Villarta de San Juan

En el programa de «Paces» del año 2004 y en el de 1997 publiqué dos escritos con el título de Los «escudos» de Villarta de San Juan»  y El escudo de Villarta de San Juan, respectivamente. En ambos, hacíamos constar el esfuerzo y deseo de Cayetano Garrido Meco, alcalde del ayuntamiento de Villarta de San Juan, por recuperar un antiguo sello que figuraba en algunos escritos antiguos existentes en el ayuntamiento y cuyo molde seguía guardado en las dependencias municipales. Nuevos documentos encontrados, a los que hemos tenido acceso a través de varios archivos, nos hace volver a los escritos anteriormente citados .

Decíamos entonces que  » en 1968 siendo Alcalde Cayetano Garrido Meco y concejales de la Corporación Municipal Pablo Fernández, Juan José Muñoz, Jesús Rodriguez, Baltasar Rodriguez, Pedro Agudo, Ramón Sánchez Vicente Menchén, Apolonio Ligero y Estanislao Pavón, se acordó proceder a los trámites pertinentes para dotar a Villarta de San Juan de escudo heráldico. La propuesta de esta Corporación fue la de proceder a la legalización de un antiguo escudo municipal o sello en el que aparecía un perro y una muralla…» [MUÑOZ TORRES, JOSÉ. Los «escudos» de Villarta de San Juan. Programa de festejo de «Las Paces» año 2004]. El deseo de aquella Corporación no pudo realizarse, tal y como hubiera deseado, porque el experto al que acudieron para informar la petición que había que remitir al Ministerio de la Gobernación, no se molestó en hacer  un trabajo, para el cual había sido contratado, con todo el rigor y profesionalidad requeridas.

Es evidente que el sello antiguo no era muy estético, sobre todo, teniendo como principal protagonista la figura de un perro, animal muy poco frecuente en la heráldica pero las cosas eran como eran y ese sello es el que se estuvo utilizando durante bastante tiempo. Posiblemente, a muchos, les hubiera gustado que Villarta hubiese tenido una plaza como la de Almagro, una iglesia como la de Manzanares, unos molinos como los de Consuegra o una venta como la de Puerto Lápice, aunque sólo fuese para sentirnos más quijotescos, pero… Puede que ese fuera el sentimiento de muchos, pero, entonces no estaríamos hablando de Villarta, estaríamos hablando de otro lugar; sin embargo, Villarta sí tiene una Plaza muy sencilla pero muy manchega, abierta y amplia; tiene una iglesia acogedoramente humilde -ahora preciosamente restaurada por el entusiasmo de todo el pueblo y el trabajo precioso de muchos (de los que deberíamos saber su nombre para que de ellos quede memoria)-,  y sobre todo, tiene  un puente grandioso, al que muchos quieren quitarle importancia, sin saber muy bien cuales son sus motivos o razones. Si a todo eso le unimos  nuestras  «Paces»  ¡qué mas podemos tener!.  Pues si, hay más: recuperar todo lo que se pueda de aquello  que significa algo en la vida de nuestro pueblo y mantener lo que tenemos que, posiblemente, sea más difícil de lo que muchos creen.

Nuestro ayuntamiento de 1968, intentó recuperar un viejo sello, como hemos dicho, y con buen criterio buscaron el apoyo de algún experto que pudiera defender ese deseo. Se pusieron en contacto con Felipe Llopis Planell, en aquellos momentos Secretario de 2ª y seleccionado para el curso de habilitación de Secretario de 1ª Categoria. Su curriculo no podía dejar dudas sobre lo acertado de su elección: Doctor graduado en Derecho y en Filosofía y Letras del Ilustre Colegio de Doctores y Licenciados  en Filosofía y Letras y en Ciencias del Distrito Universitario de Madrid, Graduado en Ciencias Sociales, Diplomado en Educación Político-Social y Cívica, Especialista en Heráldica e Historia Municipales y en Genealogía, etc. Además había sido el autor de varios escudos municipales como Eliana, Laracha (La Coruña) o Ademuz, entre otros.  El informe debería ser claro  y técnico, es decir convincente y suficiente para lo que perseguía nuestro Ayuntamiento; pero, a la vista de los datos que ahora tenemos y que entonces existían, omitió muchas cosas y dejó como ciertas otras muchas que no lo eran. En una carta dirigida al Alcalde deja bien claro cual son sus intenciones y su forma de actuar:

» Mi distinguido amigo [Dirigida al Alcalde de Villarta] me refiero a la suya del actual, asi como a su anterior de 14 de marzo del año corriente. Debo significarle que, si bien me atengo a sus indicaciones, me causó cierta extrañeza la devolución del boceto y memoria que en su día envié. Ya que, si mal no recuerdo, parecía ser que se me dió carta blanca [el subrayado es mio] para trabajar, máxime cuando el blasón del perro carece, según decíamos de valor heráldico e histórico.

En lo que he investigado hasta hoy, sólo he contrastado el dato de que quedó casi destruido por las tropas francesas en 1809 ese pueblo y que la iglesia parroquial (San Juan Bautista) era curato de primer ascenso del Patronato del Gran Prior de San Juan como perteneciente a esta orden,

Del perro, ni de la muralla, – que Vds. tampoco recuerdan haya tenido la villa -nada aparece, por el momento, no obstante la diversidad y amplitud de fuentes contrastadas para depurar la cuestión.

Además hablé sobre el asunto con un amigo académico y creo honradamente que tendría mejor acogida el proyecto que les mandé en principio que no el resucitar el viejo sello municipal cuyo origen no está claro, así como tampoco nos constan datos concretos sobre los esmaltes que traía.

Por todo ello, me permito insistir en la conveniencia de que fuese tramitado por esa Corporación de su digno mando el boceto e informe que en su fecha recibieron,  ya que tal vez al intentar remontarnos a lo que desean nos lleve a cierta demora nacida de lo laborioso de las búsquedas -hay que leerse cientos o miles de páginas para sacar un reglón de interés; ya se sabe como son esas cosas. No obstante y hasta recibir su grata respuesta sigo buscando, en mis frecuentes viajes a Madrid, antecedentes, y tan prontosurgiera algo de interés les avisaría… Sin otro particular, disponga siempre como guste de su buen amigo» [LLOPIS PLANELL, FELIPE. Carta remitida posterior a la Memoria Informe sobre el escudo heráldico Municipal de Villarta de San Juan. A.M. de Villarta]. 

Queda claro de la lectura de la anterior carta, que tanto el Alcalde Cayetano Garrido Meco, como el resto de la corporación, no estaban satisfechos con los resultados expuesto por el experto en Heráldica, pero tambien quedaba claro la sutileza del citado experto, para tratar de «llevarse el agua a su molino». El resultado, a pesar del esfuerzo de la Corporación, ya sabemos cual fue: Un escudo sin sentido y nada representativo que puede valer para cualquier villa afectada o perteneciente a la orden de San Juan. Nada hay en él que tenga algo que ver o que represente a nuestro pueblo… Pero eso fué lo que ocurrió y hoy ese escudo es parte de nuestra historía.

Pero la historia es muy testaruda y mas pronto que tarde empiezan a aparecer datos que dejan sin sentido lo que Llopis Planell nos contó en su memoria y diseño del escudo de Villarta.

Vamos por parte. En primer lugar sus inexactitudes o falta de rigor en las pocas cuestiones históricas que plantea, cuando no omisiones y falsedades para intentar convecer a la Corporación de Villarta que, sin embargo, tiene un decidido interés por resucitar el viejo sello municipal. El profesor Llopis omite toda la larga historia de Villarta intentado resumirla en breves y tópicas palabras. Por su notoriedad es inconcebible que no cite ni siquiera el puente viejo, ni el protagonismo de Villarta en la Guerra de la Independencia o en las guerras carlistas. El texto en el que dice: «.. que quedó casi destruido por las tropas francesas en 1809 ese pueblo y que la iglesia parroquial (San Juan Bautista) era curato de primer ascenso del Patronato del Gran Prior..» está entresacado literalmente,- aunque sin citar al autor- de un artículo bastante extenso del  diccionario de Pascual Madoz [ Ver Pág. 468 de la edición de Isidro Sánchez Sánchez, editada por la JCCM en 1987. Tomo II].    Cuando habla de la figura del perro en el viejo escudo dice que carece de valor heráldico e histórico. Sin embargo la figura del perro o del lebrel, representa en heráldica la fidelidad al Rey en la defensa de sus plazas mas importantes [Fuente: Linajes.net]. Otros autores incidiendo en la figura heráldica del perro o lebrel dicen:

» En los armoriales [Libros de armeria y por extensión de heráldica],m el perro significa la fidelidad al rey que debe tener todo buen vasallo, caracterizado por su ardimiento en acometer los peligros y en la defensa de las fronteras del reino, tanto que a veces, es preciso contenerlos sujetándolos mediante una cadena. En el dibujo puede confundirse con un lobo pero el perro andante [como es el caso del escudo o sello  de Villarta] va con la cebeza alzada y la pata delantera derecha levantada y doblada hacia abajo..«[LUIS VALERO DE BERNABE Y MARTIN DE EUGENIO. Tesis doctoral: Analisis de las características generales de la heráldica gentilicia..  Madrid, 2007]

La otra objeción que hacía el profesor Llopis era el tema de la muralla. Evidentemente, en el momento de elaborar su memoria, la muralla de Villarta no existe y así afirma que «..ni de la muralla -que Vds. tampoco recuerdan haya tenido la villa..». Si por murallas se entiende, la grandiosidad de algunas como las de Avila, Toledo, Lugo y otros muchos lugares, evidentemente, no creemos que nunca las haya tenido Villarta. Pero si acudimos a la explicación de su denominación «arta», la respuesta es muy distinta [Hemos de recordar que la denominación antigua de nuestro pueblo era Villa harta o Villa arta] y buscando significado a esa palabra, arta, no creemos en la posibilidad de interpretarla con llantén [concretamente dice el autor llantén de agua], cuando la gran generalidad de autores interpretan arta como artada, apretada, rodeada. Es decir podemos elegir entre denominar a nuestro pueblo como la Villa de los llantenes o como Villa rodeada o cercada. Es cierto que, en nuestra vega, la existencia del llantén es frecuente pero no abrumadora para ser conocidos por ello. Sin embargo hay un grabado de Pier Maria Baldi -compañero de Cosme de Medicis en su viaje por España, y que ya hemos publicado en muchas ocasiones en que se aprecia un fuerte muro, ya muy derruido, incluso con restos de una pequeña torre, del que si puede tomar el nombre de Villa rodeada. La mansio romana de Murun, -ilocalizada pero situada en nuestro entorno geográfico- sería otro argumento para sacar a relucir el dibujo de un muro o torreon en el sello o escudo. En este sentido un profesor de reconocido prestigio como LADERO QUESADA, al estudiar la situación de Castilla en el siglo XII indica como recintos amurallados, entre otras poblaciones a Villarta y Arenas [LADERO QUESADA, Miguel Angel: León y Castilla. La Reconquista y el proceso de diferenciación política (1035-1217) Historia de España de Menéndez Pidal. Tomo IX Espasa Calpe. Madrid 1998. Pág. 179].

Creemos que, a estas alturas, no merece la pena seguir desmintiendo las teorias del profesor Llopis Planell y asumir como hecho final que el actual escudo de Villarta, después de recibir la aprobación de los organismos superiores es obra del citado profesor y fué aprobado nediante Decreto 2007/1969, de 24 de julio, publicado por el B.O.E. el día 16 de septiembre de 1969 siendo ministro de la Gobernación Camilo Alonso Vega.

Dicho esto volvamos a nuestro antiguo sello o escudo y miremos cual pudo ser su origen y cuando. La antigüedad del sello viene explicada por la propia leyenda del mismo. En efecto, en los dos sellos, el del Ayuntamiento y en el de la Alcaldia se encuentra la palabra constitucional; es decir, Alcaldia Constitucional y Aayuntamiento Constitucional, lo cual nos indica que se antigüedad es posterior  a la Constitución de Cádiz de 1812 -La Pepa- que es el primer documento oficial que permite a los ayuntamientos romper con la época del antigüo régimen. Hasta esa fecha los alcaldes -uno por el estado de hijosdalgo y otros por el estado llano- eran elegidos por insaculación o a suertes; para ello se metían los nombres de candidatos, -no sólo a alcaldes sino tambien a regidores y síndico- , en un saco y una vez todos en él alguien se encargaba de sacar una de las papeletas siendo ese el titular del cargo. En la citada constitución se dice:

Art.312

  Los alcaldes, regidores y procuradores síndicos se nombrarán por elección en los pueblos, cesando los regidores y demás que sirvan oficios perpetuos en los Ayuntamiento, qualquiera que sea su titulo y denominación.

A lo largo de todo el capitulo I, que se refiere a los Ayuntamientos, se van a ir desarrollando todas las funciones del alcalde y del ayuntamiento sin que en el mismo puedan existir cargos de designación real. Estos regidores tendrán por límite y norma de su actuación lo que marca la constitución en su articulado, razón esta por la que desde ese momento los ayuntamientos serán Ayuntamientos Constitucionales. Si embargo, la constitución de 1812, en plena guerra no servirá nada mas que de referente y en ese periodo convulso en el que rey jura y no jura las sucesivas constituciones, incluso finalmente derogada la primera de ellas, habrá que esperar a la Constitución de 1837 para que se consoliden los Ayuntamientos Constitucionales. Es por ello que nuestro sello o escudo pudiera haber sido establecido y utilizado a partir de esa fecha. La pérdida del registro municipal a finales del siglo XIX hizo que se perdiera toda la información valiosisima referida a nuestro ayuntamiento [Que de alguna forma a traves de copias de archivos nacionales o provinciales vamos rescatando] pero si está claro, como veremos, que en 1876 si existían los citados sellos. El 30 de agosto de 1876, el ministro de fomento escribe a los distintos gobernadores civiles lo siguiente:

» La importante sección de Siglografía (sic) que se está organizando en el Archivo Histórico Nacional (León 21) para ayudar el estudio de la diplomática, debe comprender en una de sus más interesantes colecciones los sellos de todos los municipios de la Nación. Y el Rey (Q.D.G.), confiando en que el ilustrado celo de V.S. prestará a este servicio atención preferente, ha tenido a bien resolver que por ese Gobierno de su digno cargo se pida a los ayuntamientos de la provincia, y se remita en su día al Jefe del expresado Archivo Histórico una copia de los sellos de todas clases que hayan existido en las municipalidades y estas actualmente usen: procurando que sean reproducidos con el mayor esmero y fidelidad, y acompañando a cada ejemplar breve breve noticia histórica de lo que conste acerca  del origen del sello y del periodo de tiempo en que estuvo en uso»

  Lo que se hace público en este periódico oficial, señalando el plazo de quince días para que se remitan a este Gobierno por las Autoridades a quienes corresponda la copia de los sellos que se piden.

  Ciudad-Real 4 de Setiembre de 1876.- El Gobernador, Francisco Saúco. [BOLETIN OFICIAL DE LA PROVINCIA DE CIUDAD REAL. Nº 29 Miércoles 6 de septiembre. Año 1876-77]

Con fecha 18 de setiembre de 1876 el Alcalde, Felipe Isla, remite la copia de los sellos, añadiendo  el siguiente texto:

«Copia de los sellos que existen en este Ayuntamiento y acerca de los cuales nada se pude decir respecto de su origen por no encontrarse antecedentes» [A lápiz figuran las siguientes anotaciones: Partº Judicial de Manzanares // Villarta de S. Juan// Caja 5 nº 94]

(Con fecha 23 de octubre de ese mismo año, el Gobierno Civil vuelve a hacer el mismo requerimiento toda vez que son 47 los municipios que hasta esa fecha no los habían  remitido).

Es importante señalar la correcta adecuación heráldica y el propio diseño de nuestro sello o escudo, lo que parece dar a entender que dicho escudo y sello tuviesen o hubiesen tenido un reconocimiento oficial; ya, que de no ser asi, es impensable que ningún ayuntamiento utilizase armas o escudos que no estuviesen reconocidos [De alguna forma el reconocimiento oficial viene dado, porque las actas y el libro de Actas del Ayuntamiento donde figura el sello, está fiscalizado y sellado por el Gobierno Civil de Ciudad Real y en otras ocasiones por la Diputación Provincial, quienes hubiesen indicado su no utilización sino hubiese estado aprobado. No olvidemos que en fecha de 1819 Fernando VII concedió el titulo de «leal» a nuestra villa, aunque este dato no figura en el sello]. La descripción del sello del ayuntamiento o escudo es la siguiente: En los cuarteles medio partidos 1º y 2º, se representan la simbología de los reinos de Castilla y León al que Villarta pertenecía dentro del Priorato de San Juan; en el cuartel cortado del escudo se representa un lienzo de torre y/o muralla y frente a ella un perro andante, es decir un perro con la cabeza levantada y la pata derecha levantada doblada hacia abajo (La consistencia del perro nos hace deshacer la duda de si es lebrel o perro que asi se pueden de nominar en heráldica, toda vez que el primero es mas estilizado ). Nuestra explicación a la inclusión de este animal que, ya hemos visto antes, sí es un animal utlizado en heráldica, puede deberse a su comportamiento leal en la guerra de Independencia y las sucesivas guerras carlistas siendo, por tanto como «el guerrero esforzado que arroja a los enemigos fuera de los límites de su territorio. El lienzo de torre o muralla recuerda el hecho de ser fuerte vigia durante la edad media en las guerras contra los árabes. Finalmente al timbre sobre el escudo, aparece la corona real como reconocimiento de que su Villazgo del año 1648 fue un privilegio real  y que tiene el reonocimiento, por parte del rey, de cuanto se plasma en el escudo». Puede parecer raro para algunos la no referencia a la orden de San Juan pero en estas fechas la citada orden y Priorato ha sido suprimida. Incluso su capital, Consuegra, no hacía mención alguna a la cruz de San Juan que posteriormente ha modificado apareciendo una curz de Malta o de San Juan en su actual escudo.

De acuerdo con ello y proponiendo, no ya la recuperación del antiguo escudo sino su recuerdo proponemos la siguiente composición heráldica:

ESCUDO

Medio Partido y cortado

1º De gules, una torre de oro, almenada, mazonada de sable y aclarada de azur

2º De plata, león rampante, de gules.

3º De plata, terrazado de sinople, un lienzo de muralla de piedra natural mazonado de sable y un perro andante afrontado a la misma, en sable.

Al timbre, corona real cerrada.

(Con el fin de recuperar la legitimidad histórica de nuestra villa y su pertenencia a la Orden de San Juan, se podía presentar acolada al escudo la Cruz de Malta o de San Juan, al igual que en la composición de los escudos de Herencia y Alcázar sin que esta innovación interfiriese, en absoluto al escudo).

José Muñoz Torres, Cronista Oficial