
La antigüedad de un pueblo se mide, no solo por su historia escrita, sino también por la historia que nos cuentan sus edificios, sus monumentos o el desarrollo de su red viaria. Otros pueblos de nuestro entorno han ilustrado su historia mediante la conservación de sus monumentos o antiguos edificios; en unas ocasiones reconstruyéndolos con gran esfuerzo y en otras ocasiones inventándolos, aún siendo respetuosos con el entorno. Este es el caso de Puerto Lápice, donde aprovechando el interés turístico por la figura de Don Quijote, construyeron -no hace mucho- una plaza porticada de madera vendiendo con ello una antigüedad de la que carece(1). No ha sido este el caso de Villarta, donde todo es nuevo y sólo se conservan como vestigios del pasado , el puente viejo, la iglesia de Santa María (Iglesia vieja o de San Juan), la torre del reloj y el edificio que hace esquina a la calle Pocotrigo (18 de julio) con García Morato. En el afán de hacer todo nuevo, -quiza por malidentificar antiguo con viejo o en mal estado- se han derruido viejas casas solariegas, la casa de la Tercia, el Pósito prioral, la antigua ermita de la Virgen de la Paz, etc. Incluso edificaciones representativas de la arquitectura industrial que representan el símbolo de lo que supuso la industria alcoholera, están empenzando a sentir los efectos de la piqueta demoledora en vez de proceder a su restauración cuidadosa. Hace poco, en la cercana Alcázar de San Juan, una de las chimeneas de las fábricas de alcohol fue totalmente derruida; la presión ciudadana, -considerando la simbología representativa de la construcción-, consiguió que se reedificase en su totalidad. Aquí, en Villarta, una de las chimeneas ha sido desmochada, no quisiera creer que como previo paso a su demolición aunque, ciertamente, el estado en que ha quedado ya no simboliza nada; espero que las otras existentes pueden conservarse dada la importancia arquitectónica de, al menos, una de ellas: la de los Islas. En una coplilla que nos transmitió José Pérez Archidona, se decía: «Villarta, villartilla,/ la de las tres torres/ por eso te llaman engañapobres». Dentro de poco, si las cosas no cambían, no se podrá repetir esa canción.

Mi «poyete» de hoy, en días ya de «tornapaces»(2), no quiere tratar de estos temas, -de los cuales hablaré con más detenimiento en otra ocasión, sino más bien de la evolución de nuestra red viaria, como se originó y por qué las calles -al menos, algunas de ellas-, se llaman de una forma y no de otra. El primer callejero que nos habla de las calles de Villarta es el formado por las declaraciones de los vecinos sobre sus casas que figuran en el Catarasto del Marqués de la Ensenada. En las declaraciones sobre ellas, los vecinos de Villarta indican, el tamaño de las mismas (ancho de fachada y fondo de la propiedad, expresada en varas), nombre de la calle o plaza y valor de la propiedad a efectos de renta. Se relacionan, en total veinte calles cuyo nombre y características especiales es el siguiente:

Calle de Alcázar: Contaba con 11 casas (entre los dos lados de la calle) con un longitud construida (a ambos lados) de 97’69 metros ( 117 varas).
Calle de Arenas: Contaba con 4 casas y una longitud total de 20’87 metros ( 25 varas).
Calle al Camino de Daimiel: Con 2 casas y una longitud total de 33’4 metros ( 40 varas)
Calle que baja a la Real: Contaba con 2 casas y una longitud de 20’87 metros ( 25 varas)
Callejuela a la Calle Daimiel: 1 casa con una longitud de 8’75 metros (10 varas)
Callejuela a las eras: 2 casas con una longitud de 16’75 metros ( 20 varas)
Callejuela al Camino de Daimiel: 3 casas y 38’41 metros ( 46 varas)
Callejuela de la Calle Daimiel a la Calle Real: 1 casa de 13’36 metros de fachada(16 varas)
Callejuela que va al puente: 2 casas y 15’52 metros de fachadas( 15 varas)
Calle de la Cárcel: 6 casas y 94’35 metros de fachadas (113 varas)
Calle de la Cruz Nueva: 2 casas y 17’53 metros de fachadas ( 21 varas)
Calle de Daimiel: 9 casas y 88’51 metros de fachada ( 106 varas)
Calle de la Estación: 32 casas y 384’10 metros de fachadas( 460 varas)
Calle de Herencia: 2 casas y 21’71 metros de fachadas ( 26 varas)
Calle de Lugarnuevo: 1 casa y 31’73 metros de fachada (38 varas)
Plaza: 2 casas y 26’72 metros de fachada (32 varas)
Plaza Pública: 7 casas y 96’025 metros de fachada 115 varas)
Plazuela de Nuestra Señora de la Paz: 2 casas y 15’03 metros de fachada ( 18 varas)
Calle Real: 29 casas y 396’62 metros de fachada ( 475 varas)
Calle de Urda: 4 casas y 40’91 metros de fachada (49 varas).

La superficie urbana de Villarta en el año 1752 está constituida por 124 viviendas, de las cuales no queda ningún vestigio. En primer lugar por las razones apuntadas anteriormente y en segunda lugar porque Villarta fué totalmente destruida durante la guerra de la Independencia y en su normalización urbanística pasaron más de quince años. Incluso los nombres de las calles han cambiado todos pues sólo permanece el de la calle de la Estación aunque su recorrido es el correspondiente al de la calle de Postas. Los nombres de las calles en aquel momento se debe a la circunstancias especificas de cada una de ellas: calle Real (calle del Camino Real), calle de Alcázar ( Camino de Alcázar), calle del Monte o de Daimiel, calle de Arenas, calle de Lugarnuevo, etc. Este callejero de 1752 cuyos nombres son debidos a la propia forma de llamarla de sus habitantes -de ahí que ciertas calles sean nombradas de distintas formas-, se mantiene hasta principios del siglo XX, si bien las alineaciones de los edificios de nueva edificación forzasen un poco las anchuras o recorridos de las calles. En cualquier caso el espacio urbano se extiende hasta la ermita de la Virgen de la Paz a atraves de una arteria principal que era la calle o camino real. A espaldas de las edificaciones de esta calle, por el levante, se desarrollaba la calle de la Estación posteriormente Postas y perpendiculares a estas una pequeñas calles o callejuelas que dirigían hacia los pueblos cercanos: Alcázar, Herencia, Lugarnuevo, Arenas y Daimiel. Curiosamente aparece el nombre de la calle Urda, población que no tenía camino específico y que quizás fuese así denominada como abreviatura de Cristo de Urda que tenía nombre propio en otras localidades como Herencia.
El desarrollo urbano de Villarta se inicia, -tímidamente, a principios del siglo XX y llega a su consolidación en los años veinte del citado siglo en el que se marca la dirección del futuro casco urbano de Villarta. Es en esta época cuando se va a empezar a dar nombre a las nuevas calles. Efectivamente en el pleno del Ayuntamiento celebrado el 23 de noviembre de 1923 se incluye el siguiente acuerdo:
«Estando dandose de alta de casas nuevas muchos vecinos de esta que tienen edificado extramuro formando ya calles sin que puedan designar el nombre de ellas al hacer la oportuna declaración, la Corporación acuerda poner nombre a esas calles nuevas y al efecto le da el de calle del Santísimo a la que parte desde la de Arenas y va en dirección del río a lo largo de la Finca Palomar. Se llamará calle de las Chorreras la que apartandose de la de Arenas va hacia Poniente a lo largo del camino de su nombre. Se llamará calle Ancha la que partiendo de la plazuela en que empieza la calle Daimiel va en dirección sur por medio del quiñon de Pedro la Osa. Se llamará calle del Cuartel la que sale de la calle del Monte y va en dirección sur a lo largo del corral del Cuartel de la Guardia Civil. Se llamará calle del Principe la que partiendo de la calle Real va a la de Lugarnuevo a lo largo del corral de Valeriano Torres. Se llamará calle de la Vinícola la que partiendo dela carretera frente a dicha sociedad va al saliente a lo largo de la bodega de Gerardo Calcerrada. Se llamará calle del Rincón a la que saliendo del lugarnuevo no tiene salida. Se llamará calle Grande a la que partiendo tambien de Lugarnuevo va en dirección saliente a lo largo del corral que en ella tiene Manuel Rodriguez. Se llamará calle Chica a la que mas allá sale del Lugarnuevo y corre paralela a la anterior. Se llamará calle Zambrana la que partiendo de la calle del Arenal corre en dirección Norte a lo largo de las fachadas de las bodegas de Julián Roncero y Don Julián Pavón. Se llamará calle del Calvario la que partiendo de la calle Zambrana va al saliente a lo largo de la pared norte del cercado de Teodoro Rincón y por último se llamará calle de la Isla la que partiendo de la calle del Arenal va en el sentido del camino de aquel nombre; a todas estas calles se les pondrá el nombre que les corresponde lo antes posible a los efectos aantes dichos y del modo que ordene el Señor Alcalde.»[ ARCHIVO MUNICIPAL DE VILLARTA (AMV).- Legajo H51. Libro de Sesiones del Ayuntamiento Pleno. Folios 22-24].

La importancia de este acta no radica en el conocimiento del nombre de algunas de nuestras calles, sino, especialmente, el hecho de venir a definir claramente el espacio urbano de Villarta en 1923. De la lectura de ese acta se deduce que la población sigue concentrada en el espacio territorial que se contemplaba el año 1752, en el Catastro del Marqués de la Ensenada y que por tanto la reconstrucción de Villarta realizada después de la guerra de la Independencia se prolonga mucho más tiempo que el que podría deducirse de la comunicación del rey Fernando VII, del 31 de marzo de 1814. El resto de calles, es decir el casco urbano histórico, tenía los siguientes nombres: Altillo, Aprisco, Cárcel, Arenas, Cervantes ( Por decreto de la Diputación Provincial de 28 de abril de 1916, la calle Real pasó a denominarse como Cervantes), Pocotrigo (continuación de la calle de la Estación), Alcázar, Eras, Calle que baja a la Estación, Arenal, Correos, Hospital, Plaza del Altillo, Plazuela de Nª Sª de la Paz, Lugar nuevo, PLaza Pública, Postas o Estación, Tercia y plaza del Monte. La apertura de estas calles nos viene a decir que el límite sur de Villarta estaba situado en la actual calle del Monte, con algunas edificaciones mas al sur a lo largo del camino de Tomelloso o Lugarnuevo, la carretera,-calle Real- y el camino de Daimiel a partir de la plaza de Cocinera. Tímidamente se abre al Este a partir de la calle del Arenal ( actual de García Morato), siguiendo el eje del camino de la Isla. Por el Oeste se expande por la Calle de Arenas ( Actual de José Canalejas) ocupando, asimismo, el inicio del camino de las Chorreras. Por estas mismas fechas, con acuerdo especial del pleno del Ayuntamiento, celebrado el 17 de diciembre de 1926, se incoa un expediente para la construcción de escuela de niños y niñas. En este sentido el ayuntamiento se compromete a un gasto de 34.000 pesetas, comunicándose dicho acuerdo al Ministerio de Instrucción Pública. Por parte de David Serrano se ofrecen solares de su propiedad para tal fin, al precio de 4 pesetas la vara cuadrada. El pleno celebrado el 15 de abril de 1929 nombra arquitecto para esas obras, -así como para el estudio, planos y presupuestos-, a Don Telmo Sánchez y Octavio de Toledo ( autor entre otras obras del edificio del ayuantamiento de Manzanares). El 21 de julio del mismo año, el ayuntmaiento acepta un solar de Don David Serrano que limita » al poniente con la calle del Cuartel, al norte con la calle de nueva apertura y al saliente y sur con terrenos de Antonio Isla y de la Sociedad Unión Vínicola». Se abre la calle de las Escuelas a través de solares de David Serrano, y en noviembre de 1929 comienzan las obras realizadas por Gaspar Romero de Ávila, natual de La Solana, sobre un solar de 1915 varas cuadradas y por un valor de 11.740 pesetas. Previamente se había solicitado un crédito por importe de 50.000 pesetas al Banco de Crédito Local de España reintegrable en 25 años con una anualidad constante de 3.752’21 pesetas [AMV. Legajo H52].
A partir de esta fecha se va a producir un cambio en el nombre de las calles que va a ser, desde aquella época, una constante de todos los ayuntamientos. Así en el pleno celebrado el día 23 de abril de 1931 por el Ayuntamiento presidido por Exuperio Muñoz González y formado por Benjamin Díaz-Pavón Calcerrada, Macario Doral Jiménez, Leonardo Muñoz Menchero y Vicente Doral Isla y a propuesta de este último aprueba el nuevo nombre de las calles. Concretamente las siguientes: La plaza de la Constitución pasa a llamarse Plaza de la República; la Plaza de la Reina María Cristina ( Plaza del Cura o del Altillo, se llamará Plaza de García Hernández; la calle del Principe sería la del Capitán Galán; la de la Cárcel se denominará de Pablo Iglesias y la calle de Alcázar, pasará a llamarse de Alcalá Zamora.
De forma particular indicamos los sucesivos cambios que han ido sufriendo nuestras calles más importantes.
CALLE DE ALCÁZAR (Camino de Alcázar). En el Catastro del Marqués de la Ensenada aparece como una de las más importantes y su denominación viene dada por ser la calle que se dirigía hacia Alcázar a través del camino del mismo nombre. Durante la República pasó a denominarse como calle de Alcalá Zamora (Primer Presidente de la Republica). Posteriormente pasó a denominarse calle del Doctor Díaz-Pavón, en homenaje al médico de Villarta, D. Julián Díaz-Pavón Almoguera.
CALLE CORREOS. Esta calle ampliamente desconocida a efectos del callejero pone en comunicación la calle Doctor Díaz-Pavón con la calle Postas formando un pequeño anchurón comúnmente conocido como plaza de Postas. Sin haber podido confirmar la fecha, después de la guerra civil, pasaron calle y plaza a denominarse con el nombre de General Mola. Respecto a esta zona, Vicente Doral Moraleda, hizo en el pleno del 27 de noviembre de 1924 la siguiente propuesta: «.. Don Vicente Doral MOraleda y diez mas se interesa no se lleve a efecto la enajenación del trozo sobrante de la via pública enclavado entre las calles Alcázar y Correos de esta población fundada en que puede ocasionar graves trastornos tanto de origen sanitario como de origen estético por quedar en tal caso dos calles estrechas, húmedas y sin posibilidad de soleación» [AMV Legajo H51].

CALLE DEL ARENAL O DE LOS ARENALES Indicaba la dirección hacia el sitio de los arenales -cantera de arena de propiedad municipal sujeta a ordenanzas municipales concretas- que confluía en su trayecto con la calle antes citada. En el Catastro del Marqués de la Ensenada se denominaba calle de Herencia. Con la proclamación de la República pasó a denominarse calle de la Libertad. Después de la guerra civil pasó a denominarse como calle de García Morato. Posteriormente se le dió el nombre de Arenal a la calle que saliendo de la de Nª Sª de la Paz va en dirección al saliente, paralela a la calle Chica.
[ Aunque el motivo del cambio de calle fue otro, – homenajear al famoso aviador- se da la circunstancia, -desconocida por los que propusieron el cambio- de que además estaban utilizando el nombre de una antigua e importante familia de Villarta, aunque su origen haya que buscarlo en la vecina Herencia. El día 2 de abril de 1787 una hija del escribano de villarta José Antonio Aguirre (hermano de Benito Aguirre antepasado directo de Esperanza Aguirre, como algunos sabéis y me habéis comunicado) casa con un miembro de la familia Garcia-Morato. Del citado matrimonio nace, el 6 de septiembre de 1797, Joaquín García-Morato [Libro 4º de Bautismos de la Parroquia de San Juan Bautista de Villarta]. Este ejerce como escribano público del ayuntamiento y notario casando con María Luisa Ruiz, natural de Herencia. De este matrimonio nace, el 11 de septiembre de 1827 (Libro 5º de Bautismos), Proto García-Morato Ruiz. Ejerció como militar y a lo largo de su carrera fue ayudante del batallón provincial de Infantería de Lorca , alcanzando el grado de teniente coronel de Infantería. Casó en Valencia con Julia Cánovas y Segura, de cuyo matrimono nace José García-Morato y Cánovas, quien con el grado de comandante desapareció en la campaña de Alhucemas el 24 de diciembre de 1924. De su matrimonio con María Castaño y Miranda nació Joaquín García-Morato, aviador militar reconocido como el mejor pilto español de todos los tiempos murió a los 35 años al poco de terminar la guerra civil, en la que participó con el grado de Comandante.]
CALLE DEL SANTÍSIMO. La denominación de esa calle no tenía -en el momento de abrise con ese nombre- ningún sentido religioso sino que se llamó asi porque se dirigía por y hacía los terrenos propiedad del ayuntamiento denominados del Santísimo, por haber pertenecido a los bienes religiosos amaortizados por el estado en la segunda mitad del siglo XIX. POsteriormente pasó a denominarse como calle de la Mesta. En la actualidad el nombre del Santísimo lo lleva otra calle que pone en comunicación las calles de Cristo Rey y San Juan Bautista.
CALLE DE ARENAS. Su denominación se debió a coincidir con el inicio del camino bajo de Arenas. Posteriormente pasó a denominarse calle de José Canalejas, en recuerdo del presidente de gobierno asesinado en 1912. Es conocida, -y asi figura en los callejeros-, como calle Canalejas.
CALLE CHORRERAS. Sigue con la misma denominación que tenía al producirse su apertura oficial. El nombre se debe a ser inicio del camino de las chorreras, es decir de las pequeñas corrientesde agua del río Gigüela que cruzaban el citado camino.
CALLE ANCHA. Esta calle se corresponde con la actual de San Juan Bautista. En la nota del pleno se decía que se llamará calle Ancha la que partiendo de la Plazuela en que empieza la calle de Daimiel va en dirección sur por medio de las tierras de Pedro la Osa. La plazuela a que se alude conocida como plaza de Cocinera es la actual plaza del 2 de mayo. Desde ella partía la calle Daimiel que es, desde esa plaza, actual calle del Monte. La parte inicial de esta calle del Monte, desde la calle Real (Cervantes) hasta la plaza se conocía en el Catastro del Marqués de la Ensenada, como callejuela que va a la calle Daimiel o del Monte.
CALLE DEL CUARTEL. Esta calle se corresponde con la actual de Cristo Rey. Si bien es cierto que la permanencia de la Guardia Civil en Villarta se establece al poco tiempo de su creación como instituto armado, no había dispuesto de Casa Cuartel propio, alojándose los números del citado cuerpo en casa habilitadas y pagadas por el Ayuntamiento. En el momento de aprobarse la apertura de esta calle, el cuartel, de forma provisional , estaba instalado en una casa propiedad de David Serrano, situada en la calle del Monte, haciendo esquina a la propia calle que se abría y a la que por tanto se le da el nombre de calle del cuartel ( de la guardia civil). El cuartel de la Guardia Civil que, -posteriormente- estaría ocupado en la misma manzana que el ayuntamiento, con entrada por la calle de la Cárcel (actual Calvo Sotelo) estaba en esos momentos en trámites de ejecución. Esta casa fue posteriormente utilizada como vivienda por Esteban Diaz de Mera y algo después fue sede de la Hermandad de Ganaderos y Agricultores y el piso alto sede del Frente de Juventudes.
CALLE DEL PRINCIPE. Su denominación fue muy breve ya que al advenimiento de la República fue sustituido su nombre por el de Capitán Galán. Conocida popularmente como calle de la botica, –por encontrarse en ella la Farmacia de Don Mario Parra-, al terminar la guerra civil se le puso el nombre de General Martínez Anido, en recuerdo de este militar y ministro de la gobernación creador de la tristemente famosa Ley de Fugas.
CALLE VINICOLA. Se realizó su apertura cruzando a partir de la calle Cervantes, enfrente de la portada de la bodega de la Sociedad ( Sociedad Unión Vínicola) y siguiendo la bodega y corral de Gerardo Calcerrada. Después de la guerra civil pasó a denominarse calle del General Queipo de Llano.
CALLE ZAMBRANA (Actual calle ZAMBRA). Era la calle que desde la antigua del Arenal ( hoy García-Morato) se dirigía a los altos de Zambrana. Por tanto su denominación actual no tiene nada que ver con la famosa danza granadina sino más bien porque el nombre fuese excesivamente para la placa de señalización y decidieran acortar el nombre dejandolo como Zambra. Desconocemos que fue el autor del error pero si sabemos es que nadie lo ha enmendado.
PLAZUELA DE NUESTRA SEÑORA DE LA PAZ. Actualmente Plaza de los Mártires.

PLAZA PÚBLICA, DEL AYUNTAMIENTO, DE LA CONSTITUCIÓN (Durante el reinado de Alfonso XIII), DE LA REPUBLICA, DEL CAUDILLO, DE LA CONSTITUCIÓN (nuevamente) y en la actualidad PLAZA DE LA PAZ (no de la Virgen de la Paz, sino de la PAZ). Se puede decir más con tan pocas palabras.
PLAZA DEL CURA, DEL ALTILLO, DE LA REINA MARIA CRISTINA, DEL CAPITAN GARCÍA-HERNÁNDEZ, DE JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA, y actualemente DE LA CONSTITUCIÓN. Sobran las palabras para explicarlo.
CALLE DE LA CÁRCEL ( Actual calle de CALVO SOTELO). Con este nombre aparece en el citado Catastro del Marqués de la Ensenada la calle que desde la Plaza Pública se dirige a la plazuela de donde sale la calle de Daimiel. El 23 de julio de 1931 tomó el nombre de Pablo Iglesias y después de la guerra civil el de Calvo Sotelo.
CALLE DE POCOTRIGO. No existen datos sobre esta calle en ninguna documentación. Antes y poco después de la guerra civil se conocía con este nombre a la calle que saliendo de la calle de Alcázar ( Doctor Díaz-Pavón), se dirigía hacía los altos de Zambrana, cercando a su izquierda el antiguo cementerio hoy parque en el que áun se conservan ( y habría que cuidar) dos cipreses de lo que tuvo que ser el paseo principal del cementerio. Desconocemos el sentido de su nombre, aunque dirigiendos hacia el cementerio pocotrigo podría esperarse. A los pocos años de terminar la guerra tomó el nombre de calle del 18 de julio.
CALLE DE LUGAR NUEVO ( Actualmente de Nª Sª DE LA PAZ) era la calle que tomaba el camino de Argamasilla ( Lugar nuevo) y Tomelloso).
CALLE DE LA ESTACIÓN. Era llamada al mismo tiempo calle de Postas, es decir el lugar donde las diligencias tenían parada para recoger viajeros. Su inicio tenía lugar en el camino que subía del puente o por el propio camino Real para dirigirse por la calle Arenal ( actual García-Morato), calle Pocotrigo ( actual 18 de julio) y cruzando la calle de Alcázar seguir por la actual calle de Postas.
Con tiempo trataremos del nombre del resto de calle, ya más moderno, de su breve historia y de quien fué la idea de que asi se llamasen. Posiblemente, mi primo Francisco, pueda darnos información de todo ello. Ya veremos. Solo puedo adelantar que una de estas nuevas calles, la de San Antero, se llama así por que se tomó el santo del día en que se aprobó su apertura. Seguiremos.
José MUñoz Torres
Cronista Oficial
Notas.
(1) En algunos documentos turísticos se habla de la plaza de Puerto Lapice del siglo XVIII.
(2) Si se utiliza la palabra «Tornabodas» para referinos a la celebración de la boda durante el día siguiente de la misma, lógico es que nos inventemos la de «tornapaces» para seguir celebrando nuestras fiestas. Vamos sin olvidarnos de ellas.
Observación:
Mis conocimientos de medios informáticos son mínimos asi que aprovecho para felicitar al Colegio de Nuestra Señora de la Paz por sus trabajos y al administrador de la página Villarta de San Juan, ese lugar de la Mancha por recoger tanta información de lo que es y puede ser Villarta. Y a todos los que , como Angel Rodriguez García, nos manda sus reportajes. Gracias.
Gracias te doy, Pepe, esta vez, y mil y una que lea escritos como los que nos vienes regalando llenos de datos de la historia de nuestro pueblo; disfruto un montón leyéndolos y siempre se me hacen cortos. Gracias, también, por nombrarme al final de este «poyete» y espero con deseo el siguiente.
Me gustaMe gusta