LA GUERRA DE SUCESIÓN EN VILLARTA, Por José Muñoz Torres.

No creo que sea necesario aclarar que cuando relaciono Villarta con cualquier acontecimiento, no es para demostrar lo importante que es nuestro pueblo, sino para explicar de qué forma afectaron a la gente de Villarta ( o como nos afectan) los acontecimientos. Pongo algún ejemplo para aclarar lo que quiero decir. La Guerra de la Independencia. Mientras a algún pueblo, la guerra de la Independencia, le supuso que su actuación -aparte graves daños y muertes- le valiera honores merecidos y honras, para otros (como a Villarta y a otros muchos) la misma actuación le sirvió para que el pueblo fuera destruido, incendiado y expoliados sus bienes, y sus gentes tuvieran que buscar acomodo en otros pueblos. Otro ejemplo, cuando Villarta se quedó sin río y sin «tablas», no era para hablar de lo importante que era Villarta por tener esos espacios, sino porque habían desparecido  y quizás tuvimos nosotros culpa, y sí eso fue así, ahí está nuestro rio Gigüela para hacernos sufrir su desaparición…  Es decir cuando hablo de Villarta simplemente hablo de lo que pasó, porque lo que le pueda pasar, bueno o malo, va a depender en gran parte de nosotros.

Dicho esto quisiera comentar hoy un hecho que comenzó a principio del siglo XVIII y cuyo significado y consecuencias no se han difundido como otros acontecimientos de mucha menor importancia. Es un acontecimiento que se da en muchas familias, cunado hay que repartir la herencia, salvo que en este caso la familia era la monarquía española y la herencia era España. En las familias, en el peor de los casos, el reparto de las herencias terminaba con el hecho de que algunos hermanos terminasen sin hablarse, a pesar del empeño de los albaceas u «hombres buenos» que intentaban hasta el final «arreglar las cosas». En el caso del testamento o herencia de Carlos II, había pocos «hombres buenos» intentando buscar una solución, más bien había muchos estados buscando «sacar tajada» de los bienes de España y todo el esfuerzo de unos y otros  terminó en guerra, una nueva guerra civil, y que a Villarta le tocó un poco, quizás simplemente por estar donde está y no por ninguna otra razón. El título de nuestro «poyete» de hoy está bien puesto; se trata de la guerra de Sucesión que no hay que confundir con la guerra de Secesión que ocurrió en Estados Unidos. En realidad se trató de una de las muchas guerras civiles que ha habido en España. A la muerte de Carlos II, sin sucesión directa, empezaron a salir posibles herederos y como casi siempre, en estos temas, todos quieren tener razón y pocos  ganas de negociar ninguna solución. Lo mas curioso de todo esto es que, antes de que falleciera Carlos II, Francia e Inglaterra,habían establecido un tratado de Partición en el que no solo se disponía quien iba a ser el sucesor sino como se iban a repartir los bienes que no eran otros que todos los bienes de España.

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Arbol Genealógico de los diversos candidatos al trono de España

Con fecha 1 de noviembnre de 1700 fallecía Carlos II  y como «casa sin dueño», los más cercanos, pero ajenos, empezaron a repartir los bienes, a pesar de que un último testamento del difunto Carlos II declaraba «por legítimo sucesor de estos Reinos al Señor Duque de Anjou, hijo segundo del delfín de Francia, por derecho y por mas conveniente para el Estado..» En caso de no poder ser él,  el heredero sería el Duque de Berry, hermano del Duque de Anjou y despúes seguiría en orden, el Archiduque Carlos, hijo segundo del Emperador y por último se llamaría al Duque de Saboya… En su tesis doctoral «Toledo entre Austrias y Borbones: Su aportación al inicio de la Guerra de Sucesión», África García Fernandez, hace una prolija narración de todos los acontecimientos de esta época tan triste para España pero que, evidentemente, es imposible de resumir, ni mucho menos, en este «poyete». El 16 de noviembre de 1700 era proclamado en Paris como Rey de España, el Duque de Anjou, con el título de Felipe V, hecho que fue aceptado por todas las monarquias europeas excepto por la Casa de Austria que perdía su presencia en la corona Española. España había pasado a ser uno más de los paises europeos que, a pesar de su consentimiento estaban preparando las armas para ver de que forma «podían sacar tajada» de las posesiones españolas. La advertencia del rey de Francia Luix XIV a su nieto: «Pórtate bien en España, que es tu primer deber ahora, pero recuerda que naciste en Francia, para mantener la unión entre nuestras dos naciones, es esta la manera de hacerlos felices y preservar la paz de Europa». Estas palabras debieron poner en alerta al resto de las naciones. A pesar de la clara decadencia del imperio Español, era evidente que mantenía en su poder todas sus posesiones, que eran muchas,  y esa situación unida a Francia podía hacer que esta última, fuese coheredera de las grandes posibilidades de América. Las colonias de América ya había sido  objetivo de Inglaterra y las Provincias Unidas de los Paises Bajos, con naves corsarias o como en el caso de Las Provincias Unidades de los Paises Bajos a través de una compañia como la Compañía de Indias que ya, en 1631, mantenía en permanente estado de guerra la zona de Brasil, concretamente Bahía, con la llamada guerra del azúcar o con los continuados ataques a las salinas de Cumaná, más concretamente las salinas de Araya, donde estuvo presente como mariscal de campo don Cristobal Messía Bocanegra [Ver: JOSÉ MUÑOZ TORRES.- Don Cristobal Messia Bocanegra, un hidalgo de Villarta de San Juan e Ilustre Militar en la convulsa España del Siglo XVII. Biblioteca Oretana.Colección Historia. Puertollano, 2012]. Esas palabras de Luis XIV, el rey Sol, suponía una teórica amenaza que poco a poco fue tomando fuerza hasta que en mayo de 1702 se constituyó la Gran Alianza formada por Austria, Inglaterra, las Provincias Unidas de los Países Bajos, Prusia y la mayoría de los estados alemanes,​ que declaró la guerra a Luis XIV y a Felipe V en mayo de 1702. Portugal y el Ducado de Saboya se unirían a la Gran Alianza en mayo de 1703. 

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Felipe V, a caballo [Fuente: Wikipedia. Autor: Jean Ranc. Museo del Prado]

Podríamos decir  que esta guerra fue una lejana premonición de lo que sería posteriormente las dos guerras mundiales con un enfrentameinto enquistado entre Francia y el imperio Austríaco.  La entrada de Inglaterra y Holanda en esta guerra se debían a otros intereses por parte de estos dos paises y no era otra que la de conseguir bases navales en el Mediterráneo que sólo podían ser españolas con el fin de hostigar  a la poderosa Francia. Sus objetivos fueron Cádiz, Málaga, Rota y otros puntos como Gibraltar o las islas Baleares. En Cádiz, Málaga y Rota fueron rechazados pero no asi en Gibraltar (que desde entonces pertenece a Inglaterra) o Menorca, que al final volvió a manos españolas. En 1703 con la entrada de Portugal en la guerra, facilitó la presencia de Inglaterra en suelo español, razón por la cual a partir de ese momento la Guerra de Sucesión va a ser exclusivamente española. La escasa habilidad de los asesores de Felipe V, suprimiendo los derechos históricos de los reinos de Aragón y Valencia, hizo que la guerra en España se convirtiese en una lucha entre regiones, que aprovecharon las fuerzas aliadas para apoyar a los antiguos reinos de Aragón (Principalmente Cataluña)y al de Valencia, suprimiendo privilegios que si mantuvieron las regiones del pais Vasco y Navarra. Y de aquellas actuaciones de principio del siglo XVIII se mantienen aún muchas «reivindicaciones».

Como siempre las zonas que no tenían privilegios especiales ni mas bienes que lo que sus brazos podían arrancar de la tierra en manos de grandes títulos,,   la España de Castilla, León , Extremadura,…. poco podían perder y poco podían esperar del que fuese a ser nuevo rey de España. Sin embargo, después de la guerra, algunos cambios si permitieron vislumbrar ciertas mejoras, al menos sobre el papel aunque al final quedaron en «aguas de borrajas» [La borraja es una verdura que tiene un caracter silvestre que en su momento era muy utilizada, fundamentalmente cocida -no muy cocida- y revuelta con huevo. Sin embargo al caldo de su cocción se le atribuía caracter medicinal para problemas de hígado o para estimular el apetito, como no se conseguía ningún beneficio se le aplicó el caracter de no servir para ningún fin médico y de ahi que «eso es como el agua de borraja que no sirve para nada. Pero si como alimento..]

 

La Guerra de Sucesión. Cartografía del conflicto interior y ...
Movimientos y batalla durante la Guerra de sucesion española ( Fuente: historia de aquí. blog)

Decía que poco se podía perder, pero como siempre se perdió el pan, alguna vida y como no la desbandada de la población buscando acogida en algún pueblo cercano o en las casas de los montes o fincas cercanas. En esta época, Villarta tenía una población de 40 vecinos, es decir aproximadamente unos 200 habitantes y hacía algo más de medio siglo (en 1648) que había obtenido el villazgo. La población antes citada es sobre la que se hace el repartimiento de gastos de la reparación del puente en 1690. En el reparto de 1693 se le asigna una poblacion de 30 vecinos, calificando la situación del municipio como pobre. En el reparto de soldados, al igual que a Arenas, se determina que tiene que cooperar en la leva [reclutamiento obligatorio de la población para servir en el ejercito] con un soldado. El soldado correspondiente a Villarta y el de Arenas  se adscriben a un tercio que se conforma con tres compañias:

«La primera compañia está al mando del Capitan D. Pablo Pantoja que tiene una paga de 40 escudos al mes correspondiendole 13 reales y medio por Castilla y 20 reales por Aragón y Cataluña… [y entre los soldados figura] Diego de Castro, hijo de Juan, natural de Villarta, de mediana estatura, moreno, pecoso de viruelas, pelo negro, lampiño, de 24 años…Francisco Caballero, hijo del mismo, natural de Arenas, de buen cuerpo, trigueño, pelo negro, de 28 años Los cuales dichos sesenta y seis soldados se entregaron vestidos al dicho capitan D. Pablo Pantoja, y de ellos se dio por entregado y firmó aqui su recibo en Toledo a 3 de abril de mil y seiscientos y noventa y cuatro [AFRICA GARCÍA FERNANDEZ. Toledo entre Austrias y Borbones: su aportación al inicio de la la Guerra de Sucesión (1690-1706). 

Carlos José de Lorena - Wikipedia, la enciclopedia libre
Carlos José de Lorena, Principe de Lorena. Gran Prior de la Orden de San Juan en Castilla y León 1690-1715 (Fuente: Wikipedia)

Por lo que respecta al Gran Priorato hemos de indicar que los nombramientos eran discrecionales sin que a pesar del potencial del Priorato nadie pudiese disponer de ninguna normativa para hacerlos, salvo en el caso de los priores de las distintas parroquias que eran propuestos por la Junta del Convento de Santa Maria del MOnte, casa matriz de la Orden de San Juan, proxima a Urda y dejada destruir posteriormente con las disposiciones de exclaustramiento de los que allí se formaban. Los cargos públicos, como alcaldes o regidores eran elegidos por «insaculación» debiendo aprobar dicho nombramiento el Gobernador del partido en Alcázar de San Juan. En la época de este conflicto era gran Prior del Priorato de San Juan el Principe Don Carlos José de Lorena, aunque hay que matizar, «un poco bastante», – como se dice por aquí-, cual era el desempeño real de este cargo. Parece que este personaje solo fue Gran Prior de título porque al mismo tiempo fue obispo de Olomound, arzobispo electro de Tréveris y Abad de Prüm que compaginó con el de Obispo de Osnobrück. De hecho fue nombrado Gran Prior de San Juan en el año 1693, cuando contaba sólo con trece años de edad.

«Entre 1693 y 1715 fue Prior Carlos de Lorena. En 1703, Felipe V secuestró las rentas del Priorato por haber faltado D. Carlos al juramento debido al rey como Prior de Castilla y Leon  y grande de España [ JUAN FRANCISCO BALTAR RODRIGUEZ. La estructura de la Orden en la edad Moderna].

Concretamente el juramewnto implicaba la obediencia y reconocimiento al rey Felipe V, en cambio Carlos José de Lorena se alineó, en esta guerra, con el bando «austracista» e incluso su voto fue para que el pretendiente conocido como Carlos III de España o Carlos VI del Imperio Romano Germánico, pudiera accedr a la corona española. Todas estas circunstancias hacen que las decisiones tomadas en aquella época fuesen limitadas ya que eran realziadas por un teniente de Gran Prior que se debatia entre la obediencia al rey de España Felepi V y la obediencia a su Gran Prior, claramente enemigo del rey. De hecho el gran documento sobre el «exercicio de jurisdicción Eclesiastica y exacción de diezmos en el Gran Priorato de Castilla y León» retificado por el Papa Inocencio XII y que fue expedido el 12 de diciembre de 1698, fue realizado por el lugarteniente del Prior, Don Manuel Arias y Porres, posteriormente nombrado Arzobiuspo de Sevilla. Este, junto al Cardenal Portocarrero, se alinearon junto al sector Borbón, garantizando el apoyo de la ciudad y Provincia de Toledo a Felipe V.

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Visita Pastoral del Vicario Prioral al libro de matrimonios de la Iglesia  de San Juan Bautista de Villartaen 1705. [Fuente: FamilySearch.org. Captura 29-05-2020]

La visita pastoral dice:

«Visita pastoral de 1705. En la villa de Villaharta en nueve días de noviembre de mil setecientos y cinco años, el Señor Doctor fr. D. Juan Francisco Burgales Díez del hábito de San Juan, Vicario y Visistador eclesiástico ordinario de las iglesias regulares, hospitales y subditos de su Sagrada Religión en los dichos Prioratos que S.A. el Serenisimo Señor Principe don Carlos de Lorena, Gran Prior de San Juan en los reinos de Castilla y León v. … estando haciendo Visita en la dicha villa visitó y vió las partidas de desposorios y velaciones de las personas que s ehan casado desde la última Visita del año de mil seiscientos ochenta y dos hasta hoy. En la Iglesia Parroquial de  ella y ….. y halló que en algunas partidas no   estan puestos los nombres y apellidos de los padres de los contrayentes y en las bodas a que como parroco han asistido algunos sacerdotes en virtud de licencia de los Priores que han sido y que no estan firmadas de ellos si solo de dichos sacerdotes. Y para que en todo tiempo conste haberla concedido dichos parrocos y los nombres de los padres de los contrayentes, mando a su merced que d ehoy en adelante se pongan con toda expresion  y claridad los dichos nombres y apellidos y de donde son naturales y vecinos, y que además de la firma de los sacerdotes que en señal de licencia del parroco asistiesen a las bodas dirme tambien este para evitar cualquier sospecha que pueda haber de si la ha concedido lo cual cumpla el para que es o fuese pena de excomunion mayor y apercibimiento. Y en esta forma… lo firmo = Juan Francisco Burgales Diez= Antemi Juan de Milla…[ LIBRO 1º DE MATRIMONIOS PARRROQUIA DE SAN JUAN BAUSTITA. Folio 78.] Es en ese momento prior de la Parroquia de Villarta D. Frey Phelippe Martinez de Mayorga.

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General Guido Staremberg, jefe de las tropas austriacas en España en 1708 [Fuente: Wikipedia]

Lo más curioso de todo esto es que la visita pastoral se hace en nombre del gran Prior Don Carlos de Lorena que había sido sancionado por el rey Felipe V por perjuro y en lenguaje vulgar, «por traidor» por estar a favor del pretendiente y en contra del rey electo. Pasado algún tiempo el rey Felipe V coneguiría del rey que el titulo de Gran Prior recayese sobre alguno de los infantes de España, siendo los primeros, el Infante Don Fernando, el Infante Don Felipe y el Infante Don Gabriel, este último autor de muchisimos proyectos y obras que engrandecieron las villas del no muy cuidado Priorato de San Juan.

Rafael Ramirez de Arellano, inserta en una de sus obras la siguiente nota:

«Diferentes cuadernos e informaciones que de orden de su majestad y en virtud de Comisiones del Consejo se hicieron en diferentes lugares de este Arzobispado y espcialmente, Vicarias de Alclá y Madrid, Alcázar y CAmpo de Calatrava, de los sacrilegios que en las iglesias y templos hicieron las tropas inglesas y alemanas de úsares que vinieron auxiliando al Sr. Archiduque de Austria desde el año 1706 que entraron en las Castillas hasta el año 1710 que vinieron con el pretexto de conquistar el reino de España y quitar al Sr. Felipe V, nuestro Señor, que estaba en posesión de él quieta y pacificamente desde el año de 1700 en que murió el Sr. Carlos 2º. [RAFAEL RAMIREZ ARELLANO. Toledo en la guerra de sucesión de 1700 a 1710. REal Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo].

Hemos de señalar que el mayor daño en nuestras poblaciones fue el tránsito por nuestra zona de las tropas inglesas procedentes del reino de Portugal, fundamentalmente las que iban en apoyo de las facciones favorables  a los Austrias, llamadas «carlistas» [ que nada tienen que ver con las facciones o grupos carlistas de las guerras del siglo XIX]. El viaje tenía parada obligada en Toledo con el fin de someterla a los Austrias y desde allí viendo la imposibilidad partieron hacia el Levante sufriendo una gran derrota en Almanza. En los informes que citaba Rafael Ramirez, figuraba los daños ocaionados en varios pueblos de la Orden de San Juan como Tembleque, por tropas del General Staremberg afianzadas en Villacañas, Alcázar. De nuestra localidad decía uno de los informes:

«Al acercarse a este pueblo el general Amelitón [No he podido identificar a este militar y todo hace suponer que ese nombre sea la pronunciación equivocada correspondiente al nombre de algun general inglés], huyó todo el vecindario menos el alcalde. No hicieron daños en la iglesia, pero si en laa paneras, cuyas puertas rompieron y quemaron y se llevaron todos los granos» [RAFAEL RAMIREZ ARELLANO. Obra citada]
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Batalla de Almansa el 25 de abril de 1707 (Fuente: es.wikipedia.org. öleo de Buonaventura Ligli y Filippo Paliota)

OBSERVACION  RELACIONADA CON UN «POYETE» ANTERIOR

Posiblemente, al incluir alguna cita referida a Puerto Lápice, haya aparecido un nombre que tuvo durante algún tiempo: Puerto de San Juan. Esta denominación no duró mucho tiempo pero si merece la pena explicar porque se produjo la misma. En el periodico El Heraldo de Madrid del 2 de marzo de 1932, el periodista Antonio Agraz publicaba una entrevista que llevaba por título: «En un lugar de la Mancha… Donde el que leyere podrá entrar en conocimiento con una donosa borbonada de los tiempos d ela dictadura. Un pueblo con seudónimo: Puerto Lápice (a) Puerto De San Juan». Comenzaba así el periodista: 

» El coche ha sido detenido. Descendemos y empezamos a caminar a pie. Estamos en Puerto de San Juan. Pueblo manchego de unos 2.000 habitantes [ en realidad era de 1510 según el censo del I.N.E.] situado en el desfiladero formado por montañas de las estribaciones  de la Cordillera Oretana.
Alguien, parado frente a las primeras casas del pueblo, exclama: «Pero vamos a ver. ¿Qué es esto de Puerto de San Juan? ¿No estamos en Puerto Lápice? ¿ «En el Portus Lápicis» de los romanos , citado ya en el antiquísimo  «Itinerario de Antonino», y en el Puerto Lápice de Cervantes, en su «Don Quijote»?  ¿ No estuvo allí, donde ahora se levantan esas casas de vecindad, la venta en que Alonso Quijano, el buen hidalgo manchego, veló sus armas  y fué armado caballero? «Portus Lápicis» -Puerto de Piedra-, sí; porque puerto es  y de piedra son sus contornos. Puerto Lápice, también. Pero ¡Puerto de San Juan!, ¿por qué? ¿ Quien cambió y por qué cambiaron el nombre etimológico y su derivado, gloriosamente pasado a la historia de la literatura por nuestro granCervantes?.
-Pues verá usted- comenta un vecino que ha escuchado en silencio las exclamaciones-. Esto fue cosa de la dictadura [La de Primo de Rivera]. La hija de un cacique recibió una carta en cuyo sobre habían puesto Lapiche, suprimiendo el acento; el cacicuelo reunió  a sus amaigos -«muy de su cuerda»-, les hizo ver  lo «terrible»  que sería exponer sus pimpollos a la posibilidad  de que pudieran recibir otro sobre en el que no sólo se hubiese suprimido el acento, sin tambien cambiado alguna vocal del nombre; [parce ser que el buen hombre no quería decir lo que pensaba pero la realidad era que tenía miedo a que su hija recibiera otro sobre en el que pusiera en vez de Lápiche, «La picha»], los amigos del cacique conviniueron con este en la «peligrosidad» del caso y acordaron elevar una instancia al Gobierno solicitando que el nombre de Puerto Lápice fuese sustituido por el de Puerto de San Juan… [HERALDO DE MADRID. 2 de marzo 1932 Hemeroteca Nacional Digital. BNE]

Esto es lo que publicaba el periodista en el Heraldo de Madrid. Parece ser que la demanda, unida a informes del Ministerio correspondiente, la Real Sociedad Geográfica  y otras entidades, apoyaron la iniciativ y, al final, -no sabemos cuánto tiempo después-, el Puerto volvió a llamarse Puerto Lápice. Lo del cambio de nombre fue cierto, lo que no sabemos es si el motivo fue «Lapicha», para recobrar su antiguo nombre u otra razón. En cualquier caso al que se le ocurriera… Que hubieramos tenido que decir ahora los de Villarta cuando alguien nos preguntase ¿donde está Villarta? y nosotros tuviesemos que contestar:  ¡Pues Villarta es el pueblo que está entre Manzanares  y el Puerto La picha..!

En el próximo «poyete» os diré algo «que es muy largo de explicar» sobre una visita inospechada a nuestro pueblo de un personaje importantísimo dentro de la musica en el último tercio del siglo XX,

José Muñoz Torres, cronista oficial.


Una respuesta a “LA GUERRA DE SUCESIÓN EN VILLARTA, Por José Muñoz Torres.

  1. Pepe. Parece que lo de equivocar o cambiar el nombre no ha sido cosa solo de Villarta.
    Con las particiones, sucesiones o herencias, en muchos casos, ha habido desavenencias; en las de cacharros por una sartén, en las de fincas por cuatro cepas o en las de naciones por un risco. Parece que esto ha sido así y tendrá que seguir siéndolo, manden reyes o plebeyos. Si injusto era que alguien por su linaje fuese dueño de vidas y haciendas no fue menor que por el mismo motivo le cortasen la cabeza. Los disparates son eso, barbaridades. Lo bonito es mantenerse en el termino medio y en esto Villarta, a lo largo de lo que de su vieja historia conocemos, ha tenido poco reposo y nos daban la mortal a la ida o a la vuelta.
    La gota de humor ha venido al final. La verdad es que lo de Puerto «Lápiche» se lo oía decir como normal, hace años, a mi padre y a personas de su tiempo, «de San Juan» no lo había oído y por supuesto, «La picha», nunca.
    Muchas gracias señor Cronista. Un abrazo.

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