… y 7 ? En este breve recorrido hemos llegado a la «Z». Pero ¿hemos terminado? Creo que no porque con mas calma habrá que darle otro repaso a nuestras palabras; con toda seguridad que hay muchas palabras que se han quedado por el camino y a él tendremos que volver para rescatarlas. Faltan las palabras que guardáis y que son parte de nuestra/vuestra vida. El «poyete» esta abierto y más en este tiempo en el que ya apetece salir a él, a «coger el fresco». Hay mucho que hablar todavía de nuestras palabras, de nuestra forma de expresarnos, asi que aquí aguardamos…
Tablar: Cada uno de los pedazos de la huerta que se regaban a través de la misma reguera y que estaban plantados de la misma hortaliza. «¡Vaya tablar de tomates que tienes este año!».
Tablilla: Tabla de madera puesta en las «portás» de las bodegas en la que se indicaba el precio al que se compraba la uva. «¡ En la fábrica de Camacho ya tienen puesta la tablilla con el precio de la uva!».
Tajá(de tajada): Trozo de carne guisada. «¡ Haz las tajás más pequeñas para que den más de sí!».
Tajo: Sitio hasta el que se llegaba trabajando al final de la jornada. La vuelta al trbajo era «¡Vamos al tajo!».
Talante: Forma de ser de una forma y sobre todo en un momento determinado. Puede ser una persona de buen o mal talante o una persona que en un momento determinado este de buen o mal talante. «¡Ten cuidado con las bromas que gastas que está de muy mal talante!».
Tallar: Acción consistente en medir la estatura de los «quintos». El acto público que se celebraba en el ayuntamiento tenía enorme importancia ya que el hecho de «no dar la talla» era causa suficiente para no hacer la «mili».

Tallo: En Villarta, al menos, es sinónimo de porra o churro. El dueño era conocido por el «Tallero» y asi siguen llamándolos.
Tapabocas: Prenda de lana que se utiliza para abrigar el cuello y la boca (Bufanda).«!Subete el tapabocas que te vas a «costipar»!»

Tapia: Pared de un corral o cercado construida generalmente de tierra amasada y apisonada (tapial).

Tartana: Carro pequeño cubierto con toldo, al que normalmente se le uncía un burro. También se dice de un vehículo viejo y en mal estado. «¡Con esa tartana de coche que llevas no vas a llegar a ningún sitio!»

Tazón: Taza, relativamente grande, utilizada para el desayuno. «¡ Menudo tazón de leche con picatostes, se ha metido para el cuerpo!»
Tela morena: Se le llama también retor.Lienzo basto de color crema utilizado para sacos, fundas de camas, etc. «! Faustino, dame un metro de tela morena, doble de ancha!
Templaó: Se dice de la persona valiente o trabajadora. «¡Fulanico es muy templaó. El otro día en ná de tiempo, él solo, sacó la cuadra!»
Tená: Cobertizo o estructura de madera sobre el que se colocaban las gavillas. Se utilizaban en patios o corrales pequeños próximos a la «cocina de todos los días» o de diario.
Tenerla jurá: Expresión con la que se pone de manifiesto la intención de aprovechar una ocasión propicia para actuar contra alguien. «¡Era de esperar. Se la tenía jurá!».
Tenerle coraje: Expresión con la que se suele indicar enemistad con alguien. Rabia, antipatía. «¡Es que me tiene coraje»!
Tenerlo mascaó: Tener el convencimiento de que va a ocurrir lo que se tenía pensado. «¡sabía lo que iba a pasar. Me lo tenía mascaó!».
Tenderengue, En: Se aplica a las cosas que están en desequilibrio o muy mal colacadas, a punto de acerse. «¡ No tengas todo eso en tenderengue que se van a caer!».
Terciar: Intervenir entre dos personas que disputan o están enfrentados. «¡ Tuvo que terciar entre los dos porque sino llegan a las manos!»; Se aplica tambien a aquella persona que hace lo que quiere: «¡ No hay forma de estar con él; siempre hace lo que se le tercia!».
Terraguerio: Polvareda, polvisca. «¡ Riegalo un poco, que estás levantado un terraguerio que pá qué!»
Testera: Parte superior de la cabeza. «¡Ten cuidado al saltar que te vas a romper la testera!»
Tino (Tener tino): Tener punteria. «¡ Con el Boli no juego que tiene mucho tino».
Tiraó pa’lante: Se dice de la persona que no tiene miedo de emprender cualquier acción. «¡ No le da miedo; es muy tiraó pa´lante!»
Tirar de la puerta: Acción de cerrar la puerta desde afuera. «¡ Al salir, tirate de la puerta!».
Tiznajo: Mancha hecha, generalmente en la cara, con hollín. «¡ Limpiate un poco que menudo tiznajo llevas en la cara !»
Tizón: Se decia del samiento u otro palo a medio quemar. Se le decía a los chicos para que no jugasen con los tizones: «¡Deja de darle vueltas al tizón que te vas a mear en la cama»

Toba: Se le decía al «cardo borriquero»
Tomar el fresco: Sentarse junto a la puerta varias familias durante la noche. «¡ Anoche estuvimos tomando el fresco en la puerta de la tia Sebastiana»
Tomar un bocao: Comer algo, especialmente, entre comidas. «Vamos a tomar un bocao que hasta la hora de comer…!»
Tontás: Hacer tonterias. «¡ Deja de hacer tantas tontás, que ya eres muy grandecico!»

Torraos: Se dice de los garbanzos tostados (asados al horno con algo de yeso) que se tomaban como aperitivo. «¡ Dame un puñaejo de torraos y nos echamos un trinque!»

Tortasol: Se dice de la flor del girasol una vez granada la simiente(piapas). «¡ Es el último trozo de tortasol que te doy!».
Tostón: Se aplicaba a la pelicula o espectáculo que no había gustado. «¡ Menudo tostón de película nos echó anoche Adolfito!».

Trasegar: Pasar el vino de una tenaja a otra.
Trasiego: Acción de trasegar; Se dice cuando hay mucho movimiento de personas o vehículos: «‘ Menudo trasiego de gente había hoy en la plaza!»
Trasquilón: Desigualdad en el pelo por haberlo cortado mal. «¡¿Quién te ha cortado el pelo?. Lo tienes lleno de trasquilones!»
Trastá: Travesura o falta de sensatez con que se causa algún destrozo o trastorno. «¡Menuda trastá le han hecho. Recién enjalbegá la fachada se la han llenaó de letreros!»
Trastocar: El hecho de darle un sentido distinto a lo que otra persona ha dicho. «¡No trastoques las cosas que yo no he dicho eso!».
Trastornaó: Se aplica a la persona con poco sentido o alocada. «¡No le hagas caso a lo que dice que es un trastornaó!». Se dice tambien de la persona que ha perdido la razón momentáneamente como consecuencia de algún acontecimiento: «¡La muerte de su hijo le ha trastornaó»·
Trincar: Sujetar o apresar a alguien: «¡ ¿deciais que no le iban a coger? Pues ya le han trincaó!»
Trinque: Echar un trago, especialmente de vino. «¡ ¿Te vienes a la bodega a echar un trinque?!»

Truque: Juego de cartas de envite. Ir de truque: Antiguamente un grupo habitual de amigos se reunían, alternativamente, en una de las casas para pasar la tarde jugando al truque con una buena limoná y algo de comer. «¡ María, esta tarde venimos aquí a «echar el truque»!».
Tufo: Se decía del gas que desprendía la fermentación del mosto o de los orujos. «¡ No bajes todavía apisar el pozo de los orujos que tiene tufo!»
Vedriado: Se aplica al conjunto de vasijas o platos de ceramica o vidrio que se utilizan en la cocina para preparar la comida. «¡ Vamos a fregar el vedriaó que si no luego nos da pereza!»
Velar: En época de vendimia se decia al hecho de trabajar por las noches los «pisaores« porque se haya «amontonaó» el trabajo. «¡ Esta noche echamos una velá para aclarar un poco el follón que hay en la bodega»

Velatorio: Acto social consistente en acompañar a los familiares de un difunto la noche del fallecimiento. «¡Vamos al velatorio que ahora habrá poca gente!»

Verdín (o Cardenillo): Manchas de color verde que adquieren ciertos objetos metálicos (especialmente de cobre o bronce). «¡ Limpia bien la mano de almirez que yo creo que tiene un poco de verdín!»
Verdor: Forma de expresar la edad de las vides: «¡Es viña tiene por lo menos tres verdores!»
Vergüenzas: Partes externas de los órganos genitales. «¡ Abróchate la bragueta que se te van a ver todas las vergüenzas!».
Vestirse de majo: Engalanarse, vestirse con las mejores ropas. «¡ ¿Dónde vas tan de majo?!»
Vide: Conjugación arcaica del verbo ver. «¡ Al dar la vuelta a la esquina, lo vide fumando!»
Viso: Ropa interior femenina (Combinación). «¡ Tirate un poco del vestido que se te ve el viso!»
Voceras (o Boceras): Se aplica a la persona que habla de forma imprudente o que habla de lo que no hace o no sabe hacer. «¡ Calla ya, que eres un voceras!»

Vúnibo: Planta muy frecuente en nuestros antiguos patios. Su nombre correcto es el de Evonibus. «¡ Qué hermosos tienes los vúnibos este año!».
Zampar: Se dice al hecho de comer en exceso: «¡ Sin darnos cuenta se zampó él solo un melón!» ; Entrar en algún sitio de forma indebida o sin haber sido invitado: «¡ Se zampó en el banquete sin haber sido invitado!»
Zapatiesta: Se aplica al hecho de cearse alboroto o desorden: «¡ Menuda zapatiesta se armó!»
Zorollas: Se dice de las patatas que no han alcanzado un buen grado de cocción o de asado. «¡ De sabor estaban muy buenas pero yo creo que estaban un poco zorollas!».
…… Y otras muchas que de alguna manera tendremos que ir recordando conforme se avive nuestra memoria y que debemos reconocer como patrimonio cultural, a pesar de que algunos lo hayan considerado, con evidente torpeza, una forma inculta de hablar.
Sólo de pasada. Creo que parte de nuestra personalidad como pueblo está también unida intimamente al apodo o al mote. La Real Academia de la Lengua dice de estos dos conceptos lo siguiente:
- Mote: Sobrenombre que se da a una persona por una cualidad o condición suya.
- Apodo: Nombre que suele darse a una persona, tomado de sus defectos corporales o de alguna otra circunstancia.
Para nosotros, además, el mote, es el fruto de la buena o mala intencionalidad de algún compañero de la niñez que en un momento de inspiración, definió y rebautizó para siempre a alguien. ISADO JIMÉNEZ en su obra Refranes, canciones y Romances de Miguelturra (Cuaderno de E. M. ) dice que muchos de los motes eran, exclusivamente, una generalización de un oficio familiar o, como dice la Academia, consecuencia de un defecto o cualidad física patente pero la verdadera causa o intención del mote es el intento de resumir en una sola palabra una serie de circunstancias que definan a la persona a la que se le aplica, coexistiendo con una cierta maldad o sorna. En muchos casos se trata de utilizar la más exagerada contradicción. Un estudio detenido de los motes permitiría una definición y conocimiento perfecto de los mismos, pero la maldad o sorna de algunos de ellos crea, todavia, cierto malestar en la persona o familiares de quien se dice. La revista LA TRILLA, en sus pocos números de vida, dedicó una sección a los motes con permiso expreso de los interesados y , posiblemente, haya que retomar ese camino para incorporar esta originalidad a nuestra pequeña historia. Si alguien quiere y sabe explicar su mote o el de su padre aquí tendrá un hueco.
José Muñoz Torres
Cronista Oficial.
Perdona, Pepe, éste «poyete» se me había pasado, me extrañaba el paso de los días sin verte en la página de facebook, el fallo era mío, he ido a tu Blog y he encontrado otra de tus joyas. Los textos ejemplo en el que encajas la utilización de la palabra determinada me recuerdan exactamente que era así como se decía. A veces se me viene alguna palabra que no veo y pienso que debe ser porque eran de uso exclusivo de mis padres, por ejemplo cuando he leído tostón, se me ha venido «tostones», si, tostones, mi madre los hacía en casa: trigo tostado en la sartén con algo de aceite y una pizca de sal (creo que antes los tenía unos días en agua). Mi mujer me los hace todavía alguna vez y me siguen gustando. No sé si esto se llamará así en mas sitios o tendrá otro nombre.
Considero que la idea de lo de los motes o apodos es muy buena pero al mismo tiempo delicada porque te puedes encontrar con que dentro de una misma familia unos se enorgullezcan de que les llamen X y a otros les caiga mal. Ahora si eso lo respalda la misma persona a la que se lo llaman podría ser posible.
Bueno, perdona que me haya extendido otra vez.
Un afectuoso saludo y, hasta cuando quieras.
Ángel.
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