no necesitan explicación, como se puede llegar a expresar lo que se siente sin que nadie se ofenda. Y es curioso, ahora que «se nos cae el mundo encima», que no nos demos cuenta que ahora se está hablando poco de independentismo, o de nacionalismos, o de muchas otras cosas que antes parecían vitales y ahora bien poco nos importan. Ahora hablamos, -o deberíamos hablar-, de cosas más directas, de nuestros muertos, de nuestros enfermos, de los que viven en soledad, porque hablar de otra cosa, de lo que nada o poco sabemos, no soluciona nada; Sin embargo, nos convertimos, al hablar de ellas, en “veletas de las torres” que varían según sople el aire, -o el que sopla-, y como ellas, cambiamos de opinión y si es necesario “donde dije digo, ahora digo Diego”. No, ahora que muchas de las cosas que pasaban, nos parecía que “nos iba la vida en ello”, han quedado en nada, porque ahora lo que importa es que un bicho raro, como “por arte de birlibirloque”, nos está quitando la vida.
Pero la forma de actuar, de pensar y de hablar, sigue siendo la misma, con más razones directas para estar dolidos y apenados, pero la misma situación de antes en la que “todos sabemos mucho mas de lo que nos han enseñado” y nos convertimos, “ de la noche a la mañana”, en jueces supremos para decidir quien lleva razón y quien no la lleva; sería lógico pensar, y además muy justo, que todos expresásemos claramente nuestra opinión: quien lo está haciendo bien y quien lo está haciendo mal; pero no es así; hemos cogido cada uno nuestro sonsonete, -que mas bien parecemos como “los ciegos que antes iban de plaza en plaza cantando con su sonsonete viejas tragedias”-, o parecemos sabios o expertos, imitando, aunque nos moleste, a aquel viejo “ maestro Ciruela que no sabía leer y ponía escuela”….
Y así, evidentemente, no vamos a ningún sitio. He de creer que se nos “está calentando la boca”innecesariamente, replicando intempestivamente a lo que otro dice, o, insultando y provocando al que se equivoca, según nuestro criterio, y contestando desabridamente con un insulto mayor. Y no vamos a ningún sitio, actuando de esta forma, y lo único que puede estar pasando, -y no me gustaría que fuese así-, es que alguien esté deseando que todo esto “termine como el rosario de la Aurora: dos por tres calles”. Ojalá esté equivocado pero a la mayoría de nosotros, -que somos “aprendices de todo y maestros de nada”-, alguien nos está utilizando o nos quiere utilizar para su propio interés: vender más periódicos, tener mayor audiencia, conseguir más votos,…
Pero “del dicho al hecho hay mucho trecho” y se abusa, y mucho, de la buena fe de la ciudadanía. Pero quizás sea mucho mejor “hablar en plata” que “hablar por hablar”. La aplicación de ciertos adjetivos, -por llamar de algún modo a los insultos u ofensas-, a determinadas personas habría que «pensarlo dos veces» antes de ponerlos. Y para que queden claras las cosas, desde el principio, es cierto que a todos nosotros, -creo yo-, nos debe parecer justo decir que el presidente del gobierno, presidentes o presidentas de las distintas comunidades habrán hecho y harán unas cosas bien y otras muchas mal, se habrán equivocado en muchas ocasiones y, digo yo, que en alguna habrán acertado. De ahí, que en un caso como el que nos ocupa, la persona que tendrá mayor responsabilidad, en el resultado final, será el presidente del Gobierno, o el presidente o presidenta de cualquier comunidad (roja, azul, verde o amarilla, da lo mismo) pero una cosa es ser el maximo responsable y otra es la de terminar llamándolos asesinos, después de una «buena ristra» de insultos.
Y todo, en base, a que en un momento determinado, alguien ha dado una noticia falsa, o una media verdad, que automáticamente se ha expandido a través de las redes sociales. Claro que a veces quien «lanza la primera piedra» es una persona muy «leida y escribida», como decían nuestros mayores, que no tenían más carrera que la de la vida.( Y esas personas no tienen que ser necesariamente de una determinada ideología, pueden pertenecer y hacer ostentación de ello, a cualquier partido (Por orden de votos: PSOE, PP, VOX, UNIDAS PODEMOS, ERC, JxCAT, CIUDADANOS, ETC. ) «que en todas partes cuecen habas y en algunas calderadas» y porque además, siempre puede haber alguien dispuesto a «remover mierda».
Y dicho esto quiero hablar un poco de historia, historia muy reciente que todos hemos vivido pero que no sólo no nos hemos molestado en conocer sino que hemos permitido que alguien nos la cuente a su manera. Sin embargo, ahora que hasta «los más tontos sabemos hacer relojes», no hace falta nada mas que buscar en Internet y preguntarle al Google, ese consultor que todo lo sabe, por el Ministerio de Sanidad o por las Consejerías de Sanidad de cualquiera de las Comunidades y automáticamente podremos encontrar datos suficientes para hablar con relativa certeza sin tener que insultar a nadie.
Desde el momento en que las comunidades, llamadas históricas habían asumido las competencias sanitarias, el resto de las comunidades estaban esperando “como agua de mayo”que las citadas competencias pasaran, de una vez, a depender de ellos. En muchas de las autonomías los respectivos Servicios de Salud iban a ser sus mayores empresas y además les suponía, de alguna forma, dirigir de una forma directa, con todas sus consecuencias, la sanidad y la forma de hacerla llegar a todos los ciudadanos de sus autonomías. No cabía la menor duda de que sí era “para echar las campanas al vuelo”. El antiguo INSALUD quedó exclusivamente como coordinador de los hospitales de Ceuta y Melilla, mas otras funciones sanitarias importantes en materia de Investigación Sanitaria y otras actividades médicas. En cualquier caso lo que si quedaba claro es que la responsabilidad de la Sanidad había pasado de la Administración Central a ser dirigida y gestionada por las administraciones autonómicas.
La realidad, una vez asumidas las competencias, no era muy distinta a la anterior situación porque los hospitales siempre se habían regido y actuado a través de unos presupuestos donde se contemplaba toda la actividad sanitaria que iban a realizar y qué necesidades de personal, de material sanitario (entre el cual se contemplaba desde los «dodotis» para bebes hasta mascarillas, guantes, -que tanto da que hablar actualmente-, batas, ropa de cama, etc. ). Por no irnos muy lejos, citamos las competencias del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, SESCAM, que en una parte de las mismas dice:
Artículo 9.- De la Dirección General de Gestión Económica e infraestructura.
Dirección General de Gestión Económica e infraestructura desempeñará las siguientes funciones:
a) La elaboración del anteproyecto de ingresos y gastos del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.
b) El establecimiento de las bases y directrices de la gestión económica del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.
c) El análisis de la ejecución presupuestaria de los centros de gastos del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.
d) La realización del análisis de costes, seguimiento y evaluación interna de la gestión presupuestaria.
e) La coordinación en los procedimientos de compras.
f)La elaboración y tramitación de las propuestas de modificación de créditos del presupuesto y de los documentos contables y presupuestarios.
g) El desarrollo, ejecución y seguimiento de las inversiones de obras, instalaciones y equipamientos de los centros dependientes del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.
h)La programación y gestión de las compras de suministros y servicios necesarios para el funcionamiento de los centros y servicios integrados en el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.
i) La gestión del mantenimiento de los recursos físicos de los centros adscritos al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.
j) El ejercicio de las funciones que le corresponden a la oficina de supervisión de proyectos conforme a la legislación sobre contratos del Estado, en el ámbito del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.
k) La elaboración de informes, memorias, proyectos y presupuestos en materia de su competencia. [DECRETO 1/2002, DE 08-01-2002, De estructura orgánica y funciones de los servicios centrales y periféricos del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM).
Otro ejemplo de las competencias señaladas en el ámbito de la Sanidad, es el de la Comunidad de Madrid:
Artículo 74. Funciones.
Corresponderán al Consejo de Administración las siguientes funciones:
a) Fijar los criterios de actuación del Servicio Madrileño de Salud, de acuerdo con las directrices del Consejo de Gobierno y de la Consejería de Sanidad , en el marco de la política sanitaria de la Comunidad de Madrid, y establecer los criterios generales de coordinación de la Red Sanitaria Única de Utilización Pública. A tal efecto, deberá elevar a la Consejería de Sanidad el Plan de Servicios y el Programa de Asignación por Objetivos Sanitarios.
b) Aprobar las herramientas de planificación de compra del Servicio Madrileño de Salud.
c) Aprobar las propuestas de programas de actuación y de inversiones generales del Servicio Madrileño de Salud.
d) Aprobar las propuestas de anteproyecto de presupuesto de ingresos y gastos anuales del Servicio Madrileño de Salud y elevarlo a la Consejería de Sanidad, para su incorporación al anteproyecto general de la misma para su tramitación.
e) Aprobar el estado de cuentas y los documentos relativos a la gestión económica y contable del Servicio Madrileño de Salud y elevarlos a la Consejería de Sanidad.
f) Fijar los criterios generales, establecer y actualizar los acuerdos, convenios y conciertos para la prestación de los servicios, teniendo en cuenta, con carácter previo, la utilización de los recursos sanitarios públicos.
g) Acordar el establecimiento de fórmulas de gestión integrada o compartida con otras entidades.
h) Proponer a la Consejería de Sanidad los precios y tarifas por la prestación y concertación de servicios, así como su modificación y revisión.
i) Acordar y elevar a la Consejería de Sanidad, a los efectos de su aprobación por el Consejo de Gobierno, a propuesta del Director General, la constitución de organismos, la formación de consorcios y la creación, por el Servicio Madrileño de Salud, de cualesquiera otras entidades admitidas en derecho, o su participación en las mismas.
j) Aprobar las propuestas de normativa en las materias sometidas al ámbito de competencia del Servicio Madrileño de Salud y elevarlas a la Consejería de Sanidad al objeto de su tramitación.
k) Acordar, a propuesta del Director General, el nombramiento y cese de los gerentes y directores de los centros y unidades adscritas.
l) Aprobar la Memoria Anual del Servicio Madrileño de Salud.
m) Cualesquiera otras que le puedan corresponder legal o reglamentariamente.[Ley 12/2001, de 21 de diciembre, de Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid.«BOCM» núm. 306, de 26/12/2001, «BOE» núm. 55, de 05/03/2002.]
y así, con más o menos detalles, todas y cada una de las comunidades autónomas.
Lo único que cambió con el hecho de asumir las competencias, por partes de las comunidades, era ante quien y cómo, se elaboraban los proyectos de presupuestos para su aprobación final. En cualquier caso esos presupuestos iban directamente relacionados con la actividad sanitaria que cada centro fuese a realizar por lo cual había que presentar los consumos de material aproximado que fuese utilizado. La negociación de los presupuestos la realizaban los cargos directivos de los hospitales o centros de gestión ante las diversas autoridades, concretamente ante el INSALUD, antes de que las autonomías tuviesen competencias propias y posteriormente con los organismos responsables de las mismas. Por experiencia propia puedo afirmar que estas negociaciones suponían una responsabilidad de cumplimiento por parte de los directivos de los centros, y por ello se discutía “largo y tendido” cada una de las partidas presupuestarias, hasta que el que mandaba «cortaba por lo sano» con la firma de los documentos presupuestarios. Como todo en la vida, habrán cambiado las formas y nuevas técnicas habrán sido presupuestadas cada año y gestionadas por los responsables de los diversos centros de gestión sanitaria. Quiero decir con todo esto que todos los hospitales ( Sean de Madrid, Andalucía, Castilla-La Mancha, etc.) tienen una presupuestación determinada según su número de camas, según su actividad. Por tanto el calculo de necesidades de un centro se hace de acuerdo a consumos de años anteriores con un cierto margen que garantice un mayor ocupación del hospital. Pero ¿es creíble que un hospital que gasta mil, tenga en sus almacenes diez mil, por si acaso? ¿ Es creíble que un hospital que tiene un número determinado de camas de UCI, con una ocupación no mayor del 100% tenga una reserva de estas camas muy superior a las que serían lógicas? ¿ Es creible que una cooperativa amplie la capacidad de su bodega sin tener una cosecha mas alta presumible o un número muy superior de nuevos socios? ¿Es creible que un panadero que vende todos los dias en torno a 30 ó 40 panes, le digan que no sabe vender porque un día determinado le han pedido 70 y solo tenía 40?. Cuando existe una desgracia como la que estamos viviendo todas las normas habituales se vienen abajo y todos los responsables sanitarios, sean del color que sean, tienen que improvisar la mejor solución y no siempre aciertan. Por cierto hasta el día 14 de marzo no se publicó el decreto decretando el estado de alarma y ya en esa fecha todos los hospitales se vieron desbordados (el de Alcazar de San Juan, el 12 de Octubre, ¡todos los hospitales!) pero en ningún sitio se dijo que no siguiesen siendo funciones del centro la gestión del mismo. Marco dos puntos del decreto de estado de alarma:
Artículo 12. Medidas dirigidas a reforzar el Sistema Nacional de Salud en todo el territorio nacional.
1. Todas las autoridades civiles sanitarias de las administraciones públicas del territorio nacional, así como los demás funcionarios y trabajadores al servicio de las mismas, quedarán bajo las órdenes directas del Ministro de Sanidad en cuanto sea necesario para la protección de personas, bienes y lugares, pudiendo imponerles servicios extraordinarios por su duración o por su naturaleza.
2. Sin perjuicio de lo anterior, las administraciones públicas autonómicas y locales mantendrán la gestión, dentro de su ámbito de competencia, de los correspondientes servicios sanitarios, asegurando en todo momento su adecuado funcionamiento. El Ministro de Sanidad se reserva el ejercicio de cuantas facultades resulten necesarias para garantizar la cohesión y equidad en la prestación del referido servicio [Real Decreto 463/2020, de 14 de marzo, por el que se declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.]
¿El número de muertos…? El hecho de revisar el diagnóstico de defunción a través de los registros civiles supone que hay que tener en cuenta que el diagnóstico que aparece es una copia del parte de defunción emitido por un facultativo y dependerá de dónde muera la persona, si en un hospital o en su domicilio, para que sea más o menos completo (Salvando las distancias por los distintos periodos ¿se podría poner «las manos en el fuego» para afirmar cuántos de los que relacioné en el «poyete» anterior habrían sido victimas de la «Gripe española»? Las unidades de codificación de los hospitales, con facultativos especializados en la materia, son los responsables de establecer el diagnóstico siguiendo las instrucciones de la OMS y que se recogen en un manual continuamente ampliado y corregido. En la introducción del Manual de Codificación CIE-10-ES de la Unidad Técnica de Codificación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, se dice:
«El uso de la CIE-9-MC para la codificación de los diagnósticos y procedimientos clínicos se ha venido utilizando de forma obligatoria en España desde 1987. El hecho de que la CIE-9-MC ya no se actualice ni revise y que sus códigos tengan más de 30 años hace que su terminología sea a veces insuficiente e inconsistente con la práctica médica actual. La CIE-10 es la clasificación de referencia de todos los países para la notificación de causas de defunción. Son varios los países que han realizados modificaciones clínicas de la CIE-10 para cubrir sus respectivas necesidades de información clínico asistencial».[MANUAL DE CODIFICACIÓN CIE-10-ES.- Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad]
No pretendo enseñar a nadie, simplemente explico las normas por las que actúan todos los Sistemas de Salud de nuestra nación e indico las referencias en donde se pueden ver en su totalidad, pero si me duele la situación actual en donde parece que no importa tanto los muertos como el hecho de culpar a unos u otros. Y me duele más cuando veo que algunos que se empeñan en esta tarea, con un esfuerzo desmedido, fueron compañeros de trabajos y «amigos de fatigas», que compartimos muchas ilusiones y desilusiones de las que hay todavía testigos físicos (me refiero a obras sanitarias sin terminar o paralizadas que tienen ante sus ojos), por motivos que puedo suponerme. Me gustaria, -porque eso no cuesta trabajo-, que todos mostrásemos nuestra conformidad o disconformidad con las actuaciones de quienes nos gobiernan o de quienes están en la oposición, pero sin ofender, sin insultar. ¿Podríamos empezar nuestras quejas, nuestras verdades absolutas con un simple «creo yo», «me parece a mi»? Pero si lo que buscamos, unos y otros, es un enfrentamiento… ¡apañados vamos!
¡¡¡ Hay esperanza!!! Gracias a todos los que dan parte de lo que saben en beneficio de la sociedad.
Espero seguir saliendo al «poyete» a pesar de los ánimos y de las circunstancias.
2 respuestas a “HAY QUE «ESTAR A LAS DURAS Y A LAS MADURAS», PARA HABLAR DE SANIDAD, por José Muñoz Torres.”
Muy bueno y muy oportuno tu artículo. Siempre te leo con interés, pero en esta ocasión y dadas las circunstancias, mas aún. Yo también espero que, como dices, «sigas saliendo al poyete a pesar de los ánimos y de las circunstancias». Un abrazo.
Muy bueno y muy oportuno tu artículo. Siempre te leo con interés, pero en esta ocasión y dadas las circunstancias, mas aún. Yo también espero que, como dices, «sigas saliendo al poyete a pesar de los ánimos y de las circunstancias». Un abrazo.
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Muchas gracias.cuidate
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