En el primer «poyete» dedicado a nuestras palabras decíamos: «… no podemos olvidar que toda palabra es una forma viva de expresión que nace -por una necesidad-, crece -al mismo tiempo que la necesidad-, y desaparece… cuando ha desaparecido la necesidad. De ahí la riqueza de un idioma, la pluralidad del mismo o la distinta acepción que podamos darle en un lugar u otro. Las palabras que vamos a ir sacando ( al frescor de un atardecer de verano o al calor de un brasero en invierno) son ya palabras históricas, -cada vez menos utilizadas-, que, de alguna forma, deberán quedar recogidas con cariño aunque solo sea en recuerdo de los que las utilizaron o de los que las sufrieron. Algunas permanecen con acepciones despectivas, cuando en su momento servían para denominar a un trabajo u oficio honrado, como puede ser la palabra «gañán»; otras permanecen con un significado claro y conscientemente erróneo -como señal de identidad-, como es el caso de la palabra «cohete» que en Villarta sigue diciendose «cobete».
Ayer domingo leía en un periódico: «Buena parte de quienes defienden los anglicismos tecnológicos alegan que cualquier alternativa en español «no significa lo mismo». Y con ese argumento se sienten satisfechos para seguir adorando al becerro de oro y extender el injusto complejo de inferioridad de los hispanohablantes» [ALEX GRIJELMO. La punta de la lengua. El País. ]
Pues exactamente podemos decir de algunas de nuestras palabras o expresiones respecto al español oficial.Algunas de las palabras o expresiones que utilizamos tienen la virtud de evitar dar muchos rodeos para explicar una cosa. Con decir que alguien tiene a «sus padres a meses» te evitas tener que hacer una larga explicación de lo que queremos decir con eso. Está para todos muy claro lo que se quiere decir ¿Verdad? Bueno, si se siguiese utilizando esa expresión porque, como mucho, ya solo se utiliza en sentido negativo: «Cuando mi padre no podía valerse por sí sólo, lo llevamos a una residencia, porque lo veíamos mejor para él que tenerlo a meses».
Aunque ya son muchas las palabras que hemos relacionado no quisiera que estas dieran forma a nada que se parezca a eso que tanto se dice ahora: Diccionario manchego o más concreto aún, Diccionario de Villarta. No era, ni es, ese mi propósito. Lo único que pretendo, desde el primer momento, era reencontrarme y compartir con vosotros aquellas palabras que fueron, y muchas siguen siendo, parte de nuestras vidas; esas palabras que oímos a nuestros abuelos y a nuestros padres y que después fuimos diciendo nosotros y que nos servían para explicar, mucho mejor, con esas palabras lo que queríamos decir.
Están proliferando los «diccionarios manchegos» pero a muchos les encuentro una cierta inclinación a buscar el humor fácil, sobre todo en las frases explicativas de las palabras que se definen. El hablar de los muchos pueblos manchegos no es «paletura», ni tampoco una consecuencia de una escasa cultura, sino una forma muy sencilla y clara de explicar las cosas entre nosotros. No es tampoco, al recordar nuestra forma de hablar, una incitación a pasar un «rato de risa» ni menos aún es para animar a seguir utilizando esas palabras que en otros momentos nos fueron útiles; muchas de ellas lo seguirán siendo y sería conveniente seguir utilizándolas porque con toda seguridad no habrá otras mejores. Cuando leáis este «poyete», estaréis muy posiblemente con el regusto agridulce de unas nuevas «paces» pasadas y disfrutadas y por ello quizás sea también el momento de disfrutar, en esos atardeceres, que ya empiezan a alargarse, de esas palabras tan nuestras.
A ojo: Medida hecha a simple vista y por encima. «¡ Pues así a ojo medirá unas diez varas!» [Cada vara equivalía a 0’83 metros, pizca mas o menos]
Afueras, en las: En el extrarradio del pueblo (Sinónimo de «atrases»). «¡ Vive en las afueras, ya en el camino de Argamasilla!».
Al remate: Confirmar lo que se había pensado una vez que ha ocurrido. «¡ Al remate ha pasado lo que yo me temía!».
Añidura: algo de mas que te dan por el agradecimiento de haber hecho una compra. «¡Y esto te lo doy de añidura, que luego dices que te trato mal!»
Aplique (¡Vaya aplique!): Exclamación ante algo mal terminado o que no ha quedado como nos hubiera gustado. «¡ Vaya aplique que me has dejado!».
Apretar: Utilízase como sinónimo del verbo dar. «¡ Te voy a apretar un tortazo que te vas a enterar!». En relación con la comida sinónimo de mucha cantidad: «¡Menudo plato de habichuelas me he apretado!».
¡Arreando estopa!: Exclamación. Sinónimo de a toda prisa o a toda leche. «¡ Y ahora vas a la tienda a por lo que falta, arreando estopa!»
Arrendar: Imitar de forma burlesca y reiterada lo que otro hace o dice. «¡ Papa, ya está el chache arrendándome!».
Asina: Asi, de esta manera (enseñando, al mismo tiempo, la forma de hacerlo). «¡ Si quieres que te quede bien lo tienes que hacer asina!»
Asusar (Azuzar): Provocar a los perros para que acometan a otro animal o alguna persona. «¡ Deja de asusar al perro que se te va a revolver y vamos a tener tonterias!»
Atascar: (En sentido negativo) No tener obstáculos para hacer algo. Hacer algo sin mirar las consecuencias: «¡Anda que vas a atascar. No te das cuenta que eso que querías no podía ser. Antes de hacer nada hay que pensar las cosas mas de dos veces!»
Atestao (Atestado): Estar lleno, no caber mas. «¡ Estaba el auditorio atestao de gente!»

Atilfar ( de Atisbar): Estar mirando sin que sen den cuenta, medio a escondías.[Acción propia de «la vieja del visillo»] «¡Qué haces ahí atilfando por la ventana!»
Basilisco: Se dice de una persona encolerizada o rabiosa de caracter o por alguna cosa en concreto. «¡Se puso como un basilisco por nada que le dije!»
Bocaná (Dar la última bocaná): Se dice de la persona que acaba de fallecer. » ¡ y cuando más tranquilos estábamos, dió la última bocaná. No le dió tiempo a decir nada!»

Bordaño: Algo más o menos líquido que surge, abundantemente, de algún sitio. «¡.. y al abrir la alcantarilla salió un bordaño de poquería que no te puedes ni imaginar..!»
Brazá (Brazada): Cantidad de algo que se puede llevar debajo del brazo. «¡Menuda brazá de leña llevaba!».
Buena gana, tener: Frase que sirve para advertir de la inutilidad de algo que se está haciendo. «¡ Buena gana tienes de regar. A estas alturas por más que hagas no le sacas ná a la siembra!»
Buenazo: Persona buena pero de caracter muy débil. «¡ Es un buenazo. Haces con él lo que quieras!» .
Bulla: Risas, algarabia. «¡ Menuda bulla han armado los de la despedida de soltero esta noche!»
Bureo: Salir de juerga. «¡ Estuvieron toda la noche de bureo y no creo que estuvieran rezando el rosario!»
Cabezonería: Se aplica a la persona testaruda o terca. «¡ Da gusto con él pero cómo le entre la cabezonería ya no hay nadie que le apee del burro, por ná del mundo!»
Cagaico: Se aplica a una persona que tiene un gran parecido físico con un familiar. «¡ Es cagaico a su tio!»
Cagarria: Se dice de la persona miedosa o de poco caracter. «¡ Con ese no cuentes para nada que es un cagarria!»

Calderilla: Conjunto de monedas de poco valor. Se aplica al hecho de no llevar casi dinero. «¡ No llevo nada más que calderilla!»
Calentar: Pegar o dar golpes. «¡ Otra vez mira antes con quien te metes. Bien te han calentado por entrometido!»
Callaico (Calladico): Estar en silencio para no llamar la atención. «¡ A no ser que te pregunten algo, tú te quedas callaico!»
Cansino: Se dice de la persona que aburre, cansa, incordia o atosiga de forma constante.«¡ Déjame ya tranquilo que llevas toda la tarde dándome la lata, cansino!»
Cantamañanas: Se dice de la persona a la que no se le tiene en cuenta sus consejos porque no tienen crédito o validez. «¡No hagas caso de lo que te ha dicho porque es un cantamañanas!».
Carcamal: Persona desmejorada o envejecida. Se dice tambien de aquella persona muy descuidada en su forma de vestir. «¡ Cuídate un poco que estás hecho un carcamal!»
Catacaldos: Se dice de la persona que se mete en muchas cosas sin terminar ninguna de ellas. «¡ Pues no creo que le dure mucho ese trabajo. Es un catacaldos que no se asienta en ninguno en concreto!».
Cataplines: Entre chicos refiriéndose a los testículos. «¡ Como sigas con esas cosas me vas a tocar los cataplines. Me estás hartando!»

Cellajo: Señal que te queda en la piel por llevar algo apretado.«¡ Menudo cellajo te han hecho los pantalones. Los llevas tan ajustados…!».
Changao: Se dice de algo estropeado o que no funciona bien. «¡ Vamos a tener que comprar otro frigorifico. Este ya casi ni enfria ni ná. Está changao!»

Chapar: Revestir las paredes de una habitación de azulejos (la cocina o un cuarto de baño, generalmente). «¡ Esta tarde no puedo ir. Estoy de albañiles que me están chapando la cocina!».
Chasco: Sorpresa recibida cuando se espera algo agradable y no ocurre. «¡ Menudo chasco. Pensaba que me sacaría algo del testamento tio y si me descuido, entre pitos y flautas, tengo que poner dinero!»
Chichas (Tener pocas chichas): Se dice de una persona delgada o enclenque. «¡ Tiene muy pocas chichas y no será porque no come!»
Chiflarse: Encapricharse de algo; gustar algo mucho. «¡ Le chiflan las películas del oeste!» . // Silbar o tocar un pito. «¡ Deja ya de silbar con ese pito que me tienes la cabeza loca!»
Chinchar: Fastidiar, importunar. Dar a alguien una información que le va a sentar mal. «¡ Pues ya lo sabes. Ahora te chinchas!».
Chiripa (de): Por casualidad. «¡ No has perdido el autobús de chiripa!»
Chitacallando ( A la): Hacer algo sin que nadie se entere o sin decir lo que estás haciendo. «Sin dar cuatro cuartos al pregonero». «¡Ahí lo tienes. A la chitacallando se ha hecho con menudo capitalejo!».
Chocante: Se dice de una persona muy ocurrente y graciosa.«¡ Siempre tiene a punto alguna ocurrencia. Es muy chocante!»

Chochá: Montón de pipas peladas, especialmente. «¡ Toda la tarde pelando pipas, menuda chochá has hecho. Vaya paciencia, hijo mio!»

Chori: Pintura de labios. «¡ Me gusta el color de chori que te has dado!»
Cisco: Estado en que se encuentra alguien después de un duro trabajo. «¡ Estoy hecho cisco después de meter tanta leña. Creía que había menos!»
Clarear: Despejarse el cielo de nubes. «¡ Menos mal que está clareando que tal como se había puesto de oscuro parecía que iba a descargar una nubarrá!».
Clavar: Cobrar por algo un precio mayor que lo que vale habitualmente. «¡ Por pura necesidad que si no a ese comercio no voy. Es que te clavan que ni se sabe!».

Cobollo: Parte central interior de una lechuga: «¡ Guardame el cobollo de la lechuga!».
Cocinilla: Se dice de la persona muy entrometida y metida en labores del hogar, especialmente el hombre. Por extensión y en ciertos momentos puede ser sinónimo de bacín. «¡ Es muy cocinilla. Le gusta mucho meterse en las cosas de la casa !»
Coger el dos: Expresión para dar por terminada una discusión o negocio en el que no se llega a un acuerdo. «¡ No tengo ná mas que decir y si no estás de acuerdo coges el dos y si te vi no me acuerdo!»
Columpiarse: Equivocarse. «¡Vaya metedura de pata. Bien que te has columpìado!»
Compaña: Referido a una persona y a los que la acompañan. «¡ A dónde va la compaña tan de mañana!». En los saludos, para abreviar se cita al mas conocido y a los demas se les denomina comapaña. «¡ Adios Pepe y la compaña!»
Conocer el percal: Conocer bien cómo es alguien o algo. «¡No pensarías que me ibas a engañar que uno conoce muy bien el percal!»
Convidao a gachas (Ir): Ir muy deprisa a un sitio. «¡Dónde vas con esas prisas. Ni que fueras convidao a gachas!»
Corrucanero: Labrador con pocas tierras. «¡No hay grandes capitales. Lo que hay son muchos corrucaneros con alguna viñeja».
Cundir: Dar una cosa o algo mucho de sí. «¡ Hoy me ha cundido mucho el trabajo!»
[Quedan mas palabras y dichos pero iremos poco a poco; no nos vayamos hartar de tanta palabreja. Que lo poco agrada y lo mucho cansa].
José Muñoz Torres, Cronista oficial.
Muy bueno, Pepe. Otro de nuestras expresiones que, la mayoría de ellas siguen vivas en nuestro vocabulario aunque la mayoría de las veces, al menos yo, no me doy cuenta cuando las digo.
En principio, al ver la imagen de portada de este «poyete», me ha sorprendido, luego, cuando llegado a la palabra «cellajo» he comprendido el porqué de la imagen y me he reído (casi seguro que no me ha pasado a mi solo).
Un montón de gracias y recibe mis saludos.
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